Jean Baptiste Say
El que busca informaciones biográficas sobre Jean Baptiste Say las encuentra, quién se lo había imaginado, aquí: Jean-Baptiste Say
La pregunta si es sensato de subsumir autores determinadas bajo la misma categoría a pesar de que hay diferencias enormes en los conceptos, temperamento, filosofía de fondo etc.. la hemos discutido ya. Se lo hace porque algunos conceptos, por ejemplo el concepto del ahorro, de la función del tipo de interés, del dinero lo tienen en común. Pero si se sigue esta lógica un perro y un elefante pertenecen al mismo grupo por ambos tienen cuatro patas. Vea también Economía clásica.
Como ya lo hemos mencionado varias veces, vea también David Ricardo, muy a menudo de obras complejas solo sobrevivieron conceptos que en la obra original son una mera anotación. La famosa ley de Say, que encontramos hoy en día en cualquier libro de texto es en la obra original un poco más que una anotación, pero hay conceptos en la obra de Jean Baptiste Say que son, por lo menos en el contexto de la época, igual de importantes, pero que cayeron en el olvido.
La famosa Ley de Say, vamos a hablar más tarde de ello, sostiene que alguien solo trabaja para consumir o ahorrar / invertir lo que significa que no puede haber una subdemanda. (De hecho hay varias interpretaciones de esta ley. Se puede igualmente decir, que cada oferta crea su propia demanda, porque solo produciendo algo, se puede comprar después algo.) Encontramos esta ley en el primer tomo de tres tomos de su libro Traité d’économie politique, o sea abarca media página de trescientas páginas.
A pesar de las diferencias, a veces enormes, el mundo de David Ricardo tiene poco que ver con el mundo de Adam Smith, vea también economía clásica, hay una relación cronológica. Wealth of Nations von Adam Smith apareció por primera vez en 1776, der Traité d’économie politique von Jean Baptiste Say 1803, On the Principles of Political Economy and Taxation von David Ricardo 1817, das Kapital von Karl Marx 1867.
En cuanto al Traité d’économie politique se refiere hay varias versiones. Jean Baptiste Say menciona por ejemplo que ha corregido su teoría del dinero después haber leído la obra de David Ricardo, lo que solo es posible si lo ha revisado después de 1817.
No decimos que hemos incluido en este manual todos los autores clásicos. Falta por ejemplo Thomas Malthus (1766 - 1834), David Hume (1711 - 1776) y James Mill (1773 - 1836). Pero incluso si se incluyese estos autores no estaría nada claro si se consiguiera de esta forma un imagen completo del pensamiento económico en este entonces ni de los autores de los conceptos económicos de este entonces. Es bastante probable que la mayoría de los conceptos eran ideas comúnmente aceptadas.
Si estos conceptos solo fuesen típicos para una época histórica determinada, solo sería interesante para historiadores, pero esto no es el caso. Muchas de los conceptos confusos sobrevivieron hasta en nuestros días y algunos podemos encontrar en cualquier libro de texto sobre economía, programa de partidos políticos, artículos y reportajes de los medios de comunicación de masas. Si se sacara todos estos ideas de los libros de texto de economía se podría fácilmente ahorrar cuatro semestres que se puede dedicar a cosas prácticas y relevantes para la vida profesional, vea también preliminares.
El error más garrafal de la teoría clásica / neoclásica lo podemos admirar hasta hoy en día en cualquier libro de texto. Esta ecuación la encontramos en cualquier libro de texto de economía.
Y = C + I
I = S
con Y= producto social, C = consumo, I = inversión y S = ahorro. Y esta ecuación, y esto es lo que realmente fascina, aparece cuando se quiere explicar la TEORÍA KEYNESIANA. El problema es, que en la teoría keynesiana esta ecuación es válida EX POST, pero tal como aparece en los libros de texto la toma como válida EX ANTE. I = S solo significa, que la inversión equivale al ahorro, o sea la ecuación no hace ninguna suposición como esta igualdad es realizada y es por lo tanto un completo sin sentido. Poner esta ecuación en un libro de texto sobre economía es la manera más breve de decir que no se tiene ninguna idea de economía. I = S puede significar que S se adapta a la inversión (versión keynesiana que es la correcta), pero igualmente puede significar que I se adapta a S, versión clásica y completamente errónea. Keynes solo dice que EX POST el producto social haya sido consumido o invertido, lo que significa que una parte del trabajo fue dedicado a producir bienes de capital y no bienes de consumo y producir bienes de capital es no consumir y por lo tanto ahorrar. En la teoría de Keynes PRIMERO SE INVIERTE Y EL AHORRO SE ADAPTA A LA INVERSIÓN, en la teoría clásica el ahorro es la condición para la inversión, vea también tipo de interés.
El que no entiende esta diferencia, no entiende la teoría keynesiana y no entiende tampoco como funciona la economía real. En otras palabras: En las facultades de economía hay un número muy elevado de idiotas completos.
Para la economía clásica el ahorro / la acumulación es la base para la inversión. El potencial productivo está determinado por el "capital", nunca claramente definido, pero de hecho hablan de "capital" en su forma más líquida, o sea dinero. Pero siendo de hecho solamente dinero, se lo puede igualmente imprimir y entonces el potencial productivo depende del know how y de los factores productivos no agotados todavía y solo en la medida que nos acercamos a una situación que un factor producto es agotado, hay que "ahorrar" en el sentido de producir bienes de capital en vez de bienes de consumo.
Ningún empresario depende del "ahorro". La sociedad puede incluso, siempre y cuando el potencial productivo no esté agotado, dejar de ahorrar. Si un empresario tiene una idea rentable, una que permite saldar el crédito y los tipos de intereses lo suficientemente altos para pagar los tipos de intereses necesarios para cubrir los gastos administrativos de los bancos y el riesgo, puede ir al banco y el sistema bancario generará este dinero, vea también balanza de pagos.
A parte de esto la afirmación de Schumpeter es correcta, como vamos a ver más tarde, vea Joseph_Schumpeter. En una economía estacionaria ahorrar no tiene sentido alguno, porque solo hay inversiones de sustitución y estas son financiadas por deducciones amortizadas. Pero dado al progreso tecnológico estas inversiones de sustitución ya contienen un progreso tecnológico. Para formularlo de manera simple: El que solo sustituye cada dos años un computer por otro dobla su activo fijo, porque el nuevo computer es dos veces más poderoso que el anterior.
Schumpeter va incluso más allá, como vamos a ver más tarde. Dado que parte, en este sentido todavía conforme a la teoría clásica / neoclásica, del pleno empleo, el líder, así llama Schumpeter el empresario creador destructivo, puede a través de créditos realocar los factores productivos, quiere decir que no solamente puede activar factores productivos inutilizados, sino que también puede dirigirlos a través del crédito, no del ahorro, en nuevos usos.
Pero esto no significa de ninguna manera que el ahorro del período anterior es tan grande como la inversión en el período que sigue. Entre el ahorro y la inversión no hay ninguna relación directa, a pesar de que encontramos esta chorrada en todos los libros de textos de economía. El ahorro no es una suma planificada ex ante, es un valor restante. Depende como se define inversión, producción de reserva, inversión en nuevas plantas, inversiones en formación / educación etc. EX POST el ahorro siempre equivale a la inversión. Pero en la economía clásica el truco era distinto. En la economía clásica el ahorro es planeado. Se ahorra tanto que se quiere después invertir. A parte de todos los problemas ya mencionados, surge el problema que se debería definir exactamente lo que se comprende por inversión.
Chorradas completas no se convierten en realidades por el mero hecho que se los repite miles de veces en miles de libros de textos. Inversiones financiadas por la generación de dinero no aumentan la cantidad de dinero, ni un Euro, Dolar, Yen, Peso o lo que sea.
En el momento que el empresario coge los billetes del banco, se genera dinero, o sea la cantidad de dinero es aumentada. Pero en el momento que devuelve el crédito, los billetes vuelven al banco y de ahí, en el caso que el banco central ha emitido este dinero, al banco central y el banco central lo elimina.
Es perfectamente posible, siempre y cuando el potencial productivo no esté agotado, que la inversión viene financiado con papel imprimido por el banco central y dado que este dinero, siempre y cuando se salda el crédito, el aumento del dinero solo es transitorio.
Solo en el caso que el empresario no salda el crédito, en otras palabras si el proyecto no era tan genial, la cantidad de dinero aumenta. Con los créditos de consumo pasa lo mismo. La única diferencia es que en este caso el crédito no puede ser saldado por la "inversión", porque un bien de consumo no rinde, si dejamos al lado las casas, ningunas ganancias.
Si alguien por ejemplo compra un coche por crédito, eventualmente tiene que constituir garantías, alguien tiene que adelantar este dinero, el vendedor, la empresa automovilística, que en general tienen sus propios bancos, un banco.
En todos estos se generará dinero o para ser más preciso, se usa el potencial de generar dinero, porque de hecho una "cantidad" de dinero no existe. Lo que sí existe es un potencial de generar dinero que depende de demanda por dinero y que se agota en la medida que la demanda por dinero crece.
El "ahorro" como lo entiende la economía clásica, ganancias no consumidas, no existe. Lo que existe es el potencial de generar dinero, pero este es infinito. La noción ahorro solo tiene sentido si se refiere a procesos económicos reales. Ahorro significa en este caso producir bienes de capital en vez de bienes de consumo. Si se quiere formular la tesis de Keynes de una manera más drástica e cum grano salis. Keynes de hecho no dicho que el ahorro reduce la demanda, esto también lo dijo, pero igualmente dijo que el ahorro, entendido como billetes de papel imprimidos, simplemente no tiene ninguna función económica.
La teoría clásica es también un poco curiosa porque si el mundo funcionaría como ella se lo imagina, la cantidad de dinero no aumentaría simplemente nunca. Significa: Al aumentar el producto social los precios tienen que bajar, si suponemos que la teoría cuantitativa del dinero sea correcta, lo que obviamente no hacemos.
Al otro extremo tenemos la teoría que el tipo de interés tiene el efecto que el endeudamiento tiene que irremediablemente subir. Si alguien se presta 1000 dólares y tiene que devolver 1100 dólares entonces la cantidad de dinero tiene que aumentar y cómo la generación de nuevo dinero siempre también aumenta la deuda, dado que el banco central también toma intereses, la cantidad de dinero tiene que aumentar eternamente.
Tenemos que ver que hay dos situaciones muy distintas. Una situación que funciona sin que se genera nuevo dinero. En este caso el tipo de interés que toma aquel que presta dinero se diluye después cuando gasta lo que ha ganado con sus ahorros. Presta 1000 dólares a alguien y gana 100 y con estos cien se compra algo. Después presta otra vez sus 1000 euros, gana otra vez 100 euros, los gasta de nuevo etc. etc.. En este caso solo deben haber 1100 dólares en circulación. A toma un préstamo del banco y paga sus cuatro empleados y a si mismo. Ellos producen algo para 1100 euros, lo que basta para saldar el crédito y pagar los intereses. Al final están 1100 euro nuevamente en el banco que de hecho son de C. El C recibe 50 dólares y el banco 50. De ahí el juego puede recomenzar de nuevo.
La pregunta si es sensato de subsumir autores determinadas bajo la misma categoría a pesar de que hay diferencias enormes en los conceptos, temperamento, filosofía de fondo etc.. la hemos discutido ya. Se lo hace porque algunos conceptos, por ejemplo el concepto del ahorro, de la función del tipo de interés, del dinero lo tienen en común. Pero si se sigue esta lógica un perro y un elefante pertenecen al mismo grupo por ambos tienen cuatro patas. Vea también Economía clásica.
Como ya lo hemos mencionado varias veces, vea también David Ricardo, muy a menudo de obras complejas solo sobrevivieron conceptos que en la obra original son una mera anotación. La famosa ley de Say, que encontramos hoy en día en cualquier libro de texto es en la obra original un poco más que una anotación, pero hay conceptos en la obra de Jean Baptiste Say que son, por lo menos en el contexto de la época, igual de importantes, pero que cayeron en el olvido.
La famosa Ley de Say, vamos a hablar más tarde de ello, sostiene que alguien solo trabaja para consumir o ahorrar / invertir lo que significa que no puede haber una subdemanda. (De hecho hay varias interpretaciones de esta ley. Se puede igualmente decir, que cada oferta crea su propia demanda, porque solo produciendo algo, se puede comprar después algo.) Encontramos esta ley en el primer tomo de tres tomos de su libro Traité d’économie politique, o sea abarca media página de trescientas páginas.
A pesar de las diferencias, a veces enormes, el mundo de David Ricardo tiene poco que ver con el mundo de Adam Smith, vea también economía clásica, hay una relación cronológica. Wealth of Nations von Adam Smith apareció por primera vez en 1776, der Traité d’économie politique von Jean Baptiste Say 1803, On the Principles of Political Economy and Taxation von David Ricardo 1817, das Kapital von Karl Marx 1867.
En cuanto al Traité d’économie politique se refiere hay varias versiones. Jean Baptiste Say menciona por ejemplo que ha corregido su teoría del dinero después haber leído la obra de David Ricardo, lo que solo es posible si lo ha revisado después de 1817.
No decimos que hemos incluido en este manual todos los autores clásicos. Falta por ejemplo Thomas Malthus (1766 - 1834), David Hume (1711 - 1776) y James Mill (1773 - 1836). Pero incluso si se incluyese estos autores no estaría nada claro si se consiguiera de esta forma un imagen completo del pensamiento económico en este entonces ni de los autores de los conceptos económicos de este entonces. Es bastante probable que la mayoría de los conceptos eran ideas comúnmente aceptadas.
Si estos conceptos solo fuesen típicos para una época histórica determinada, solo sería interesante para historiadores, pero esto no es el caso. Muchas de los conceptos confusos sobrevivieron hasta en nuestros días y algunos podemos encontrar en cualquier libro de texto sobre economía, programa de partidos políticos, artículos y reportajes de los medios de comunicación de masas. Si se sacara todos estos ideas de los libros de texto de economía se podría fácilmente ahorrar cuatro semestres que se puede dedicar a cosas prácticas y relevantes para la vida profesional, vea también preliminares.
El error más garrafal de la teoría clásica / neoclásica lo podemos admirar hasta hoy en día en cualquier libro de texto. Esta ecuación la encontramos en cualquier libro de texto de economía.
Y = C + I
I = S
con Y= producto social, C = consumo, I = inversión y S = ahorro. Y esta ecuación, y esto es lo que realmente fascina, aparece cuando se quiere explicar la TEORÍA KEYNESIANA. El problema es, que en la teoría keynesiana esta ecuación es válida EX POST, pero tal como aparece en los libros de texto la toma como válida EX ANTE. I = S solo significa, que la inversión equivale al ahorro, o sea la ecuación no hace ninguna suposición como esta igualdad es realizada y es por lo tanto un completo sin sentido. Poner esta ecuación en un libro de texto sobre economía es la manera más breve de decir que no se tiene ninguna idea de economía. I = S puede significar que S se adapta a la inversión (versión keynesiana que es la correcta), pero igualmente puede significar que I se adapta a S, versión clásica y completamente errónea. Keynes solo dice que EX POST el producto social haya sido consumido o invertido, lo que significa que una parte del trabajo fue dedicado a producir bienes de capital y no bienes de consumo y producir bienes de capital es no consumir y por lo tanto ahorrar. En la teoría de Keynes PRIMERO SE INVIERTE Y EL AHORRO SE ADAPTA A LA INVERSIÓN, en la teoría clásica el ahorro es la condición para la inversión, vea también tipo de interés.
El que no entiende esta diferencia, no entiende la teoría keynesiana y no entiende tampoco como funciona la economía real. En otras palabras: En las facultades de economía hay un número muy elevado de idiotas completos.
Para la economía clásica el ahorro / la acumulación es la base para la inversión. El potencial productivo está determinado por el "capital", nunca claramente definido, pero de hecho hablan de "capital" en su forma más líquida, o sea dinero. Pero siendo de hecho solamente dinero, se lo puede igualmente imprimir y entonces el potencial productivo depende del know how y de los factores productivos no agotados todavía y solo en la medida que nos acercamos a una situación que un factor producto es agotado, hay que "ahorrar" en el sentido de producir bienes de capital en vez de bienes de consumo.
Ningún empresario depende del "ahorro". La sociedad puede incluso, siempre y cuando el potencial productivo no esté agotado, dejar de ahorrar. Si un empresario tiene una idea rentable, una que permite saldar el crédito y los tipos de intereses lo suficientemente altos para pagar los tipos de intereses necesarios para cubrir los gastos administrativos de los bancos y el riesgo, puede ir al banco y el sistema bancario generará este dinero, vea también balanza de pagos.
A parte de esto la afirmación de Schumpeter es correcta, como vamos a ver más tarde, vea Joseph_Schumpeter. En una economía estacionaria ahorrar no tiene sentido alguno, porque solo hay inversiones de sustitución y estas son financiadas por deducciones amortizadas. Pero dado al progreso tecnológico estas inversiones de sustitución ya contienen un progreso tecnológico. Para formularlo de manera simple: El que solo sustituye cada dos años un computer por otro dobla su activo fijo, porque el nuevo computer es dos veces más poderoso que el anterior.
Schumpeter va incluso más allá, como vamos a ver más tarde. Dado que parte, en este sentido todavía conforme a la teoría clásica / neoclásica, del pleno empleo, el líder, así llama Schumpeter el empresario creador destructivo, puede a través de créditos realocar los factores productivos, quiere decir que no solamente puede activar factores productivos inutilizados, sino que también puede dirigirlos a través del crédito, no del ahorro, en nuevos usos.
Pero esto no significa de ninguna manera que el ahorro del período anterior es tan grande como la inversión en el período que sigue. Entre el ahorro y la inversión no hay ninguna relación directa, a pesar de que encontramos esta chorrada en todos los libros de textos de economía. El ahorro no es una suma planificada ex ante, es un valor restante. Depende como se define inversión, producción de reserva, inversión en nuevas plantas, inversiones en formación / educación etc. EX POST el ahorro siempre equivale a la inversión. Pero en la economía clásica el truco era distinto. En la economía clásica el ahorro es planeado. Se ahorra tanto que se quiere después invertir. A parte de todos los problemas ya mencionados, surge el problema que se debería definir exactamente lo que se comprende por inversión.
Chorradas completas no se convierten en realidades por el mero hecho que se los repite miles de veces en miles de libros de textos. Inversiones financiadas por la generación de dinero no aumentan la cantidad de dinero, ni un Euro, Dolar, Yen, Peso o lo que sea.
En el momento que el empresario coge los billetes del banco, se genera dinero, o sea la cantidad de dinero es aumentada. Pero en el momento que devuelve el crédito, los billetes vuelven al banco y de ahí, en el caso que el banco central ha emitido este dinero, al banco central y el banco central lo elimina.
Es perfectamente posible, siempre y cuando el potencial productivo no esté agotado, que la inversión viene financiado con papel imprimido por el banco central y dado que este dinero, siempre y cuando se salda el crédito, el aumento del dinero solo es transitorio.
Solo en el caso que el empresario no salda el crédito, en otras palabras si el proyecto no era tan genial, la cantidad de dinero aumenta. Con los créditos de consumo pasa lo mismo. La única diferencia es que en este caso el crédito no puede ser saldado por la "inversión", porque un bien de consumo no rinde, si dejamos al lado las casas, ningunas ganancias.
Si alguien por ejemplo compra un coche por crédito, eventualmente tiene que constituir garantías, alguien tiene que adelantar este dinero, el vendedor, la empresa automovilística, que en general tienen sus propios bancos, un banco.
En todos estos se generará dinero o para ser más preciso, se usa el potencial de generar dinero, porque de hecho una "cantidad" de dinero no existe. Lo que sí existe es un potencial de generar dinero que depende de demanda por dinero y que se agota en la medida que la demanda por dinero crece.
El "ahorro" como lo entiende la economía clásica, ganancias no consumidas, no existe. Lo que existe es el potencial de generar dinero, pero este es infinito. La noción ahorro solo tiene sentido si se refiere a procesos económicos reales. Ahorro significa en este caso producir bienes de capital en vez de bienes de consumo. Si se quiere formular la tesis de Keynes de una manera más drástica e cum grano salis. Keynes de hecho no dicho que el ahorro reduce la demanda, esto también lo dijo, pero igualmente dijo que el ahorro, entendido como billetes de papel imprimidos, simplemente no tiene ninguna función económica.
La teoría clásica es también un poco curiosa porque si el mundo funcionaría como ella se lo imagina, la cantidad de dinero no aumentaría simplemente nunca. Significa: Al aumentar el producto social los precios tienen que bajar, si suponemos que la teoría cuantitativa del dinero sea correcta, lo que obviamente no hacemos.
Al otro extremo tenemos la teoría que el tipo de interés tiene el efecto que el endeudamiento tiene que irremediablemente subir. Si alguien se presta 1000 dólares y tiene que devolver 1100 dólares entonces la cantidad de dinero tiene que aumentar y cómo la generación de nuevo dinero siempre también aumenta la deuda, dado que el banco central también toma intereses, la cantidad de dinero tiene que aumentar eternamente.
Tenemos que ver que hay dos situaciones muy distintas. Una situación que funciona sin que se genera nuevo dinero. En este caso el tipo de interés que toma aquel que presta dinero se diluye después cuando gasta lo que ha ganado con sus ahorros. Presta 1000 dólares a alguien y gana 100 y con estos cien se compra algo. Después presta otra vez sus 1000 euros, gana otra vez 100 euros, los gasta de nuevo etc. etc.. En este caso solo deben haber 1100 dólares en circulación. A toma un préstamo del banco y paga sus cuatro empleados y a si mismo. Ellos producen algo para 1100 euros, lo que basta para saldar el crédito y pagar los intereses. Al final están 1100 euro nuevamente en el banco que de hecho son de C. El C recibe 50 dólares y el banco 50. De ahí el juego puede recomenzar de nuevo.
La situación es distinta si el banco central imprime estos mil euros. Digamos que no había nada de dinero en circulación y alguien se presta, a través de un banco privado, 1000 dólares con un tipo de interés de 10 por ciento del banco central. Es obvio que esto no es posible, porque no hay 1100 dólares en el jackpot. Dicho de otra manera, el sistema solo puede funcionar si hay ya dinero en circulación y solo se puede generar dinero si una parte de los créditos no serán saldados y el dinero generado para estos créditos se queda definitivamente en circulación o si el sistema bancario es capaz de generar este dinero, vea también tipo de interés. De hecho, si dejamos al lado situaciones excepcionales como la caída del muro, en este entonces cada ciudadano de Alemania del Este recibió 100 DM, no hay ninguna posibilidad "normal" de hacer circular dinero infinitamente.
Si una inversión exige realmente el aumento del dinero, este aumento del dinero tiene que ser más grande que el préstamo, porque se eliminará después más dinero de lo que fue creado antes a no ser que el Banco Central da estas ganancias al estado que lo recicla en la circulación, lo que sería otra posibilidad de hacer circular dinero infinitamente.
De todo esto se puede deducir que si la inversión no fue financiada por el sistema bancario privado, vea tipo de interés, si no, finalmente y a través de bancos privados por el banco central, esta inversión, si el crédito es saldado con intereses, elimina más dinero de lo que fue generado al conceder el crédito. El dinero necesario para el volumen de transacciones aumentado a causa del producto social aumentado no puede por lo tanto provenir de la inversión misma, porque la inversión elimina el dinero creado antes, mejor dicho, elimina más de lo que fue creado antes. La cantidad de dinero necesario para las el volumen de transacciones aumentadas tiene que porvenir por lo tanto de otras fuentes.
Alguno creerá que la cuestión si la inversión / el consumo es financiado vía la generación de dinero o vía el ahorro / acumulación del capital es un detalles irrelevante. Esto no es el caso. Una concepción errónea del ahorro y del dinero lleva a desaciertos gigantescos que nos ocuparán todavía en el futuro, por lo cual podemos aprender igualmente que la teoría keynesiana no es una teoría de la coyuntura que ofrece un par de herramientas para empatar oscilaciones coyunturales. Es una teoría que cuestiona los conceptos básicos de la teoría clásica / neoclásica y los errores de la teoría clásica no solo juegan un papel en el contexto de las vacilaciones coyunturales.
1) En algunos países, entre ellos Alemania, el cambio demográfico, la sociedad es cada vez más vieja, cuestiona el sistema de la jubilación. Hasta ahora los jubilados recibían una renta financiada por la generación activa que a su vez, una vez jubilados, reciben una renta de la generación que entonces trabajará. Esto se llamaba el contrato de generaciones.
Pero a partir del momento que la sociedad se envejece hay cada vez más jubilados en relación con la generación activa y obviamente con esto aumenta el cargo para la generación activa. En esta situación se quería apoyar el sistema de la jubilación con un sistema basado en "ahorro" individual. Quiere decir que cada uno ahorra mientras trabaja una cierta cantidad de dinero, que fue aumentada por una subvención estatal, de la cual puede vivir una vez jubilado. Dejamos al lado para esta discusión, porque no tienen relevancia, la implementación institucional de este sistema. De hecho se subvenciona contribuciones a seguros y otros recaudadores de fondos que a su vez invierten, en teoría, este dinero. El problema actual de estos recaudadores de fondo, seguimos en el año 2013, es que nadie necesita su dinero, porque los bancos centrales solos generan más dinero de lo que el mercado necesita.
Recibirá por lo tanto ingresos de dos partes. De una parte del sistema de jubilación tradicional y de otra parte de sus propios ahorros. Lo que uno puede preguntarse es, si este sistema puede funcionar. Según la teoría clásica este sistema puede funcionar, según la teoría keynesiana este sistema no puede funcionar y efectivamente, esto ya está claro hoy en día, no funciona. Era un error implementarlo basado sobre un concepto del ahorro erróneo. La razón es muy simple. Si los bancos centrales pueden generar dinero en cualquier cantidad, lo que hacen actualmente, nadie necesita este ahorro.
Si una inversión exige realmente el aumento del dinero, este aumento del dinero tiene que ser más grande que el préstamo, porque se eliminará después más dinero de lo que fue creado antes a no ser que el Banco Central da estas ganancias al estado que lo recicla en la circulación, lo que sería otra posibilidad de hacer circular dinero infinitamente.
De todo esto se puede deducir que si la inversión no fue financiada por el sistema bancario privado, vea tipo de interés, si no, finalmente y a través de bancos privados por el banco central, esta inversión, si el crédito es saldado con intereses, elimina más dinero de lo que fue generado al conceder el crédito. El dinero necesario para el volumen de transacciones aumentado a causa del producto social aumentado no puede por lo tanto provenir de la inversión misma, porque la inversión elimina el dinero creado antes, mejor dicho, elimina más de lo que fue creado antes. La cantidad de dinero necesario para las el volumen de transacciones aumentadas tiene que porvenir por lo tanto de otras fuentes.
Alguno creerá que la cuestión si la inversión / el consumo es financiado vía la generación de dinero o vía el ahorro / acumulación del capital es un detalles irrelevante. Esto no es el caso. Una concepción errónea del ahorro y del dinero lleva a desaciertos gigantescos que nos ocuparán todavía en el futuro, por lo cual podemos aprender igualmente que la teoría keynesiana no es una teoría de la coyuntura que ofrece un par de herramientas para empatar oscilaciones coyunturales. Es una teoría que cuestiona los conceptos básicos de la teoría clásica / neoclásica y los errores de la teoría clásica no solo juegan un papel en el contexto de las vacilaciones coyunturales.
1) En algunos países, entre ellos Alemania, el cambio demográfico, la sociedad es cada vez más vieja, cuestiona el sistema de la jubilación. Hasta ahora los jubilados recibían una renta financiada por la generación activa que a su vez, una vez jubilados, reciben una renta de la generación que entonces trabajará. Esto se llamaba el contrato de generaciones.
Pero a partir del momento que la sociedad se envejece hay cada vez más jubilados en relación con la generación activa y obviamente con esto aumenta el cargo para la generación activa. En esta situación se quería apoyar el sistema de la jubilación con un sistema basado en "ahorro" individual. Quiere decir que cada uno ahorra mientras trabaja una cierta cantidad de dinero, que fue aumentada por una subvención estatal, de la cual puede vivir una vez jubilado. Dejamos al lado para esta discusión, porque no tienen relevancia, la implementación institucional de este sistema. De hecho se subvenciona contribuciones a seguros y otros recaudadores de fondos que a su vez invierten, en teoría, este dinero. El problema actual de estos recaudadores de fondo, seguimos en el año 2013, es que nadie necesita su dinero, porque los bancos centrales solos generan más dinero de lo que el mercado necesita.
Recibirá por lo tanto ingresos de dos partes. De una parte del sistema de jubilación tradicional y de otra parte de sus propios ahorros. Lo que uno puede preguntarse es, si este sistema puede funcionar. Según la teoría clásica este sistema puede funcionar, según la teoría keynesiana este sistema no puede funcionar y efectivamente, esto ya está claro hoy en día, no funciona. Era un error implementarlo basado sobre un concepto del ahorro erróneo. La razón es muy simple. Si los bancos centrales pueden generar dinero en cualquier cantidad, lo que hacen actualmente, nadie necesita este ahorro.
Pero incluso en el caso de que la teoría neoclásica fuese cierto este sistema no puede funcionar. En el sistema clásico / neo-clásico el ahorro y la inversión esta igualado por el ahorro, si dejamos al lado David Ricardo y Karl Marx, estos dos sostienen que se acumula todo lo que no se necesita para garantizar la subsistencia de los trabajadores, por el tipo de interés. Cuanto más alto esté el tipo de interés, menos se invierte y más se ahorra y cuanto más bajo el tipo de interés más se invierte y menos se ahorra. De esta manera está garantizado que nunca se ahorrará más de lo que otra gente quiere invertir y no puede haber por lo tanto una situación de subdemanda. Al mismo resultado se llega con la ley de Say. Si todos solo trabajan para gastar su dinero después, sea para consumirlo, sea para darlo a otro para que éste lo invierte en algo, no puede haber subdemanda tampoco.
Pero el concepto actual, en Alemania, de asegurar ingresos en el futuro con el ahorro es distinto. La subvención estatal falsifica el señal de los tipos de intereses. Si alguien invierta 50 euros y recibe 2 por cientos, no es mucho. Pero si el estado, o más bien dicho el tributario, le da otros 20 euros, entonces es rentable. Dicho de otra forma, lo va a hacer. Si solo recibiese los 2 por cientos, no lo habría hecho y habría consumido sus 50 euros. Pero con la ayuda estatal lo hará. El resultado final es curioso. De una parte se reduce el consumo en Alemania, porque parte del dinero se ahorra, por otra parte se quiere que las empresas inviertan, lo que no van a hacer, si la demanda baja y pueden satisfacer la demanda con plantas que tienen. En esta situación a los recaudadores de fondo solo les queda la posibilidad de invertir en otros países, por ejemplo en el sector inmobiliario español. Con el resultado que conocemos. Para ponerlo de manera más clara. Dado un cierto know how y una determinada estructura económica el ahorro así generado solo puede ser absorbido si el rendimiento marginal baja. Ejemplo: Con el dinero "ahorrado" de esta forma, de hecho se trata en parte de un ahorro obligatorio impuesto sobre los tributarios, se puede financiar otra empresa que produce, por ejemplo, zumo. Pero para vender esta oferta aumentada, los precios de los zumos tienen que bajar lo que a su vez disminuye la rentabilidad. Pero en el caso de una competitividad intensa, es de suponer que no hay mucho margen de maniobra.
Hay que entender bien este truco. Efectivamente Keynes dijo que el tipo de interés tiene que bajar hasta que las inversiones garantizan el pleno empleo y un tipo de interés que se forma de manera arbitraria en el MERCADO DE DINERO no garantiza esto. Esto también puede significar que rendimiento marginal baja. No es, desde un punto de vista macro-económico ningún problema, si los precios de los bienes baja al aumentar las plantas productivas y no hay ninguna razón, que el tipo de interés limita el aumento de las plantas, dado que el dinero no escaso y nadie tiene que hacer un sacrificio para obtenerlo.
Pero este sistema es un poco distinto. Se REDUCE la demanda para que se pueda aumentar la oferta que nadie quiere. Que esto no puede funcionar se habría podido adivinar y efectivamente no funciona. Alemania tenía que exportar capital a países que no podían devolverlo. Es de suponer que los recaudadores de fondo tienen todavía muchas bombas en sus libros y que la crisis no ha pasado todavía.
El sistema ideado por el gobierno alemán es simplemente una locura. No nos interesa realmente que el gobierno alemán no sabe nada de economía, es normal y pasa en todas partes, vea preliminares. Lo que nos interesa es el hecho que algunos poco conceptos erróneos pueden tener efectos catástrofes. La gente que ideó este sistema, o sea la subvención del ahorro para asegurar el consumo en un futuro, partió de unas ideas supersimples que también encontramos en la teoría clásica. El ahorro siempre es productivo y brinde ingresos en el futuro. Esto puede ser cierto para casas, porque teniendo casas no se paga alquiler. Lo que por lo tanto habría sido una buena idea es subvencionar la construcción de casas, algo que incluso habría generado trabajo en Alemania en vez de producir un fuego de paja en países ajenos.
Lo curioso en este sistema es que se cree que es posible de pronosticar la rentabilidad de una inversión en 20 o 30 años. Incluso si los recaudadores de fondos fuesen capaces de detectar inversiones rentables en el presente, lo que ni siquiera son, la mayoría de los ahorros va a la bolsa donde produce burbujas, no hay ninguna garantía que esta inversión es también rentable en 20 años.
Si uno abandona la teoría clásica y se acerca a la realidad el concepto es completamente absurdo. Es obvio que los bancos centrales pueden producir en una noche más dinero que todos los recaudadores de fondo pueden recaudar en un año. Si este dinero viene de las máquinas de imprimir de los bancos centrales o de los "ahorros" da perfectamente igual. En ambas situaciones lo único importante es la economía real. Si hay pleno empleo hay que en ambos casos los tipos de interés tienen que subir, aunque es pensable que se adapta el tipo de interés con programas especiales a la amortización real del sector. Para el sector de construcción por ejemplo podría ser más bajo, dado que producen algo que dura mucho tiempo. En el caso de subempleo el ahorro tendría que bajar. Algo fácil de hacer en la teoría keynesiana. El banco central tiene que bajar el tipo de interés hasta que las inversiones basten para el pleno empleo. En este escenario keynesiano puede ser igualmente útil de bajar el rendimiento marginal de las inversiones con un mero aumento cuantitativo del potencial productivo. Dado que el capital, que de hecho también en la teoría clásica es dinero, no es escaso, tampoco tiene un precio. La teoría clásica no llega a resultados muy concretos. De hecho hay un solo tipo de interés para toda la economía. Esto significa que algunas inversiones, a pesar de ser rentables, capaces de saldar el crédito y que crean trabajo, no serán realizados. Es como si se fijara un precio único para patatas con el resultado que se producirían muchas patatas muy caras a pesar de que la gente estaría contenta también con las patatas baratas y de otra parte se produciría cantidad de patatas baratas que se puede vender a un precio más elevado. Dentro de la teoría clásica se puede comprender esto porque esta teoría supone, vea precio natural / precio de mercado, que el rendimiento marginal es siempre el mismo, pero esta suposición no tiene nada que ver con la realidad.
El hecho que de momento, seguimos en el año 2013, se salva a todos que lloran un poco se debe al hecho que una bancarrota del sistema bancario revelaría errores fatales del pasado. Se justifica el ayudo a todo tipo de recaudadores de fondo con el argumento que son "sistémicos", o sea tan importantes para la economía en su conjunto que su bancarrota tendría efectos secundarios incontrolables. De hecho sistémicos no son los bancos y otros recaudadores de fondo. Sistémicos son los errores cometidos en el pasado. Un error sistémico por ejemplo es recaudar dinero de individuos privados pagando provisiones a los representantes envés de simplemente generar dinero si es económicamente útil.
2) El concepto lleva a conceptos completamente erróneos en cuanto se refiere a las posibilidades de desarrollo de países pobres y a suposiciones completamente erróneas. Supone que basta ahorrar para que la situación se mejore. Una teoría que de momento se aplica a Grecia, con resultados catastróficos. Lo cosa es al revés. Primero debe haber algo en qué invertir, o sea primero debe haber el know how. El dinero necesario en transformar este know how en productos, es el menor problema.
La ventaja que tienen estos países es el hecho que por un cierto tiempo no tienen que producir know how, basta que lo copien. Una sociedad consigue en muy poco tiempo el nivel de productividad que corresponde al nivel respectivo de formación. Alemania por ejemplo tenía solo diez años después de la segunda guerra mundial, a pesar de que todas las plantas estaban destruidas, un producto social por cabeza más alto que antes de la guerra y esto no era debido al European Recovery Programm, porque las sumas recibidos por este programa eran ridículas, ni siquiera 3 por ciento del PIB. Con el mero transformamiento de dinero no se consigue nada. Alemania Occidental por ejemplo transfirió a Alemania Oriental después de la caída del muro 1300 000 000 000 de euros lo que realmente es mucho. El PIB de Alemania es más o menos 3000 000 000 000 de euros. Los efectos son modestos. El problema es que en este caso una economía débil tenía que competir con una economía fuerte con el resultado que por lo menos al principio todo el consumo del este fue satisfecho del oeste. La situación solo cambió cuando se comenzó a invertir directamente.
Los distintos estados de desarrollo que se describe muy a menudo, exportación de materias primas, productos de bajo procesamiento ( madera contrachapada), industria ligera (juguetes), High Tech (Smartphones) corresponden al desarrollo del know how, no a la cantidad de capital ahorrado. Se puede saltar estos estado y comenzar de inmediato a producir software, como lo hace la India. El caso más dramático de un país que en desarrollo es China. Hace cuarenta años China era enteramente un país en desarrollo, hoy en día es la segunda economía más grande.
Los sueldo bajos son un mero signo de la formación baja. Si hubiese sido posible de mejorar la formación, se habría podido saltar el estado de la exportación de productos laboriosos.
No es el abracadabra con el I = S que es decisivo en este juego, sino la formación. Se puede conceder que la formación cuesta también dinero, pero ahí el potencial de mejoramiento, también gracias al Internet, es enorme.
3) El abracadabra con el I = S juega igualmente un papel en las teorías de crecimiento, sin embargo estas no tienen nada que ver con la realidad y encima miden el crecimiento en entidades monetarias, que no describen el crecimiento, porque cualquier inversión de substitución ya contiene un crecimiento, porque no hay inversión de substitución que no contiene un avance tecnológico. Una computadora que ha costado 800 dólares hace 30 años no contiene ni la centésima parte de lo que contiene una computadora hoy en día para 800 euros.
O sea incluso en el caso que no crecimiento nominal, o sea si las inversiones son meras inversiones de sustitución y no de aumento, hay crecimiento. La únicas inversiones que se puede interpretar como "ahorro" en el sentido clásico son las inversiones de sustitución porque estas efectivamente son financiadas por deducciones amortizadas. (Repetimos: Alguien compra una máquina para 1000 dólares. Gana con esta máquina, después de la deducción de todos los otros gastos 100 dólares. No paga por lo tanto impuestos y en diez años puede sustituir esta máquina por otra.) De este tipo de inversión se podría decir que son financiadas por el "ahorro". Pero ni siquiera en este caso es correcto, porque la inversión que sustituye una planta, máquina gastada ya contiene un avance tecnológico y no es la misma.
4) Es bastante comprensible como este abracadabra con I = S, (EX ANTE, EX POST es correcto, pero entonces es una tautología) llegó al mundo. Se partió de la experiencia de un hogar en el siglo 18. Para bienes de consumo de duración se tenía que ahorrar en este tiempo. Lo que se olvidó es que un hogar o un individuo no puede generar dinero. Pero el sistema bancario y el banco central puede generar cualquier cantidad de dinero.
Esta "experiencia original", vea aquí LAS REGLAS DEL AHORRO. FINANZAS PARA TODOS una ilustración, es algo como el pecado original y fue tan contundente, que se transfirió la idea a la economía en general, a pesar de que incluso en este entonces era perfectamente posible de crear dinero emitiendo un efecto cambiario, vea teoría del dinero. (Ricardo describe ahí, por qué no se puede generar dinero emitiendo efectos. El punto es que se equivocaba y que Adam Smith tenía razón.) Es error consiste en el hecho que un individuo aislado puede hacerlo, pero si toda una sociedad lo hace, tendrán que exportar dinero y financiar por ejemplo casas en España, vea arriba.
Este abracadabra llegó fácilmente al mundo, pero es muy difícil de sacarlo de ella. Volveremos a hablar de ellos al hablar de Keynes. La fascinación por I = S y constructos similares parece derivar del hecho que se puede construir de está manera modelos que parecen lógicas y que pueden ser modelados matemáticamente.
El factor decisivo, la formación, se pierde de vista y como este factor no se puede modela de manera matemática, esta forma de proseguir es atractivo para una cierta tendencia de la economía.
Sin formación no hay inversiones rentables que pudiesen absorber el ahorro y si la formación y la cantidad de ideas innovadores lo permiten, no hace falta ahorro, en este caso se puede igualmente imprimir dinero.,
El factor decisivo es la formación y se puede estudiar 4 años economía sin que esta palabra aparezca una sola vez en el aula, mientra que I = S se oye un par de veces cada semana y por si acaso esto no basta, lo encontramos también un par de veces en cualquier libro de texto.
Para decirlo bien claro, para que se entienda el asunto: A un campesino en el departamento Cochabamba / Bolivia, que vive en un pueblo lejano no le sirve para nada ahorrar si quiere electricidad. Lo que él necesita es, por ejemplo, una instalación eólica que produce energía sin que tenga acceso a la red eléctrica, que no hay. Si ahora un ingeniero boliviano logra a modificar las instalaciones eólicas existentes, hacerlos más simples, para que se la pueda producir y reparar en Bolivia, en el mejor de los casos tan simple que el campesino mismo la puede mantener, entonces puede tomar un préstamo del estado boliviano. Con este préstamo se compra esta instalación y con el dinero ahorrado, tiene que comprar menos madera, menos velas etc. puede devolver el dinero y el estado boliviano lo elimina. Esto es más fácil. Porque si tuviese que "ahorrar" tendría que pagar por la madera, las velas, el gas etc. Y ENCIMA ahorrar, lo que a lo mejor no puede. Con el sistema clásico nunca habrá instalaciones eólicas en Bolivia adaptadas a las necesidades de este país. El real problema son los ingenieros en Bolivia. Si ellos logran a adaptar estas instalaciones, el problema ya está resuelto. El dinero se imprime.
Igual de idiota son, dicho sea de paso, los micro-créditos. Si un agricultor pequeño en los Andes cree que puede procesar la lana de los alpacas él mismo y si necesita dinero, el estado boliviano le puede prestar este dinero. El juego es exactamente el mismo que él de arriba y en cuanto a las consecuencias económicas se refiere no hay ninguna diferencia entre un mircrocrédito y imprimir dinero. Si por una razón u otra el proyecto fracasa, en el caso primero, el estado boliviano imprime dinero, la cantidad de dinero aumenta, en el segundo caso, el fondo disponible para micro créditos disminuye, pero en ambos casos el dinero no es el problema. El problema es cómo hacer el marketing para esta lana, como transportarla, como recaudar el dinero, el proceso de la producción, la adaptación de esta lana a las exigencias en países extranjeras etc. etcétera.. Hay cantidad de problemas, pero hay una cosa que no es ningún problema: el dinero.
Para que nos entendamos bien. Nueva Zelanda vive en gran parte de la lana de oveja, pero Bolivia solo puede producir más lana de Alpaca que el pequeño Nueva Zelanda y la lana de Alpaca es superior. El problema de Bolivia no es el dinero. Esto se imprime. Pero Bolivia debería efectivamente invertir en la formación, por ejemplo mandando estudiantes a escuelas de moda en Europa para hacer un estudio de mercado.
Lo que podrían hacer economistas es resolver los problemas reales y olvidarse de esto del I = S. La estupidez es un crimen. La estupidez mata más gente que malaria, cáncer y cólera juntos. Si el gobierno boliviano no entiende este chisme, hace falta uno que se lo explique.
Claro está que los economistas ya también comprobaron con modelos matemáticos que la formación no tiene mucha importancia. Existen estudios de este tipo sobre Tunecina. Si mide el nivel de formación en este caso a base de la gente con un estudio universitario. Esto evidentemente no significa nada. Si hay muchas egresados de jurisprudencia o economía que de hecho no saben resolver ningún problema y que son más bien el problema no hablamos de formación. Hablamos de un alto nivel de formación si hay mucha gente que pueden montar empresas y producir productos o servicios concretos. Parlanchines no sirven para nada. Vea también preliminares.
El Traité d’économie politique de Jean Baptiste Say se asemeja en cuanto al contenido se refiere bastante a Wealth of Nations de Adam Smith. Hay incluso párrafos que son un simple plagio como este.
El Traité d’économie politique de Jean Baptiste Say se asemeja en cuanto al contenido se refiere bastante a Wealth of Nations de Adam Smith. Hay incluso párrafos que son un simple plagio como este.
Dans une société tant soit peu civilisée, chaque personne ne produit pas tout ce qui est nécessaire à ses besoins ; il est rare même qu'une seule personne crée un produit complet ; mais quand même chaque producteur ferait à lui seul toutes les opérations productives nécessaires pour compléter un produit, ses besoins ne se bornent pas à une seule chose ; ils sont extrêmement variés : chaque producteur est donc obligé de se procurer tous les autres objets de sa consommation, en échangeant ce qu'il produit en un seul genre au-delà de ses besoins, contre les autres produits qui lui sont nécessaires. En ninguna sociedad, tan bajo que sea su nivel de desarrollo, nadie produce todo lo que necesita y en la mayoría de los casos ni siquiera produce un producto entero. Pero incluso en el caso que un productor realiza todas las operaciones necesarias para hacer un producto entero, este no satisface todas sus necesidades. Estas son de muy diverso índole y por lo tanto cualquier productor está obligado de conseguirse todos los otros productos que necesita en intercambio por aquellos que le sobran. Jean Baptiste Say, Traité d’économie politique I, De la nature et de l'usage des monnaies | WHEN THE DIVISION OF LABOUR has been once thoroughly established, it is but a very small part of a man’s wants which the produce of his own labour can supply. He supplies the far greater part of them by exchanging that surplus part of the produce of his own labour, which is over and above his own consumption, for such parts of the produce of other men’s labour as he has occasion for. Every man thus lives by exchanging, or becomes, in some measure, a merchant, and the society itself grows to be what is properly a commercial society. Después de que se haya realizado la división de trabajo solo un pequeña parte de lo que un hombre necesita lo obtiene a través de su propio trabajo. La mayoría se lo consigue cambiando lo que le sobra contra aquellos productos, en la medida que lo puede, por los productos de otra gente. Así que todo el mundo vive del intercambio o se convierte en cierta manera en comerciante y la sociedad se convierte de esta manera en una sociedad de cambio. Adam Smith, Wealth of Nations, Book I, Chapter IV |
En algunas partes del Traité d'économie politique de estilo es un tanto 'periodístico', es decir, una declaración consiste en su mayoría de la opinión de que se podía responder con el mismo estilo periodístico con una opinión diferente. Esta categoría incluye, por ejemplo, secciones como ésta.
Les succès obtenus par les arts et par le commerce ont fait sentir leur importance. On n'a plus fait la guerre pour se piller et détruire les sources mêmes de l'opulence ; on s'est battu pour se les disputer. Depuis deux siècles, toutes les guerres qui n'ont pas eu pour motif une puérile vanité, ont eu pour objet de s'arracher une colonie ou bien une branche de commerce. Ce ne sont plus des barbares qui ont pillé des nations industrieuses et civilisées ; ce sont des nations civilisées qui ont lutté entre elles, et celle qui a vaincu s'est bien gardée de détruire les fondements de son pouvoir en dépouillant le pays conquis. L'invasion de la Grèce par les Turcs au XVe siècle parait devoir être le dernier triomphe de la barbarie sur la civilisation. La portion industrieuse et civilisée du globe est heureusement devenue trop considérable par rapport à l'autre, pour que nous ayons à redouter de nouveau un semblable malheur. Les progrès mêmes de l'art de la guerre ne permettent plus aucun succès durable à des barbares. Les instruments de la guerre exigent le développement d'une industrie très perfectionnée. Des armées beaucoup plus nombreuses que celles qu'on levait autrefois ne peuvent se recruter qu'au moyen d'une population considérable ; et les seuls pays civilisés peuvent être fort populeux. Enfin, des armées nombreuses, et des munitions de guerre et de bouche proportionnées entraînent des dépenses énormes auxquelles une industrie active et des accumulations multipliées, qui ne se rencontrent que chez des peuples très avancés, suffisent à peine. | Debido a los progresos obtenidos en la artesanía y el comercio se reconoció también su importancia. No se hacía la guerra a los otros para despojarse y destruir la fuente de la riqueza. Se hacía la guerra por estos progresos. Desde hace doscientos años todas las guerras tenían por fin, si no se las hacía por mera vanidad, de dominar un determinado negocio o una colonia. Ya no son los países bárbaros que despojan las naciones más desarrollados. Son las naciones civilizadas que se hacen la guerra entre ellos y el país que venció se cuidaba bien de destruir los fundamentos de su poder destruyendo el país vecino. La invasión de la Grecia por los turcos en el siglo 15 era, así parece, el último triunfo de la barbaridad sobre la civilización. Afortunadamente hoy en día la mayoría de los países son industrializados y civilizado, así que un tal desastre no es de temer hoy en día. Los avances en la técnica guerrera exigen un estado de desarrollo más avanzado. Los ejércitos mucho más grandes en comparación con los de antes solo puede ser reclutados, si la población es relativamente grande y solo estados civilizados pueden ser tan densamente poblados. Finalmente un ejército numeroso exige proporcionalmente una cantidad de munición y bocas de la cual ni siquiera una industria prospera dispone. Jean Baptiste Say, Traité d’économie politique II, Des revenus industriels |
Lo que quiere decir es esto. En otros tiempos pueblos invadieron otros pueblos para despojarlos, o sea para sacar lo que hay. En su tiempo se trata más bien de subjuzgar estos pueblos y beneficiar de su capacidad industrial. Desde un punto de vista de un historiador no vale la pena discutir esta tesis, porque es absurda. Hay ejemplos para la mera destrucción, pero igualmente había y hay ejemplos para lo otro. Si se quiere se puede ver en esta tesis, formulada de manera bastante rara, un grano de verdad. Desde un punto de vista meramente económico sirve para bien poco gastar dinero en hacer la guerra. Es más rentable invertir en la formación de pueblos ajenos. Primero porque entonces son capaces de comprar productos nacionales y segundo porque son capaces de utilizar productos nacionales de tecnología alta y por lo tanto se puede vendérselos.
Un buen ejemplo para ello es España y sus colonias. El oro de Sudamérica era una especie de "ahorro". Había "capital" en abundancia, pero esto servía a bien poco, porque el mismo efecto habría podido tener papel imprimido. El problema era el potencial productivo. Pizarro habría sido más listo si hubiese dedicado su tiempo a construir una máquina de vapor envés de conquistar tierras ajenas.
En cuanto al error más garrafal, el concepto del ahorro, Jean Baptiste Say casi no se distingue de Smith y Ricardo. Sin embargo un pequeño mejoramiento hay. Mientras que para Adam Smith, David Ricardo y Karl Marx, este último es el más fatal de todos, el ahorro deriva únicamente de la plusvalía exprimido del trabajo, para Say ahorro es simplemente la parte de las ganancias no consumidas. Es un pequeño mejoramiento, porque incluye que las ganancias pueden ser igualmente rentas (en el sentido de David Ricardo), resultado de la suerte, de una idea innovadora etc. etc..El problema principal, que todo el concepto del ahorro es erróneo no está resuelto con esto, sin embargo Jean Baptiste Say acepta lo que es obvio para todo el mundo.
Se reprocha muy a menudo a Keynes que no distingue bien entre la economía clásica y la economía neoclásica. El que dice esto no ha entendido bien la teoría keynesiana. Dado que tanto la economía clásica como la economía neoclásica tienen las misma ideas raras en cuanto al ahorro y el dinero se refiere, Keynes no distingue. Es bastante lógico. Se puede formar un grupo si todos los miembros del grupo cometen el mismo error en cuanto se refiere a un aspecto central. Lo que no se puede hacer es meter autores muy distintos en el mismo grupo por el mero hecho que tienen en común algunas cosas. Uno puede meter los mamíferos y los pájaros en el mismo grupo si le interesa el hecho que pueden regular la temperatura del cuerpo ellos mismos. Si le interesa el aspecto como se reproducen más vale agrupar los pájaros y los reptiles en el mismo grupo.
Un buen ejemplo para ello es España y sus colonias. El oro de Sudamérica era una especie de "ahorro". Había "capital" en abundancia, pero esto servía a bien poco, porque el mismo efecto habría podido tener papel imprimido. El problema era el potencial productivo. Pizarro habría sido más listo si hubiese dedicado su tiempo a construir una máquina de vapor envés de conquistar tierras ajenas.
En cuanto al error más garrafal, el concepto del ahorro, Jean Baptiste Say casi no se distingue de Smith y Ricardo. Sin embargo un pequeño mejoramiento hay. Mientras que para Adam Smith, David Ricardo y Karl Marx, este último es el más fatal de todos, el ahorro deriva únicamente de la plusvalía exprimido del trabajo, para Say ahorro es simplemente la parte de las ganancias no consumidas. Es un pequeño mejoramiento, porque incluye que las ganancias pueden ser igualmente rentas (en el sentido de David Ricardo), resultado de la suerte, de una idea innovadora etc. etc..El problema principal, que todo el concepto del ahorro es erróneo no está resuelto con esto, sin embargo Jean Baptiste Say acepta lo que es obvio para todo el mundo.
Se reprocha muy a menudo a Keynes que no distingue bien entre la economía clásica y la economía neoclásica. El que dice esto no ha entendido bien la teoría keynesiana. Dado que tanto la economía clásica como la economía neoclásica tienen las misma ideas raras en cuanto al ahorro y el dinero se refiere, Keynes no distingue. Es bastante lógico. Se puede formar un grupo si todos los miembros del grupo cometen el mismo error en cuanto se refiere a un aspecto central. Lo que no se puede hacer es meter autores muy distintos en el mismo grupo por el mero hecho que tienen en común algunas cosas. Uno puede meter los mamíferos y los pájaros en el mismo grupo si le interesa el hecho que pueden regular la temperatura del cuerpo ellos mismos. Si le interesa el aspecto como se reproducen más vale agrupar los pájaros y los reptiles en el mismo grupo.
La mayoría de las ideologías, como por ejemplo la escolástica o el marxismo, no son realmente refutadas en el sentido estricto de la palabra. Desvanecen simplemente. A partir de un cierto momento parecen abruptamente, esto era el caso del marxismo, o lentamente, como la escolástica o la religión en general. Muy a menudo se revela que la respuesta a una pregunta es irrelevante, porque ya la pregunta es irrelevante. La economía académica tiene un cambio de este tipo delante de sí todavía.
Hay muchos elementos que son constitutivos para una ideología. Temen la luz del día como la cucarachas, quiere decir que los conceptos sobre la cual se basa consisten en sutilezas, cuyo fin es desviar de la realidad. Vamos a ver más tarde por ejemplo que Karl Marx necesita 100 páginas enteras para decir una cosa, tan irrelevante como errónea, que se puede decir en una frase sola. De esta manera la ideología pura y simple se convierte en algo que tiene pinta de "ciencia". Algo similar es la teoría de Vilfredo Pareto. Vilfredo Pareto nos cuenta en centenares de páginas porque la gente cambia productos, algo que fácilmente se puede explicar con tres frases. Pero no son cuenta porque la situación inicial de los individuos que participan en el cambio es tan distinta y esta última cuestión es la realmente interesante. La primera no presenta problema alguno. Una persona que cambia 3 naranjas por dos manzanas lo hace, porque le gustan más las naranjas. Si le gustasen tanto la manzanas como la naranjas no lo haría, porque dos manzanas para él son igual de útiles que dos naranjas. Esta filosofía manzanera la encontramos en cualquier libro de texto sobre economía, pero es de suponer que a aquellos que no lo saben todavía y que cambian una tableta de chocolate, que les gusta mucho por una zanahoria, que no les gusta en absoluto, no se les puede ayudar.
Hay muchos elementos que son constitutivos para una ideología. Temen la luz del día como la cucarachas, quiere decir que los conceptos sobre la cual se basa consisten en sutilezas, cuyo fin es desviar de la realidad. Vamos a ver más tarde por ejemplo que Karl Marx necesita 100 páginas enteras para decir una cosa, tan irrelevante como errónea, que se puede decir en una frase sola. De esta manera la ideología pura y simple se convierte en algo que tiene pinta de "ciencia". Algo similar es la teoría de Vilfredo Pareto. Vilfredo Pareto nos cuenta en centenares de páginas porque la gente cambia productos, algo que fácilmente se puede explicar con tres frases. Pero no son cuenta porque la situación inicial de los individuos que participan en el cambio es tan distinta y esta última cuestión es la realmente interesante. La primera no presenta problema alguno. Una persona que cambia 3 naranjas por dos manzanas lo hace, porque le gustan más las naranjas. Si le gustasen tanto la manzanas como la naranjas no lo haría, porque dos manzanas para él son igual de útiles que dos naranjas. Esta filosofía manzanera la encontramos en cualquier libro de texto sobre economía, pero es de suponer que a aquellos que no lo saben todavía y que cambian una tableta de chocolate, que les gusta mucho por una zanahoria, que no les gusta en absoluto, no se les puede ayudar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario