Un día, discutiendo acerca de la forma exacta de un elefante, no conseguían ponerse de acuerdo. Como ninguno de ellos había tocado nunca uno, decidieron salir al día siguiente a la busca de un ejemplar, y así salir de dudas.
ESCRIBA LO QUE DESEA LEER EN ESTE BLOG
martes, 9 de abril de 2013
El Título de la Investigación
Balestrini (2006) plantea algunas consideraciones importantes al momento de formular el título de la investigación, las cuales se discuten a continuación.
El título es lo que identifica la investigación, por ello es necesario que refleje el área temática que se propone investigar.
Por lo cual, éste es una definición abreviada o reducida del problema que se pretende estudiar, por lo que se debe delimitar y concretar, además de ser claro y transparente en la formulación del mismo.
Al respecto, Ramírez (2006) plantea que el título es “una especie de envoltura de un producto, ya que es lo primero con lo que se entra en contacto el potencial consumidor del mismo” (p. 46), entonces, se observa que este aspecto de la investigación es de gran importancia, porque es lo primero que observan las personas, con lo cual las mismas pueden intuir si es lo que anda buscando o no.
La redacción de un título no es tarea fácil, por tanto, siempre se recomienda mantener como provisional y sujeto a cambios a medida que se lleva a cabo la investigación, en vista de que si el contenido varia entonces el título también cambia. En este sentido, para tener un buen título es fundamental, como sugiere Balestrini (2006) que: “debe ser lo suficientemente “preciso” en cuanto a su contenido, en la medida que deberá reflejar, solamente, el ámbito del tema que se investigará” (p. 21).
Biografia:
Balestrini A., M. (2006) Cómo se elabora el proyecto de investigación (7a. e.). Caracas, Venezuela: Consultores Asociados. Ramírez, T. (2006) Cómo hacer un proyecto de investigación. Caracas, Venezuela: Editorial PANAPO
Tomado de:
El Título de la Investigación
Tomado de: http://blogs.unellez.edu.ve/matematica/2009/10/16/el-titulo-de-la-investigacion/
Balestrini (2006) plantea algunas consideraciones importantes al momento de formular el título de la investigación, las cuales se discuten a continuación.
El título es lo que identifica la investigación, por ello es necesario que refleje el área temática que se propone investigar. Por lo cual, éste es una definición abreviada o reducida del problema que se pretende estudiar, por lo que se debe delimitar y concretar, además de ser claro y transparente en la formulación del mismo.
Al respecto, Ramírez (2006) plantea que el título es “una especie de envoltura de un producto, ya que es lo primero con lo que se entra en contacto el potencial consumidor del mismo” (p. 46), entonces, se observa que este aspecto de la investigación es de gran importancia, porque es lo primero que observan las personas, con lo cual las mismas pueden intuir si es lo que anda buscando o no.
La redacción de un título no es tarea fácil, por tanto, siempre se recomienda mantener como provisional y sujeto a cambios a medida que se lleva a cabo la investigación, en vista de que si el contenido varia entonces el título también cambia.
En este sentido, para tener un buen título es fundamental, como sugiere Balestrini (2006) que: “debe ser lo suficientemente “preciso” en cuanto a su contenido, en la medida que deberá reflejar, solamente, el ámbito del tema que se investigará” (p. 21).
Biografia:
Balestrini A., M. (2006) Cómo se elabora el proyecto de investigación (7a. e.). Caracas, Venezuela: Consultores Asociados.
Ramírez, T. (2006) Cómo hacer un proyecto de investigación. Caracas, Venezuela: Editorial PANAPO
La Teoría de las Ideas
La Teoría de las Ideas
La teoría de las Ideas representa el núcleo de la filosofía platónica, el eje a través del cual se articula todo su pensamiento. No se encuentra formulada como tal en ninguna de sus obras, sino tratada, desde diferentes aspectos, en varias de sus obras de madurez como "La República", "Fedón" y "Fedro". Por lo general se considera que la teoría de las Ideas es propiamente una teoría platónica, pese a que varios estudiosos de Platón, como Burnet o Taylor, hayan defendido la tesis de que Platón la había tomado directamente de Sócrates. Los estudios de D. Ross, entre otros, han puesto de manifiesto las insuficiencias de dicha atribución, apoyando así la interpretación más generalmente aceptada.
La formulación tradicional
Tradicionalmente se ha interpretado la teoría de las Ideas de la siguiente manera: Platón distingue dos modos de realidad, una, a la que llama inteligible, y otra a la que llama sensible. La realidad inteligible, a la que denomina "Idea", tiene las características de ser inmaterial, eterna, (ingenerada e indestructible, pues), siendo, por lo tanto,ajena al cambio, y constituye el modelo o arquetipo de la otra realidad, la sensible o visible, constituida por lo que ordinariamente llamamos "cosas", y que tiene las características de ser material, corruptible, (sometida al cambio, esto es, a la generación y a la destrucción), y que resulta no ser más que una copia de la realidad inteligible.
La primera forma de realidad, constituida por las Ideas, representaría el verdadero ser, mientras que de la segunda forma de realidad, las realidades materiales o "cosas", hallándose en un constante devenir, nunca podrá decirse de ellas que verdaderamente son. Además, sólo la Idea es susceptible de un verdadero conocimiento o "episteme", mientras que la realidad sensible, las cosas, sólo son susceptibles de opinión o "doxa". De la forma en que Platón se refiere a las Ideas en varias de sus obras como en el "Fedón" (el alma contempla, antes de su unión con el cuerpo, las Ideas) o en el "Timeo" (el Demiurgo modela la materia ateniéndose al modelo de las Ideas), así como de la afirmación aristotélica en la "Metafísica" según la cual Platón "separó" las Ideas de las cosas, suele formar parte de esta presentación tradicional de la teoría de las Ideas la afirmación de la separación ("khorismós") entre lo sensible y lo inteligible como una característica propia de ella.
El dualismo sensible/inteligible
Una de las primeras consecuencias que se ha extraído de esta presentación tradicional de la teoría de las Ideas es, pues, la "separación" entre la realidad inteligible, llamada también mundo inteligible ("kósmos noetós") y la realidad sensible o mundo visible ("kósmos horatós"), que aboca a la filosofía platónica a un dualismo que será fuente de numerosos problemas para el mantenimiento de la teoría, y que Aristóteles señalará como uno de los obstáculos fundamentales para su aceptación.
Lo inteligible
En cuanto a las Ideas, en la medida en que son el término de la definición universal representan las "esencias" de los objetos de conocimiento, es decir, aquello que está comprendido en el concepto; pero con la particularidad de que no se puede confundir con el concepto, por lo que las Ideas platónicas no son contenidos mentales, sino objetos a los que se refieren los contenidos mentales designados por el concepto, y que expresamos a través del lenguaje. Esos objetos o "esencias" subsisten independientemente de que sean o no pensados, son algo distinto del pensamiento, y en cuanto tales gozan de unas características similares a las del ser parmenídeo. Las Ideas son únicas, eternas e inmutables y, al igual que el ser de Parménides, no pueden ser objeto de conocimiento sensible, sino solamente cognoscibles por la razón. No siendo objeto de la sensibilidad, no pueden ser materiales. Y sin embargo Platón insiste en que son entidades que tienen una existencia real e independiente tanto del sujeto que las piensa como del objeto del que son esencia, dotándolas así de un carácter trascendente. Además, las Ideas son el modelo o el arquetipo de las cosas, por lo que la realidad sensible es el resultado de la copia o imitación de las Ideas. Para los filósofos pluralistas la relación existente entre el ser y el mundo tal como nosotros lo percibimos era el producto de la mezcla y de la separación de los elementos originarios (los cuatro elementos de Empédocles, las semillas de Anaxágoras o los átomos de Demócrito); también Platón deberá explicar cuál es la relación entre ese ser inmutable y la realidad sometida al cambio, es decir entre las Ideas y las cosas. Esa relación es explicada como imitación o como participación: las cosas imitan a las Ideas, o participan de las Ideas.
Lo sensible
Por su parte la realidad sensible se caracteriza por estar sometida al cambio, a la movilidad, a la generación y a la corrupción. El llamado problema del cambio conduce a Platón a buscar una solución que guarda paralelismos importantes con la propuesta por los filósofos pluralistas: siguiendo a Parménides hay que reconocer la necesaria inmutabilidad del ser, pero la realidad sensible no se puede ver reducida a una mera ilusión. Aunque su grado de realidad no pueda compararse al de las Ideas ha de tener alguna consistencia, y no puede ser asimilado simplemente a la nada. Es dudoso que podamos atribuir a Platón la intención de degradar la realidad sensible hasta el punto de considerarla una mera ilusión. La teoría de las Ideas pretende solucionar, entre otros, el problema de la unidad en la diversidad, y explicar de qué forma un elemento común a todos los objetos de la misma clase, su esencia, puede ser real; parece claro que la afirmación de la realidad de las Ideas no puede pasar por la negación de toda realidad a las cosas.
VER MÁS
VER MÁS
LA CIENCIA PARA ARISTÓTELES
Fraile continua su exposición de la filosofía de Aristóteles atendiendo al concepto de la ciencia.
¿Qué es la ciencia para Aristoteles?
En primer lugar dice que este filósofo conserva el concepto de ciencia como un conocimiento fijo, estable y cierto; sin embargo, suprime las Ideas trascendentes platónicas y solo admite las sustancias particulares divididas jerárquicamente en tres planos: terreste, celeste y divino. Suprime tambien las nociones de participación e imitación. Aristóteles distingue dos órdenes de conocimiento: el sensitivo y el intelectivo. El primer es particular y fuente de todos los conocimientos, es verdadero pero no científico, porque está sujeto a la mutación de las cosas y no distingue lo sustancial de lo accidental. Se queda en la doxa, en la mera opinión, porque su existencia carece de necesidad. De esta manera solo puede llegar a constituir ciencia el conocimiento intelectivo. En el segundo apartado de su capítulo, Fraile enumera las propiedades del conocimiento científico en Aristóteles. En su decir son cuatro: Conocimiento de esencias, intenta responder siempre a ¿qué es?; conocimiento causal, se pregunta por las causas de las cosas; conocimiento necesario, en el sentido de que aquello que es no podría no ser; conocimiento universal, entendiendo universal por aquello que es fijo, inmutable y necesario. Su definición es la siguiente: (sic) La ciencia es, pues, un conocimiento “universal”, es decir, fijo, estable, necesario y cierto de las cosas, que llega hasta sus esencias, las expresa en definiciones y las explica por sus causas” (op. Cit. Pg. 438) En su explicación de las características del conocimiento científico, Fraile no olvida la diferencia entre el orden lógico y el orden ontológico, introducido por Aristóteles para dar cabida dentro de la ciencia a las sustancias materiales del mundo sensible. Éstas aunque no necesarias ontológicamente, sí cabe hallar en ellas una necesidad lógica suficiente para elevarlas a objetos de ciencia. ¿Cómo? (sic) Mediante la actividad abstractiva de nuestro entendimiento (op. Cit. 439). La existencia de estas sustancias es lo que lleva a Aristóteles a llamar la atención acerca de la diferencia de certeza que debe exigirse a cada una de las ciencias. El tercer apartado del capítulo lo dedica Fraile a explicar como llega Aristóteles al concepto universal, imprescindible para edificar sobre él la noción de ciencia. Fraile comienza explicando que Aristóteles conserva el concepto platónico de la ciencia como conocimiento, fijo, estable y necesario pero la necesidad la busca no en el orden ontológico ficticio y apriorístico, sino en el orden lógico. El problema de la ciencia en Aristóteles consiste en (sic) “dotar de los caracteres de fijeza, estabilidad y necesidad a los objetos particulares materiales y móviles del mundo físico, tal como son percibidos por los sentidos” (op. Cit. pg. 440). El tránsito de lo particular a lo universal se verifica por medio de dos procedimientos distintos: la inducción ( epagogé) y la “iluminación” psicológica, elementos complementarios, no excluyentes y simultáneos, que lleva a la aprehensión de lo universal por el entendimiento, lo que llama abstracción. La inducción: Fraile recurre a los Analíticos segundos y el Libro I de la Metafísica, donde Aristóteles describe los grados ascendentes del proceso cognoscitivo. Estos grados son: Sensación => percepción sensible de los objetos materiales; Memoria estos objetos percibidos persisten y se conservan; Experiencia la repetición y confrontación de varias sensaciones repetidas de objetos semejantes, aunque no trasciende lo particular; el Universal (intelección) reducción de muchas experiencias a la unidad de un concepto, que deja la multiplicidad y multitud para ser uno, es decir, reducción de la pluralidad a la unidad; Arte (techne) el universal proyectado sobre lo cambiable, la generación, el movimiento, cuyo objeto es la acción y la producción, para lo que la experiencia y el arte deben ir unidos. El arte conoce la esencia y la causa; Ciencia el universal es su fundamento, cuanto más universal sea, será más elevada la ciencia. Proceso de formación del universal: unificación de la pluralidad a la unidad, estabilización reduciendo lo móvil a lo inmóvil y desmaterialización prescindiendo de la material particular por la material en general. La diferencia del universal platónico y del aristotélico es básicamente que el primero no concibe ciencia de las cosas mudables, y el segundo, derogando el mundo de las ideas subsistentes y inadmitiendo las formas de los seres corpóreos con anterioridad de la materia. Así, Aristoteles, admitiendo las sustancias de los individuos particulares y la esencia constituida por materia y forma, no esta materia y esta forma sino la materia y forma de modo general, el paso de la ontología a la lógica, se distancia irreversiblemente de Platón idealista y apriorístico. Luego define por encima el concepto de la iluminación del entendimiento agente como segunda y necesaria manera de acceder al conocimiento científico a través del universal, todo mediante la introducción del concepto de sentido común, que sirve de primera criba que depura los conocimientos sensibles y los reduce a sustancias comunes. Aplicando a estos conceptos la fantasía del entendimiento agente, se desnuda a estas sustancias de toda materialidad por medio de la iluminación, pasando de ser idea particular a idea universal, representativa de su esencia que actúa sobre el entendimiento pasivo. Lejos, pues, de tener el concepto universal como construcción apriorística, Aristóteles ofrece un producto elaborado por el entendimiento, de valor lógico. Fraile remata el párrafo indicando que con este concepto universal como fundamneto científico, tiene ya el material idóneo para la construcción de la ciencia. Sólo que, en función de cómo es entendida por Aristóteles la ciencia, en función de la pluralidad y modos de ser, a que corresponden pluralidad equivalente de modos de conocer, comienza el capítulo 4 con la división de las ciencias realizada por Aristóteles, el cual concibe el orden de conocer ajustado al orden del ser y no como Kant, que lo concibe a la inversa. Fraile atiende ahora al Corpus Aristotelicum y pasa resita a los diferentes libros y obras donde Aristóteles realiza varias clasificaciones de las ciencias, indicando que en esencia reproducen el esquema platónico (libro VI, XI, XII de Metafísica). En resumen: las ciencias son teoréticas, prácticas y poéticas. Las teoréticas son la Fisica, que atiende a todos los seres del mundo físico, en segundo lugar las matemáticas, ciencia dianoética, cuyo objeto es el estudio de las relaciones y proporciones del accidente de cantidad y en tercer lugar y a diferencia de Platón que situaba la dialéctica como ciencia suprema, Aristóteles coloca la Teología, cuiyo objeto es el estudio de la sustanciaúnica, eterna, inmóvil e inmutable, el mejor de los seres, que , por supuesto, Fraile identifica con Dios. Las ciencias prácticas serán la Política, cuyo objeto es el gobierno de la ciudad; la Económica, el gobierno de la casa (oikos), y la Monástica o Etica, dirección de la vida individual. Las poéticas son las productivas o artísticas, tienen un valor científico mucho menor y son la Gimnástica, la Música, la Dialéctica, la Retórica, la Poética, etc. Las ciencias generales que actúan como instrumentales o introductorias de otras seran la llamada Filosofía Primera, La analítica (lógica) y la Gramática. FUENTE
¿Qué es la ciencia para Aristoteles?
En primer lugar dice que este filósofo conserva el concepto de ciencia como un conocimiento fijo, estable y cierto; sin embargo, suprime las Ideas trascendentes platónicas y solo admite las sustancias particulares divididas jerárquicamente en tres planos: terreste, celeste y divino. Suprime tambien las nociones de participación e imitación. Aristóteles distingue dos órdenes de conocimiento: el sensitivo y el intelectivo. El primer es particular y fuente de todos los conocimientos, es verdadero pero no científico, porque está sujeto a la mutación de las cosas y no distingue lo sustancial de lo accidental. Se queda en la doxa, en la mera opinión, porque su existencia carece de necesidad. De esta manera solo puede llegar a constituir ciencia el conocimiento intelectivo. En el segundo apartado de su capítulo, Fraile enumera las propiedades del conocimiento científico en Aristóteles. En su decir son cuatro: Conocimiento de esencias, intenta responder siempre a ¿qué es?; conocimiento causal, se pregunta por las causas de las cosas; conocimiento necesario, en el sentido de que aquello que es no podría no ser; conocimiento universal, entendiendo universal por aquello que es fijo, inmutable y necesario. Su definición es la siguiente: (sic) La ciencia es, pues, un conocimiento “universal”, es decir, fijo, estable, necesario y cierto de las cosas, que llega hasta sus esencias, las expresa en definiciones y las explica por sus causas” (op. Cit. Pg. 438) En su explicación de las características del conocimiento científico, Fraile no olvida la diferencia entre el orden lógico y el orden ontológico, introducido por Aristóteles para dar cabida dentro de la ciencia a las sustancias materiales del mundo sensible. Éstas aunque no necesarias ontológicamente, sí cabe hallar en ellas una necesidad lógica suficiente para elevarlas a objetos de ciencia. ¿Cómo? (sic) Mediante la actividad abstractiva de nuestro entendimiento (op. Cit. 439). La existencia de estas sustancias es lo que lleva a Aristóteles a llamar la atención acerca de la diferencia de certeza que debe exigirse a cada una de las ciencias. El tercer apartado del capítulo lo dedica Fraile a explicar como llega Aristóteles al concepto universal, imprescindible para edificar sobre él la noción de ciencia. Fraile comienza explicando que Aristóteles conserva el concepto platónico de la ciencia como conocimiento, fijo, estable y necesario pero la necesidad la busca no en el orden ontológico ficticio y apriorístico, sino en el orden lógico. El problema de la ciencia en Aristóteles consiste en (sic) “dotar de los caracteres de fijeza, estabilidad y necesidad a los objetos particulares materiales y móviles del mundo físico, tal como son percibidos por los sentidos” (op. Cit. pg. 440). El tránsito de lo particular a lo universal se verifica por medio de dos procedimientos distintos: la inducción ( epagogé) y la “iluminación” psicológica, elementos complementarios, no excluyentes y simultáneos, que lleva a la aprehensión de lo universal por el entendimiento, lo que llama abstracción. La inducción: Fraile recurre a los Analíticos segundos y el Libro I de la Metafísica, donde Aristóteles describe los grados ascendentes del proceso cognoscitivo. Estos grados son: Sensación => percepción sensible de los objetos materiales; Memoria estos objetos percibidos persisten y se conservan; Experiencia la repetición y confrontación de varias sensaciones repetidas de objetos semejantes, aunque no trasciende lo particular; el Universal (intelección) reducción de muchas experiencias a la unidad de un concepto, que deja la multiplicidad y multitud para ser uno, es decir, reducción de la pluralidad a la unidad; Arte (techne) el universal proyectado sobre lo cambiable, la generación, el movimiento, cuyo objeto es la acción y la producción, para lo que la experiencia y el arte deben ir unidos. El arte conoce la esencia y la causa; Ciencia el universal es su fundamento, cuanto más universal sea, será más elevada la ciencia. Proceso de formación del universal: unificación de la pluralidad a la unidad, estabilización reduciendo lo móvil a lo inmóvil y desmaterialización prescindiendo de la material particular por la material en general. La diferencia del universal platónico y del aristotélico es básicamente que el primero no concibe ciencia de las cosas mudables, y el segundo, derogando el mundo de las ideas subsistentes y inadmitiendo las formas de los seres corpóreos con anterioridad de la materia. Así, Aristoteles, admitiendo las sustancias de los individuos particulares y la esencia constituida por materia y forma, no esta materia y esta forma sino la materia y forma de modo general, el paso de la ontología a la lógica, se distancia irreversiblemente de Platón idealista y apriorístico. Luego define por encima el concepto de la iluminación del entendimiento agente como segunda y necesaria manera de acceder al conocimiento científico a través del universal, todo mediante la introducción del concepto de sentido común, que sirve de primera criba que depura los conocimientos sensibles y los reduce a sustancias comunes. Aplicando a estos conceptos la fantasía del entendimiento agente, se desnuda a estas sustancias de toda materialidad por medio de la iluminación, pasando de ser idea particular a idea universal, representativa de su esencia que actúa sobre el entendimiento pasivo. Lejos, pues, de tener el concepto universal como construcción apriorística, Aristóteles ofrece un producto elaborado por el entendimiento, de valor lógico. Fraile remata el párrafo indicando que con este concepto universal como fundamneto científico, tiene ya el material idóneo para la construcción de la ciencia. Sólo que, en función de cómo es entendida por Aristóteles la ciencia, en función de la pluralidad y modos de ser, a que corresponden pluralidad equivalente de modos de conocer, comienza el capítulo 4 con la división de las ciencias realizada por Aristóteles, el cual concibe el orden de conocer ajustado al orden del ser y no como Kant, que lo concibe a la inversa. Fraile atiende ahora al Corpus Aristotelicum y pasa resita a los diferentes libros y obras donde Aristóteles realiza varias clasificaciones de las ciencias, indicando que en esencia reproducen el esquema platónico (libro VI, XI, XII de Metafísica). En resumen: las ciencias son teoréticas, prácticas y poéticas. Las teoréticas son la Fisica, que atiende a todos los seres del mundo físico, en segundo lugar las matemáticas, ciencia dianoética, cuyo objeto es el estudio de las relaciones y proporciones del accidente de cantidad y en tercer lugar y a diferencia de Platón que situaba la dialéctica como ciencia suprema, Aristóteles coloca la Teología, cuiyo objeto es el estudio de la sustanciaúnica, eterna, inmóvil e inmutable, el mejor de los seres, que , por supuesto, Fraile identifica con Dios. Las ciencias prácticas serán la Política, cuyo objeto es el gobierno de la ciudad; la Económica, el gobierno de la casa (oikos), y la Monástica o Etica, dirección de la vida individual. Las poéticas son las productivas o artísticas, tienen un valor científico mucho menor y son la Gimnástica, la Música, la Dialéctica, la Retórica, la Poética, etc. Las ciencias generales que actúan como instrumentales o introductorias de otras seran la llamada Filosofía Primera, La analítica (lógica) y la Gramática. FUENTE
Suscribirse a:
Entradas (Atom)