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sábado, 23 de noviembre de 2013

¿Quién es Óscar López Meneses, el ex operador del fujimontesinismo?


López Meneses, que hasta ayer gozó de custodia policial, fue yerno del prófugo general Malca y captador de tránsfugas para el fujimorismo. Fue arrestado por guardar armas y equipos de “chuponeo”
(Video Willax TV/ Foto archivo El Comercio)
Hasta hace unas horas Óscar López Meneses, un ex operador del fujimontesinismo, gozaba de una exclusiva custodia policial en su domicilio de Surco. Este hecho provocó el relevo de seis altos oficiales de la PNP y será investigado para determinar de quién vino la orden, según aseguró hoy el ministro del Interior Wilfredo Pedraza. ¿Pero quién es López Meneses?
Se trata de un egresado de Odontología en la Universad San Martín de Porres, aunque luego se conoció por medios periodísticos que su título fue anulado por no haber cumplido con los requisitos.
Estuvo casado con Elena Maribel Malca, hija del ex ministro de defensa Víctor Malca Villanueva, hoy prófugo de la justicia. Fue Malca quien lo llevó ante Vladimiro Montesinos y llegó a formar parte del círculo estrecho del ex asesor presidencial.
Una de sus principales actividades era coordinar con la bancada fujimorista en el Congreso y captar legisladores tránsfugas.
Tras la fuga de Montesinos a Panamá varias propiedades de López Meneses fueron intervenidas por disposición de Fujimori. También se le incautó un teléfono encriptado por el que se comunicaba con Montesinos.
En su casa de Casuarinas, donde vivía con la hija de Malca, también se encontró gran cantidad de armamento, algunos de propiedad del ex ministro de Defensa.
También la secretaria de Montesinos, Matilde Pinchi Pinchi, aseguró haberle entregado 150 mil dólares.
Fue procesado por los delitos de peculado, interceptación telefónica y tenencia ilegal de armas y en 2012 fue sentenciado a cuatro años de prisión suspendida.
En 2007, López Meneses también fue sorprendido participando en una reunión en el restaurante Fiesta, con el ex ministro aprista Agustín Mantillay varios altos mandos militares, además del magistrado del Tribunal Constitucional Javier Ríos Castillo.

    López Meneses en 2001

    López Meneses en 2001: "A la gente de diferentes países no le gusta el cholo Toledo" 

    [Audio]

    Ex operador de Montesinos conversaba sobre opciones de ganar que tenían Alejandro Toledo y Alan García tras caída de Fujimori. López Meneses prefería a García

    FABIOLA TORRES LÓPEZ
    Unidad de Investigación
    En enero de 2001, un mes antes de que empezara a ser buscado por la justicia y fugara del país, Óscar López Meneses estuvo muy atento a la campaña electoral por la presidencia para medir las posibilidades que tenían de ganar los candidatos Alejandro Toledo y Alan García.
    Este fue un tema de conversación del operador político de Vladimiro Montesinos con varios de sus interlocutores a los que llamó por teléfono en ese período. A varios les expresaba su preferencia porque el Apra volviera al poder y les contaba el profundo rechazo que tenía el líder de Perú Posible, Alejandro Toledo, en el extranjero.
    “De lo que hemos estado conversando un poquito anoche con gente de diferentes países, no ven bien al cholo Toledo. No les gusta para nada. ¡Qué bestia!”, le dijo a un interlocutor no identificado, según audios a los que accedió El Comercio. Sin embargo, sus cálculos políticos fueron errados porque ese año Alejandro Toledo ganó la presidencia.
    El 8 de febrero del 2001, tras la incautación de equipos de interceptación telefónica en los almacenes de Ramsa, Óscar López Meneses desapareció del mapa y no se supo de él hasta que la justicia lo encontró en Miami en el 2003 y lo deportó al Perú. Pero el paso del tiempo jugó a su favor porque su juicio por peculado, en el que fue sindicado como uno de los testaferros de Montesinos, prescribió el 19 de junio pasado.

      "El crecimiento actual no contiene la semilla del desarrollo sostenible"


      Autores del libro “Qué se puede hacer con el Perú”, indican que a pesar del crecimiento económico, hay que reforzar políticas de productividad e inclusión
      VER EL VÍDEO DE COMERCIO
      (Video: El Comercio)

      A lo largo de nuestra historia republicana, el Perú ha tenido periodos de expansión económica muy importantes pero que nunca pudieron perdurar en el tiempo. ¿Qué hacer para que el crecimiento económico sea más inclusivo y sostenible?
      Piero Ghezzi y José Gallardo presentan el libro “Qué se puede hacer con el Perú”, publicación que expone algunas ideas para sostener nuestra economía a largo plazo, para así no repetir momentos de nuestra historia económica donde la carencia de políticas adecuadas impidió que se sostuviera ese crecimiento.
      “Existen lecturas aparentemente excluyentes de lo que ocurre en el Perú. Por un lado, a la macroeconomía le va espectacular, con crecimientos que han sido muy altos en los últimos años. Por otro lado existen otro grupo de indicadores como la productividad, el empleo y la desigualdad en el que nuestro país no está tan bien”, indica Ghezzi, ex director ejecutivo de Economía Global y Mercados Emergentes del Barclays Capital.
      Asimismo, señala que el Perú aparece como poco diversificado. En los últimos años, productivamente no se ha transformado y ante ello algunos analistas internacionales son muy pesimistas respecto al Perú, basados en el hecho de cómo un país con institucionalidad extractiva no tenga aún un desarrollo sostenible consolidado.
      “Nuestra idea es que el crecimiento actual no contiene la semilla que nos va a llevar al desarrollo económico sostenible. Los factores externos que nos han venido apoyando, posiblemente van a ser menos favorables en un futuro. Para que un país logre el desarrollo económico, primero debe tener un fuerte desarrollo institucional, y ese proceso no se está dando en el Perú. Todo lo contrario, se está debilitando”, advirtió.
      José Gallardo, catedrático y director del programa de Maestría en Economía de la Universidad Católica, señala que el libro analiza e indaga en los errores del sistema político y que no permiten afianzar la institucionalidad en el país.
      “Muchas de las diferencias que observamos en los indicadores económicos se origina en la ausencia de respaldo a algunas políticas de estado, como son la educación, desarrollo moral, seguridad, etc. En estos casos necesitamos burocracias altamente especializadas que permitan resolver los problemas de fondo en estos sectores”.
      ANTECEDENTES DE CRECIMIENTO
      En palabras de Ghezzi, observando los antecedentes de la economía peruana, hubo tres importantes episodios de crecimiento en la economía peruana: “El boom del Guano entre 1841 y 1875; entre 1894 y 1929 hubo un proceso de crecimiento interrumpido por la primera guerra mundial; y finalmente el periodo que se forjó entre la segunda guerra mundial y el comienzo del ‘Velascato’ (1948-1968).
      “Todos estos periodos no fueron muy distintos unos de otros, fueron procesos de aproximadamente 30 años de crecimiento, y sus niveles de crecimiento fueron muy similares al crecimiento actual”, sostiene.
      Es por ello que para el economista uno de los objetivos del libro es aceptar que el crecimiento económico actual no es tan inusual en términos históricos, ni de estándares internacionales. Esto demuestra que la debilidad institucional, presente en todos esos periodos de expansión económica, dificulta el manejo de los “booms” de los recursos naturales.
      GASTO PÚBLICO
      Por otro lado, Gallardo destaca que en los temas de gasto público existe una posición fiscal muy sólida, un manejo macroeconómico responsable por parte del Ministerio de Economía. A pesar de ello, aún está en deuda trabajar de manera frontal el tema de eficiencia en el gasto y articularlo a las políticas fiscales, para que así permita al estado ser más eficiente.
      “El crecimiento peruano en la última década, así como ha traído muchas cosas positivas, nos ha dejado también en una situación de competitividad que no es la mejor. Debido a la expansión de los ingresos medios de la población, hemos observado que la productividad no ha crecido tanto como este último. Entonces, hay que actuar para generar, nuevamente, ventajas en competitividad en la economía nacional”, dice.
      Para ello, destaca Gallardo, se debe acabar con la relación antagónica entre el Estado y la empresa privada. De acuerdo con el economista, el Estado tiene que ser un socio efectivo del sector privado y asegurar condiciones de funcionamiento adecuados en las regiones, donde hay un gran potencial de crecimiento, pero al mismo tiempo riesgo de actividades delictivas.

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