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domingo, 26 de abril de 2020

Glosario científico: las claves para entender la lucha contra el coronavirus


Glosario científico: las claves para entender la lucha contra el coronavirus

Dory Gascueña
La información científica, y muchos conceptos de nicho imprescindibles para abordarla, han dado el salto a la gran pantalla como consecuencia de la crisis del coronavirus. Lejos del vértigo ante lo desconocido, entender bien los conceptos científicos que están detrás de la batalla que estamos librando contra el COVID-19 nos permitirá digerir la información y poder asimilar mejor la magnitud del problema, así como la esperanza de la ciencia ante posibles soluciones y cómo funciona el  mecanismo biológico detrás del virus SARS-CoV-2.

Cuanta más información práctica comprendamos, menos incertidumbres tendremos y con ello podemos reducir también la ansiedad o el miedo. La ciencia es la clave para solucionar la amenaza para la salud que supone el COVID-19 y por eso recopilamos a continuación algunos conceptos útiles para poner en perspectiva toda la información científica que consumimos a diario, directa o indirectamente.
Zoonosis: es el proceso por el cual se transmiten de forma natural enfermedades de los animales el ser humano a través de la exposición directa o el consumo de alimentos derivados de los mismos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) mantiene una vigilancia constante sobre este fenómeno a través del sistema GLEWS, con el que agrega y coordina mecanismos de la alerta de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE). El virus del ébola, el del zika, la rabia, el dengue o la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (CCHF) son algunos ejemplos de las enfermedades zoonóticas que estos organismos vigilan. De momento, no hay confirmación científica de cuál es el animal que dio origen al virus SARS-CoV-2, aunque sí se ha estrechado el cerco alrededor de murciélagos y pangolines, pues son reservorios de virus bastante parecidos al SARS-CoV-2.
Ecoepidemiología: la epidemiología permite hacer un seguimiento de cuántas personas tienen una enfermedad, cómo la contraen y cómo afecta esto a la sociedad y la economía. Además, tiene un papel clave en la protección de la salud pública y puede proporcionar información valiosa para el desarrollo de nuevos medicamentos y sistemas de protección ante una enfermedad particular, como en el caso de el COVID-19. De esta ciencia deriva una versión más actualizada: la ecoepidemiología (o ‘landscape epidemiology’ en inglés), que tiene el objetivo de integrar modelos complejos que expliquen la multidimensionalidad del proceso de salud a diferentes niveles. A saber, el medioambiente, el comportamiento de la población, e incluso la evolución de los sistemas celulares y moleculares.
Inmunología: es la ciencia que estudia los mecanismos fisiológicos de respuesta del organismo ante microorganismos, toxinas o antígenos que lo atacan. En este momento,  queda mucho por saber sobre cómo responden las personas infectadas por el virus SARS COV-2. Sin embargo, los estudios preliminares realizados hasta la fecha en animales apuntan a que la reinfección no es posible. Lo que sí saben virólogos e inmunólogos es que los virus mutan de forma natural. Precisamente por su condición de parásitos, deben adaptarse de la mejor manera posible a su huésped. En esa evolución, en la que también puede haber errores, siguiendo esa lógica de supervivencia, el virus evolucionaría hacia versiones más contagiosas y menos letales, tal y como confirman estudios preliminares.
Virus: según la Sociedad Española de Virología (SEV), los virus no tienen metabolismo propio, pues son entidades replicativas, por lo que no se les considera seres vivos. Esto implica que necesitan a otros organismos para vivir y reproducirse, como los parásitos. Lo que sí tienen los virus es material genético (ARN o ADN, según la familia a la que pertenezcan), proteínas y en algunos casos también una membrana líquida o grasa. El virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad COVID-19, proviene de la familia Coronaviridae (coronavirus), al igual que sus hermanos SARS-CoV (responsable de la epidemia del SARS en 2002)  y MERS-CoV (que produjo la epidemia del síndrome respiratorio de Oriente Medio en 2012).
Coronavirus: según la Sociedad Británica de Inmunología se han encontrado hasta la fecha siete tipos diferentes de coronavirus en personas que causan enfermedades respiratorias e intestinales. Estos virus tienen forma esférica y están recubiertos de picos de proteína que les ayudan precisamente a unirse a las células sanas e infectarlas. Esa esfera con puntas evoca la forma de una corona, por lo que esta familia de virus recibe el nombre de coronavirus. La membrana que recubre a los coronavirus puede destruirse gracias a jabones y alcohol, por lo que lavarse las manos durante esta epidemia es fundamental para combatir el virus. Si se destruye esa membrana, las proteínas ya no pueden infectar a las células sanas ni comunicarse con ellas.
Vacunas: la ciencia básica que hay detrás de este método de control de enfermedades es la inoculación controlada de una infección para poder generar los anticuerpos necesarios para combatirla y, a la vez, evitar que se desarrollen síntomas severos. El proceso de desarrollo de una vacuna sigue unas fases muy rigurosas de evaluaciones y ensayos clínicos y, además, siguen siendo evaluadas regularmente una vez están en el mercado, tal y como explica la OMS. El objetivo de la inoculación es conseguir una respuesta similar a la que se produciría nuestro sistema inmune con una infección natural. Este método de prevención de enfermedades es uno de los grandes éxitos de la ciencia del siglo XX, aunque la historia de este descubrimiento se remonta a unos silos atrás. Actualmente la Organización Mundial de la Salud contabiliza hasta 60 proyectos de investigación para desarrollar la vacuna que consiga frenar la epidemia del virus SARS-CoV-2. El enorme esfuerzo internacional en la coordinación de las herramientas de investigación hace pensar a la OMS que la ansiada vacuna podría estar lista en un plazo de 18 meses, lo que sin duda sería un hito histórico para la ciencia.



Cuánto puede subir la Bolsa europea según BofA Merrill Lynch

Cuánto puede subir la Bolsa europea según BofA Merrill Lynch

DREAMSTIME EXPANSION
La Bolsa europea puede escalar un 20% hasta agosto. Así lo estiman los estrategas de Bank of America Merrill Lynch en un informe en el que fijan el objetivo para el índice Stoxx 600 en los 400 puntos para agosto.
Esperan que los índices PMI de la zona del euro (índice que sondea a los gestores de compra para ver cómo van las empresas), vuelvan a superar los 50 puntos (por encima de este nivel indica expansión) en el tercer trimestre.
Por eso, esta firma aconseja sobreponderar las acciones de las compañías más ligadas al ciclo frente a las defensivas, a contracorriente de la tendencia actual.
Bank of America ha reducido el peso recomendado del sector de telecomunicaciones hasta infraponderar, y se une al farmacéutico. Prefiere dar más peso a automóviles, bancos y compañías industriales y de recursos básicos.
Los expertos explican que el mercado se está volviendo resistente ante la expectativa de que la causa de la crisis, el coronavirus, se esté desvaneciendo. La desaceleración en la tasa de crecimiento de los casos y la relajación de las medidas de confinamiento les hace confiar en que la actividad económica pueda recuperarse a partir de mayo. "Para ser conservadores, suponemos que el PMI de la zona del euro solo se recuperará a poco menos de 40 en mayo, luego se mantendrá por debajo de 50 hasta agosto y alcanzará 58 en septiembre, en línea con los niveles de recuperación de PMI a fines de 2009", afirman.
Con este escenario, BofA Merrill Lynch otorga un potencial alcista adicional de más del 20% para los cíclicos europeos frente a los defensivos de cara al tercer trimestre. Explican que las compañías más ligadas al ciclo fueron muy castigadas entre febrero y marzo. Pese al rebote que algunas registran desde los mínimos de marzo aún les quedaría recorrido. Esta firma lo justifica por el repunte que espera en el PMI de la zona del euro por encima de 50 en agosto, en combinación con un alza en el rendimiento de los bonos de EEUU al calor de la mejora del crecimiento económico. Esta situación implicaría un rendimiento superior al 20% en los cíclicos respecto a los defensivos desde el nivel actual.
En la Bolsa española, por ejemplo, compañías como el fabricante de piezas para la automoción Cie Automotive, el de acero inoxidable Acerinox y la constructora ACS están entre los valores recomendados por más del 70% de las firmas y con elevado potencial.
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Martes negro para Wall Street y las bolsas europeas

21/04/2020

Martes negro para Wall Street y las bolsas europeas

Los mercados europeos y la bolsa de Nueva York operan con caídas de entre 2 % y el 4 %. Antes, sucedía lo mismo en la región Asia-Pacífico.

Se mantiene la baja en las bolsas del mundo.
Como consecuencia de la caída del precio del petróleo las bolsas del mundo operan este martes con fuertes caídas. Por ejemplo, en Europa, las caídas superan el 2 % y, en algunos casos, hasta el 3 %.
Así, el Dax de Francfurt se derrumbaba un 3,90%, el FTSE 100 de Londres lo hacía un 2,91%, el Ibex 35 de Madrid un 2,72%, el CAC 40 de París un 3,62 % y el Euro Stoxx un 4,02%.
Mientras tanto, en Estados Unidos, las operaciones en Wall Street se mantienen a la baja. El Dow Jones retrocede un 2,51 %, el Nasdaq cae un 3,73 %.
Unas horas antes sucedía lo mismo en la región Asia-Pacífico. En Japón, el índice Nikkei cerró en -1,97, en China, la Bolsa de Shanghai finalizó en -0,90% y la de Shenzhen en -0,82%. Mientras que en Hong Kong, el índice Kospi cayó -1,86%, en Taiwán el Taiex cedió -2,82% y en Corea el Kospi un -1%
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Italia debate la reapertura del país mientras crecen los temores por los efectos económicos del coronavirus: “La crisis va a durar muchos años"



Según los críticos, el Gobierno se está quedando atrás con respecto a las estrategias para levantar el aislamiento nacional y reactivar la economía. Las cifras de pobreza y desempleo se están disparando y el malestar social crece

5 de abril de 2020 
En su hora más oscura desde la Segunda Guerra Mundial, Italia se interroga sobre su futuro. En momentos en que los últimos datos oficiales sugieren que el país más golpeado del mundo por el coronavirus está cerca del pico de contagios, comenzó el debate sobre la “Fase 2”, la reapertura parcial del las actividades tras el cierre total dispuesto para contener el brote el pasado 9 de marzo.
Las consecuencias económicas de esa decisión son aterradoras: según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el país perderá al 2% del PBI por cada mes de cierre, una caída que la patronal italiana estimó en el 0,75% del PBI por semana. El desplome será del 10% en los primeros 6 meses, según los mismos datos.
Los críticos advierten que el gobierno se está quedando atrás con respecto a las estrategias para levantar el aislamiento nacional y reactivar la economía. Las cifras de pobreza y desempleo se están disparando y el malestar social crece.
Según una encuesta de la consultora SWG, la preocupación de perder el trabajo ya es mayor a la de contagiarse de COVID-19. El 60% de los italianos cree que deberá utilizar sus ahorros para hacer frente a los gastos, el 40% podría tener dificultad para pagar hipotecas, alquileres e impuestos y el 30% dijo que podría necesitar un préstamo. En el país que reaccionó al encierro con cantos desde los balcones, ya nadie tiene ganas de cantar.
Las incógnitas de la "Fase 2”
El viernes, el primer ministro Giuseppe Conte anunció al país la prórroga de las restricciones hasta el 13 de abril, aunque no descartó futuras prórrogas . Una vez que los contagios empiecen a disminuir, dijo Conte, iniciará la “Fase 2”, de la “convivencia con el virus”, que permitirá aflojar las medidas de forma gradual, para luego llegar a la última “Fase 3”, la “recuperación de la vida laboral y social” en Italia.
No obstante, no detalló cómo será esta apertura, ni cómo se está planificando.
El primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, durante una videconferencia con los líderes del G20 ( Palazzo Chigi / AFP)
El primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, durante una videconferencia con los líderes del G20 ( Palazzo Chigi / AFP)
Para los críticos, el gobierno está limitándose a ganar tiempo a la espera de una vacuna o un antiviral eficaz. La “fase 2”, advierten, podría tomarlo tan desprevenido como lo hizo el virus hace más de un mes.
“Los ojos de todos están puestos en alto, hacia el pico de contagio, y nosotros parecemos incapaces de levantarnos sobre las puntas de los pies para mirar más allá”, escribió Paolo Giordano, un reconocido escritor y científico italiano, en un ensayo en el Corriere della Sera. “Mientras nos quedamos quietos y recluidos alguien debería aclararnos las reglas de la fase siguiente”.
Plan creíble
El gobierno necesita “un plan creíble que revoque el cierre muy pronto, a la vez que garantice la seguridad de los trabajadores, incluso si el virus aún está presente”, dijo Paul Romer, el economista ganador del Premio Nobel de Economía en 2018, en una entrevista con el periódico Il Fatto Quotidiano. Romer instó a llevar adelante “una política de aislamiento inteligente, lo que significa que las personas sean testeadas varias veces, una vez cada dos semanas”.
“La crisis va a durar muchos años. Es absolutamente imposible, además de profundamente equivocado, pensar en la emergencia de salud de los próximos 2 meses, sin pensar en la emergencia económica posterior de los próximos 3 años”, dijo por su parte Giovanni Cagnoli, presidente de Carisma SpA y fundador y ex CEO de la consultora Bain & Company Italia. “El precio de los errores y los retrasos no son solo las muertes por coronavirus, sino también los ahorros, las jubilaciones, los ingresos y el futuro de todo un país. Un precio terrible a pagar, enormemente más alto que las ya dramáticas muertes sufridas por nuestra comunidad”, escribió en Linkiesta este hombre de negocios, uno de los primeros en alertar sobre las consecuencias económicas de las medidas de aislamiento.
Personas en fila en el mercado de Rialto en Venecia (REUTERS/Manuel Silvestri)
Personas en fila en el mercado de Rialto en Venecia (REUTERS/Manuel Silvestri)
Son varios los expertos que advirtieron sobre los peligros de no definir una estrategia clara. 150 científicos pidieron en una carta abierta que las medidas de la “Fase 2” se centren en el uso de la tecnología para trazar los casos positivos con una derogación de las reglas de privacidad, el aislamiento de los positivos en hoteles, la obligación del uso de barbijos en los lugares públicos y testeos masivos para determinar quiénes tienen anticuerpos y pueden retomar sus actividades.
“No está permitido equivocarse”, escribieron. “Las decisiones que las instituciones tomen ahora van a tener repercusiones durante muchos años”.
Entre las hipótesis que están examinando los técnicos del Comité Científico Técnico que asesora al gobierno está la posible reapertura de aquellas empresas o actividades de producción que puedan garantizar el respeto del distanciamiento social. También se evalúa la posibilidad de una apertura basada en la edad. Es el llamado “modelo israelí”, que prevé el fin de la cuarentena para los sujetos más fuertes, como los jóvenes, ya que los datos muestran un riesgo bajo —una mortalidad menor al 1%— para las personas de hasta 50 años de edad.
Un problema: datos poco confiables
Otro de los problemas que entorpece la capacidad de decisión del gobierno es la poca fiabilidad de los datos oficiales. Lejos de ser un caso de censura similar al que ocurrió en China, los datos que la Protección Civil brinda en su boletín diario se ven distorsionados por el bajo número de pruebas realizadas, debido a que el test se hace sólo a personas con síntomas visibles y según criterios diferentes en cada región.
Varios expertos y estudios concuerdan en que los casos positivos son muchos más que los 124 mil reportados hasta el sábado. Un estudio estadístico realizado por un grupo de investigadores italianos, publicado en el archivo de Cold Spring Harbor Laboratory (CSHL), el editor BMJ y la Universidad de Yale, calificó de “particularmente poco fiable” el número de contagios diarios informado por la Protección Civil. Según estos especialistas, el 25 de marzo había entre 670 mil y 3,3 millones de contagiados con COVID-19 en el país.
Otro estudio, del Imperial College de Londres, estimó que al 28 de marzo los contagiados podían ser 5,9 millones, un 9,8 por ciento de la población de 60 millones de habitantes.
Hasta el número de muertes —más de 15 mil hasta el sábado— parece estar subestimado, según se desprende de la comparación entre los datos de las muertes registrados por el ente estadístico oficial (ISTAT) con el mismo mes del año anterior. En algunas zonas especialmente golpeadas, como las provincias de Bérgamo y Brescia, el número de muertes llegó a ser cuatro veces mayor al del año anterior, por encima de los datos oficiales de fallecidos por coronavirus.
Un sacerdote local bendice los ataúdes almacenados en una iglesia debido al alto número de muertes, antes de que se los lleven los camiones del ejército, mientras Italia lucha por contener la propagación del coronavirus en Seriate, Italia, el 28 de marzo de 2020. REUTERS/Flavio Lo Scalzo
Un sacerdote local bendice los ataúdes almacenados en una iglesia debido al alto número de muertes, antes de que se los lleven los camiones del ejército, mientras Italia lucha por contener la propagación del coronavirus en Seriate, Italia, el 28 de marzo de 2020. REUTERS/Flavio Lo Scalzo
La importancia de tener datos más confiables hizo que Italia comenzara una serie de análisis de sangre para identificar rápidamente quién tiene el virus y quién ya tiene los anticuerpos. No obstante, estos testeos aún se encuentran en una fase de prueba.
“Este estudio y la reapertura no están conectados. Siempre le hemos dicho al Gobierno que la evolución de la curva epidémica debe evaluarse cada 15 días. Y por lo tanto, la reapertura está condicionada por la curva, que actualmente se dirige hacia un aplanamiento", dijo Walter Ricciardi, el representante italiano de la Organización Mundial de Sanidad y consultor del ministerio de Salud.
El virus no desaparecerá
Así, Italia vive una situación paradójica: si por un lado se vislumbran algunas buenas noticias, como la tendencia de ligero descenso en la curva de contagios, el menor número de muertes en 9 días y la disminución de los pacientes en cuidados intensivos, los técnicos que asesoran el gobierno temen que hablar demasiado pronto de una “Fase 2” pueda aumentar los riesgos de una recaída.
El jefe de la Protección Civil italiana consideró que el cierre del país debe durar al menos hasta el 2 mayo y que su apertura deberá ser gradual, a partir del día 16 de ese mes, mientras Giovanni Rezza, el jefe de enfermedades infecciosas del Instituto Superior de Salud, advirtió de la necesidad de insistir en las medidas de restricción social, como el confinamiento, sin las cuales las víctimas se habrían seguramente multiplicado.
“Sin medidas, en seis meses habríamos tenido la inmunidad colectiva, pero con un gran número de muertes y de afectados”, sostuvo. Y agregó: “No nos engañemos, el virus no desaparecerá”.
https://www.infobae.com/america/mundo/2020/04/05/italia-debate-la-reapertura-del-pais-mientras-crecen-los-temores-por-los-efectos-economicos-del-coronavirus-la-crisis-va-a-durar-muchos-anos/

Wall Street y las bolsas europeas cerraron con fuertes ganancias animadas por la cifras alentadoras sobre una baja en las víctimas del coronavirus

6 de abril de 2020

Wall Street y las bolsas europeas cerraron con fuertes ganancias animadas por la cifras alentadoras sobre una baja en las víctimas del coronavirus

Los principales mercados del mundo registraron importantes subas después que España, Italia y Francia registraron una esperanzadora reducción del número de muertos por la pandemia. La situación del petroleo, en cambio, sigue siendo complicada

Wall Street y las bolsas europeas cerraron este lunes con importantes ganancias, animadas por el cierre al alza de Tokio esta madrugada y la caída en el número de muertes en los países más afectados del mundo por la pandemia del nuevo coronavirus.

La bolsa de Nueva York, en Estados Unidos, cerró con fuertes alzas tras una racha negativa: el Dow Jones cerró con una suba del 7,73% y el Nasdaq de 7,33%. Mientras que el S&P 500 trepó un 7,03%.

La bolsa de Nueva York había terminado con pérdidas el viernes después de que los datos del empleo mostraran un fuerte retroceso de puestos de trabajo en el país, pero este lunes los inversores comenzaron la jornada con optimismo.

Europa también cerraba con ganancias: Fráncfort subía el 5,7%; Milán el 4%; Madrid el 3,99%; París el 4,6 % y Londres el 3,08%. El índice Euro Stoxx 50, que refleja la evolución del medio centenar de compañías más capitalizadas de la zona euro, avanzaba el 5%

“Los mercados europeos están operando al alza porque los inversores están haciendo caso omiso al pesimismo”, dijo el analista Naeem Aslam de AvaTrade.

“Están enfocadas en cosas más optimistas: la disminución de la tasa de mortalidad causada por el coronavirus”, agregó.

España, Italia y Francia registraron el fin de semana una esperanzadora reducción del número de muertos por la pandemia, que ya mató a 68.000 personas en el mundo.

La bolsa de Tokio subió este lunes el 4,24 % y los futuros sobre los índices estadounidenses repuntaban más del 4 % a esta hora.

“Los inversores reaccionaron de manera positiva a los informes de una desaceleración de la cantidad de muertos en Italia y España”, dijo Yoshihiro Ito, experto de Okasan Online Securities, en una nota informativa.

“Pero aún no está claro si el brote será contenido”, agregó.

En efecto, en Japón, el primer ministro Shinzo Abe se prepara para declarar el estado de emergencia en algunas zonas de país, incluyendo Tokio, donde el número de infectados continúa aumentando.

El petróleo, todavía complicado


El campo petrolero de Nahr Bin Umar en Basra, Iraq (REUTERS/Essam Al-Sudani/archivo)
El campo petrolero de Nahr Bin Umar en Basra, Iraq (REUTERS/Essam Al-Sudani/archivo)

La situación del petroleo seguía siendo complicada. El lunes, los precios del petróleo crudo cayeron con fuerza en Asia tras postergarse una reunión entre la OPEP y Rusia, lo que aleja la posibilidad de un acuerdo que permita sostener las cotizaciones.

El barril de petróleo Brent, de referencia en Europa, bajaba el 3,48 % y se negociaba a 32,92 dólares, mientras que el WTI de Texas, referencia en Estados Unidos, perdía el 5,18% en 26,87 dólares.

Aliviar confinamientos

No obstante, “los mercados adoptan un tono más optimista” pues “ciertos gobiernos fijan Pascua para empezar a aliviar los confinamientos” asegura Jasper Lawler, analista de London Capital Group.

“Los inversores ven en ello la señal precursora de una salida del túnel de la parálisis económica”, agrega.

En cambio el mercado de la deuda seguía estable, en un contexto de confianza en el apoyo de los bancos centrales. Asimismo se mantenía estable la moneda europea frente al dólar.

Pero la semana se anuncia muy difícil para Estados Unidos --donde el desempleo subió a 4,4% y se han destruido 700.000 empleos-- lo que generará impacto en todo el planeta en general y en los mercados en particular.

Para Tangi Le Liboux, estratega de la sociedad de corretaje Aurel BGC, “una nueva fase de yo-yo”, con pronunciados altos y bajos, parece anunciarse para los mercados.

Además, “el fin del confinamiento será largo y laborioso y no es nada seguro que la economía vuelva a nivel de precrisis, incluso durante meses, si el virus sigue circulando”, agrega.

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