La destrucción creadora de schumpeter. Su significado histórico y su proyección actual
- Autores: Joan Morro Delgado
- Directores de la Tesis: Sonia Arribas Verdugo (dir. tes.)
- Lectura: En la Universitat Pompeu Fabra ( España ) en 2019
- Idioma: español
- Tribunal Calificador de la Tesis: Francisco José Martínez Martínez (presid.), Jordi Maiso Blasco (secret.), Joaquín Miguel Valdivielso Navarro (voc.)
- Materias:
- Tesis en acceso abierto en: TDX
- Resumen
Schumpeter entiende la Destrucción Creadora como el hecho esencial del capitalismo, es decir, como la experiencia genuina de la civilización capitalista. Esta civilización es el resultante de los procesos de modernización, los cuales suponen la tendencia al cambio radical en todas las dimensiones socioeconómicas; una tendencia vinculada significativamente al emprendimiento. No obstante, en los últimos años, la Destrucción Creadora ha sido entendida de dos nuevas maneras, ambas complementarias de lo que dijo Schumpeter. Por un lado, como deseo, según lo cual cada uno ha de destruir y crear las condiciones de su propia vida. Por otro lado, como principio crítico, por el que el mencionado hecho esencial se concibe como un postulado para cualquier teoría crítica de la modernidad. Las dos comportan, pues, sendas filosofías políticas. En mi tesis, siguiendo este planteamiento general, analizo cómo se origina y se esparce la Destrucción Creadora y dónde se reconoce en la actualidad.
Esta tesis doctoral está divida en tres partes. En la primera, justifico la idea schumpeteriana según la cual la Destrucción Creadora es el hecho esencial del capitalismo y añado que ha entrado en una nueva fase durante las últimas décadas, a la que llamo “infoindustrial”. Considero el paso del emprendedor fáctico al emprendedor mítico y, siguiendo a ciertos autores marxistas (D. Harvey, B. Jessop, etc.), presento al neoliberalismo como una gramática autoritaria que no puede identificarse ni con el capitalismo ni con el emprendedorismo. Esto me lleva a discutir algunas tesis célebres de M. Foucault, en concreto las de la gubernamentalidad y el pastorado, pero también la idea de Homo Œconomicus tal como lo han presentado el intelectual francés, algunos de sus seguidores actuales (W. Brown, P. Dardot, C. Laval, etc.) y los economistas convencionales desde el siglo XIX. Las principales ideas de esta parte son dos y están latentes a lo largo de la tesis. Por un lado, siguiendo expresamente a Schumpeter, sostengo que donde hay capitalismo hay Destrucción Creadora y que, en condiciones capitalistas, no cabe suponer que impere por doquier una suerte de racionalidad unívoca. Por otro lado, desarrollando la obra de este autor -y en especial la Trilogía de Harvard, esto es, la obra que redactó al final de su vida en EEUU- en el contexto de la filosofía política y las sociedades capitalistas contemporáneas, señalo que actualmente nos encontramos ante la consolidación de lo que llamo “el mito del emprendedor”. El valor de estas ideas es de carácter filosófico y político, para pensar tanto la historia del capitalismo como su porvenir.
En la segunda parte de la tesis se responde de forma razonada si hay un pensamiento original en la Trilogía de Harvard. Descartada una respuesta afirmativa, analizo cada una de las hipótesis más fundamentadas sobre las fuentes y la elaboración del pensamiento maduro de Schumpeter, que son tres. La primera, que es la dominante entre economistas, reza que dicha trilogía supone una suerte de adaptación retórica de los escritos juveniles de nuestro autor, cuando no una excentricidad. Entre quienes han sostenido está lectura destaca P. Samuelson, pero también cabe mencionar a autores como F. A. von Hayek y I. Kirzner. La segunda, actualmente sostenida por algunos historiadores del pensamiento económico, como E. S. Reinert y Y. Shionoya, apunta a que Schumpeter fue, si no un disimulado miembro de la Escuela Histórica Alemana, un economista humanista tradicional. La tercera, sostenida desde sus tiempos de Harvard por autores tan próximos a él como P. Sweezy y subrayada por estudiosos del pensamiento marxista como T. Bottomore, sugiere que Schumpeter fue un crítico del marxismo cuya obra madura es, en cierto modo, una reconstrucción del pensamiento de Marx. Me sirvo también de los análisis de estas hipótesis para exponer y argumentar la escisión histórica en la academia occidental entre las disciplinas “filosóficas”, “económicas” y “políticas”, así como, de forma más concreta, la formación de la obra schumpeteriana. Tras analizar las tres hipótesis mencionadas, considero que la tercera no sólo es la más coherente dado el material disponible: también es la que permite una mayor actualidad tanto de Marx como de Schumpeter.
En la tercera parte, partiendo ya expresamente de Schumpeter como reconstructor de Marx, comento lo que entiendo por el significado histórico de la Destrucción Creadora y su proyección actual. Explico qué es la visión según Schumpeter, diferenciando entre dos visiones que éste advierte en la historia del pensamiento económico, y cómo y por qué la Destrucción Creadora nos permite ver el capitalismo. En este sentido, expongo la concepción schumpeteriana de la historia y, retomando críticamente algunas ideas de autores como G. Lukács, M. Berman y D. Harvey, no sólo justifico que el personaje Fausto de Goethe es un arquetipo de la Destrucción Creadora, sino que el poeta alemán ya ve lo que Schumpeter teoriza a través de su reconstrucción de Marx. Goethe, así, es una referencia clave para el estudio del capitalismo desde una perspectiva schumpeteriana. Por otro lado, comento y discuto algunos intentos contemporáneos de codificar dicha visión, la experiencia genuina del capitalismo, lo que permite verlo, a fin de posibilitar, presuntamente, la optimización de cualquier sociedad. Asimismo, argumento que dichos intentos, los cuales son especialmente promocionados por la OCDE, responden en buena parte a lo que considero el criterio civilizatorio básico del capitalismo, esto es, la sofisticación de la unidad contable. En todo caso, no obstante, subrayo que la Destrucción Creadora no puede sino implicar un compromiso con la tragedia, pues conlleva “políticas fáusticas”. De ahí que apunte a considerarla, además de una experiencia, como un principio crítico y que, a mi juicio, el estudio de los procesos de modernización desemboque en una filosofía política irreductible al normativismo.
La presente tesis doctoral se encuadra en una defensa y una radicalización de la lectura documental de Schumpeter frente a las lecturas revisionistas o neoschumpeterianas, esto es, las que lo presentan como a una suerte de profeta y pretenden actualizar su obra como si de un aparato de ingeniería se tratara. Asimismo, trata una serie de cuestiones que resultan pertinentes para las investigaciones y los debates abiertos en el marco académico en el que dicha tesis se ha realizado; de forma general, responder a "¿qué es el capitalismo?". Por tales razones, este trabajo comporta una reivindicación de Schumpeter para las Humanidades, así como la articulación filosófica de cuatro fenómenos capitalistas que él puso sobre la mesa y que todavía están por explorar, a saber: el emprendimiento creador, el crédito moderno, el fin de la sincronización de la producción y los paradigmas tecnoeconómicos. El estado actual de tales fenómenos es constitutivo de la fase infoindustrial del capitalismo y de los compromisos actuales -más o menos tácitos o enfáticos- bien con el mito del emprendedor, bien con las políticas fáusticas. Estas, sin embargo, resultan hoy por hoy insoslayables.