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sábado, 8 de marzo de 2014

CAMBIO EN EL ORDEN ECONÓMICO MUNDIAL

CAMBIO EN EL ORDEN ECONÓMICO MUNDIAL



En el entorno del año 2025, el sistema de relaciones internacionales será totalmente diferente del sistema actual, ya que la globalización económica habrá adquirido toda su dimensión, se habrá completado la emergencia de los nuevos actores mundiales, la transferencia de riqueza y economía del oeste hacia el este será una realidad. Por otro lado, el océano Pacífico será el centro de gravedad estratégico mundial, mientras que la influencia de los sujetos no estatales habrá alcanzado una posición privilegiada
Así es como resume el CESEDEN (Centro Superior de Estudios la Defensa Nacional) el cambio en el orden económico mundial que se está dando en la actualidad y que se va a consumar en las próximas décadas.
INTERESANTE: Brasil, Rusia, India y China (BRIC) Una realidad geopolítica singular (Documentos de Seguridad y Defensa, CESEDEN, Ministerio de Defensa, 2011) 
Así como el S.XIX estuvo dominado por Europa y el S.XX por Estados Unidos, todo parece indicar que el S.XXI estará dominado por las economías asiáticas. A medida que avance el siglo, la zona del Atlántico Norte irá perdiendo poder relativo en favor de la región Asia-Pacífico.
Según los informes del Real Instituto Elcano “hacia 2050 Asia será responsable del 50% de la producción mundial, Europa y América del Norte de un 15% cada una y América Latina y África de algo menos del 10% cada una. La economía china doblará en tamaño a la de EEUU y Alemania será la única economía europea entre las diez más grandes, por detrás de la India, Brasil, Indonesia, Rusia, Japón y tal vez Nigeria o México. Además, la India se convertirá en la mayor economía del mundo antes de 2050, ya que su población envejecerá más despacio que la de China.”
Todas estas profecías y proyecciones de un escenario económico futuro no están enunciadas porque sí. Se basan en análisis y datos bien estudiados. Por eso es muy posible que estemos ante un rebalanceo de la economía mundial, que hará que la clásica distinción entre centro y periferia planteada por los teóricos del estructuralismo hace medio siglo quede cada vez más obsoleta.

Aumento generalizado de la riqueza

Gracias a la globalización impulsada por el sistema capitalista, en las dos últimas décadas se ha creado más riqueza que en todo el siglo pasado. Las potencias occidentales se han enriquecido desarrollando la terciarización de sus economías y apostando por sectores como el cuaternario, que exploran campos como la tecnología, la innovación, la investigación… etc. Por otro lado, los tradicionales sectores primario y secundario, dedicados a la extracción y a la fabricación, se han trasladado progresivamente desde el centro hacia la periferia, y esto ha permitido que nuevas economías se desarrollen como productoras de materias primas y se hayan especializado en la fabricación y confección. Los países del Sudeste Asiático, Oriente Medio o Latinoamérica son ahora las regiones del mundo que realizan las tareas de extracción de materias primas (petróleo, madera, carbón, gas, minerales, productos agrarios…) y las que se encargan también de la producción (industria textil, automovilística, fábricas de todo tipo…).
Los procesos de deslocalización y las inversiones internacionales directas que desde el centro (Occidente, potencias tradicionales) han tenido lugar hacia otras zonas del planeta han permitido que surjan nuevos países etiquetados como emergentes, que están encaminados a liderar la economía en un futuro no muy lejano.
Con este proceso de globalización y de liberalización del comercio exterior no sólo han salido ganando los países occidentales, cuyas empresas se han beneficiado reduciendo costes al otro lado del océano, también los países que han recibido esas inversiones y esas deslocalizaciones han salido reforzados. Tanto que, de hecho, algunos de estos países emergentes están amenazando la supremacía que tenían las viejas potencias tradicionales.
Ranking PIB 1990-2011Como vemos en las tablas de la derecha, que muestran el ranking de los diez países más ricos, ha habido un incremento considerable en el PIB nominala nivel global.
El Producto Interior Bruto (PIB) es el valor monetario total de la producción de bienes y servicios de un país durante un período determinado, normalmente un trimestre o un año.
Antes de analizar el cambio en el orden económico mundial es interesante prestar atención a un dato que evidencia el aumento de la riqueza en el mundo: el décimo país en el ranking del año 2011 tiene un PIB superior al que tenía el tercer país del ranking de 1990. Esto quiere decir que, mientras en 1990 tan sólo tres países superaban los 1.7 billones de PIB, en 2011 todos los del TOP 10 tienen el producto interior bruto superior a esa cantidad.
Por otro lado, también encontramos un aumento del PIB a nivel global si analizamos el otro extremo: en 1990 el décimo país del ranking tenía un PIB de 460.000 millones de dólares. En el ranking de 2011 tenemos que bajar hasta la posición 24ª para encontrarnos con un PIB similar. Es decir, actualmente 24 países tienen un PIB superior a los 460.000 millones, mientras que en 1990 tan sólo eran 10 los países que superaban esa cantidad.
Los datos del Banco Mundial nos confirman que ha habido un aumento generalizado de la riqueza en el mundo: en 1990 el PIB mundial se estimó en unos 22 billones de dólares, y en 2011 se calculó un PIB mundial de unos 70 billones de dólares.
Además, los estudios de las Naciones Unidas pronostican que el PIB mundial va a seguir aumentando durante los próximos años.
A parte de confirmar que el producto interior bruto mundial ha aumentado considerablemente en los últimos 20 años y que sigue aumentando año tras año, lo interesante es analizar cómo se ha repartido ese aumento entre los países.
Atendiendo a los datos del Banco Mundial, en 1990 los países más ricos eran Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, Canadá, España, Rusia y Brasil. Es decir, en el TOP 10 todos eran países occidentales, salvo Rusia y Brasil, que ocupaban los dos últimos puestos. En esos años La Tríada económica estaba al frente de la economía mundial.
En el ranking de 2011 observamos muchos cambios. El puesto número uno sigue siendo para Estados Unidos, pero en segundo lugar ha aparecido un país que no figuraba en el TOP 10 de 1990: China, que además aventaja con distancia al tercer clasificado. Otro de los cambios que encontramos es que algunas de las potencias tradicionales han desaparecido, dejando paso a nuevas economías emergentes, más en concreto, a los BRIC. En el TOP 10 de 2011 encontramos a Brasil, Rusia, India y China, que amenazan con seguir escalando puestos:
-China está al acecho de Estados Unidos (algunas fuentes estiman su PIB en más de 11 billones).
-Brasil ya es la sexta economía más importante del mundo, por delante de Reino Unido e Italia.
-Rusia e India amenazan con adelantar rápidamente a Italia.
Estos datos nos permiten explicar porqué el PIB mundial no deja de crecer aun teniendo en cuenta la grave crisis económica que está viviendo el mundo actualmente. Para empezar, la crisis económica está afectando a Occidente y no tanto a los países emergentes, que son los que están aportando mayor porcentaje al crecimiento de la economía global. Estos países, encabezados por los BRIC, están consiguiendo dos cosas: compensar el declive de los países occidentales para mantener el crecimiento global y reconfigurar el orden económico mundial, haciendo aparecer nuevos polos de poder que lideren la economía, como por ejemplo el Sudeste Asiático.
INTERESANTE: Lo importante no es la desaceleración, sino el rebalanceo del crecimiento mundial (Observatorio de Economía Internacional, 2012) 

De las viejas a las nuevas potencias

Los tradicionales centros de decisión (centros económicos, financieros, de nivel internacional) localizados en Occidente (ciudades globales como Nueva York, Los Ángeles, Chicago, Londres, París, Berlín, Amsterdam, Madrid, Milán, Tokyo…) están siendo superados en importancia internacional por nuevos centros financieros y económicos como Singapur, Ciudad de México, Bangkok, Yakarta, Buenos Aires, Kuala-Lumpur, Hong-Kong, Sao Paulo, Johannesburgo, Manila, Ciudad del Cabo, Lagos, Río de Janeiro… ciudades que aparecen hoy en día representadas en los mapas de manera destacada. Todas estas son ciudades millonarias en habitantes (algunas de ellas con más de 10 millones). Estas nuevas ciudades del S.XXI son, además de grandes urbes, centros financieros y de decisión, de los que depende la economía mundial.
ARTÍCULO RELACIONADO: Ciudades globales (Juan Pérez Ventura, Diciembre 2012)
MundoPIB
En este mapa, extraído del Informe de Desarrollo Mundial de 2009, elaborado por el Banco Mundial, podemos observar cómo los tres polos tradicionales de poder siguen destacando sobre el resto del mundo. La representación del producto interior bruto agranda las superficies de los países, y vemos que Norteamérica, Europa y Japón son los tres centros de poder económico.
Aun así, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) pronostica que en 2016 China podría llegar a ser la mayor economía del mundo, superando a Estados Unidos. Según la OCDE, durante toda la década (2010-2020) la tasa media de crecimiento económico será de un 8%. En 2014 el pronóstico es que la economía china crezca a un ritmo del 8,9%, mientras que EEUU no superará el 2,8%.
Pese al escenario económico mundial, que perjudica gravemente a las exportaciones chinas, el gigante asiático conseguirá hacer frente a la crisis mediante la demanda interna (siempre y cuando adopte laspolíticas adecuadas). El boom consumista será suficiente para mantener un crecimiento económico superior al de Estados Unidos en los próximos años.
Es decir, en un mundo sumido en la crisis económica, el crecimiento que China no encuentra fuera de sus fronteras puede compensarlo centrándose en su economía interna. China puede alcanzar ritmos espectaculares de crecimiento con el propio funcionamiento de la economía nacional. Mientras el mundo esté en crisis, las exportaciones chinas tendrán que esperar su momento, y la nueva potencia líder se irá forjando dentro de sus murallas. Si el mundo no consume, ya consumirán los propios chinos.
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En el anterior gráfico, sacado del Informe de Desarrollo Humano de 2013 (unpd.org), se muestra cómo las nuevas potencias están alcanzando a Occidente en el aspecto productivo. Mientras en las décadas de 1940, 1950, 1960 o 1970 los países occidentales como Canadá, Francia, Alemania, Francia, Reino Unido o Estados Unidos suponían más del 45% de la producción mundial, este porcentaje ha caído hasta el 30% en el año 2010. De forma paralela, la importancia de países como Brasil, China o India no ha dejado de aumentar desde mitad del S.XX, y las proyecciones indican que seguirá haciéndolo en este S.XXI, llegando a superar a Occidente en algún momento antes del año 2020.
La producción industrial (textil, automovilística, tecnológica, metalúrgica, juguetera…) está teniendo lugar en los países del Sur. Estos países que emergen han estado durante todo el S.XX apartados del escenario mundial, y marginados de la toma de decisiones a nivel internacional. Ahora, en el S.XXI, son precisamente ellos quienes se preparan para liderar la economía global, mientras los polos de poder tradicionales pierden su estatus y sufren graves desaceleraciones económicas.
Esta caída de Estados Unidos, Europa y Japón es aun más evidente cuando se compara con los datos económicos de los países emergentes. Se está dando un cambio en el orden económico que puede ir acompañado de un cambio en el orden político. Los emergentes van a adquirir cada vez más fuerza política y de decisión, de forma que países antaño olvidados son ahora los que poseen la riqueza y el poder.
Por ejemplo, en noviembre de 2011 el fondo soberano China Investment Corporation (CIC) poseía un capital que ascendía a 410.000 millones de dólares. Si recuperamos los datos de PIB de las tablas anteriores, podemos comparar esa enorme cantidad de dinero con el PIB de un país de los años noventa.
Además, como muestra de la superioridad económica que las potencias emergentes (o emergidas) tienen sobre las potencias tradicionales, podemos comprobar que desde el gobierno Chino se mira hacia Europa como una región en declive y que pende de un hilo que ellos mismos pueden cortar o asegurar.
Esta convergencia entre las potencias tradicionales y los países emergentes va a continuar durante los próximos años. El Banco Mundial estimó que en 2013 el bloque de países del euro cerraría el año con una contracción del 0,2% del PIB. Por el contrario, según los estudios de esta institución, las naciones emergentes crecerían más del 5% en 2013 y 2014. (fuente: CNNexpansión)
El cambio en los polos de poder económicos se traduce, entre otras cosas, en un cambio de la movilidad de las personas. Cuando en la década de 196o los españoles tenían que emigrar en busca de trabajo, los referentes eran potencias europeas como Francia o Alemania. Hoy en día, los jóvenes europeos ven cómo los destinos han cambiado: ahora hay más oportunidades en países como Brasil, Chile, India, China, Indonesia o México.
Para los europeos, que han recibido una buena preparación, muchas veces los países emergentes son lugares a los que ir con una cualificación mayor que la de los habitantes de estos países. Un joven inglés que acabe trabajando en Tailandia lo hará en un buen puesto de trabajo. Desde Occidente los profesionales que emigran a buscar trabajo en los nuevos centros de crecimiento son normalmente informáticos, ingenieros, empresarios emprendedores, arquitectos… En general trabajos de alto rango, relacionados con los servicios a empresas, las nuevas tecnologías de la información, el diseño, la innovación… etc. En las economías emergentes, la mano de obra barata y de baja cualificación la reciben del propio país: trabajadores y obreros pakistaníes, indonesios, indios o vietnamitas.
Como podemos ver en el mapa Cambio en el orden económico mundial se está dando un proceso de rebalanceo de los centros de poder, de Oeste a Este, desde las costas del Atlántico Norte hacia las costas del Este de Asia, donde se encuentran algunas de las economías más importantes del momento: India, China y países del Sudeste Asiático (ASEAN).
Los tradicionales líderes de la economía mundial todavía no han perdido ese estatus. Alemania, Francia, Estados Unidos, Reino Unido o Italia siguen estando entre los primeros puestos del ránking. Pero todo indica que en los próximos años serán alcanzados por los BRIC y los next eleven (N-11).
RELACIONADO: Ver artículo Los países emergentes, donde se analizan los países que están llamados a liderar la economía mundial.
Cambio en el orden económico mundial
China supera ya a Estados Unidos como la nación comercial más potente del mundo (fuente: RT.es). Los datos de 2012 señalan que mientras Estados Unidos realizó un comercio que ascendió a 3,82 billones de dólares, China alcanzó los 3,87 billones. Aunque la diferencia no es muy grande (aun hablado de billones de dólares), es importante destacar que China tuvo un superávit de 231.000 millones de dólares en el comercio anual y Estados Unidos, por el contrario, tuvo un déficit de 727.900 millones. (Noticia en RT.es)
Según Jim O’Neill, economista creador del acrónimo BRIC, China se está convirtiendo en el socio comercial más importante para muchos países del mundo, en especial para países europeos como Alemania.
Aun así, el volumen total de la economía de Estados Unidos es mucho mayor que el de la economía china. Según el Banco Mundial, la economía de Estados Unidos es más de el doble que la de China. En 2011 el PIB de EEUU alcanzó los 15 billones de dólares, mientras que el de China fue de 7,3 billones. Es interesante observar que China, cuya economía es de un tamaño mucho menor que la de Estados Unidos, tiene un volumen de comercio mayor.
Algunos datos sueltos (y no por eso menos importantes) nos dan una idea de cómo está la “lucha por el número uno”. Por ejemplo China es el mayor consumidor de energía del mundo, cuenta con el mayor mercado mundial de automóviles, y es el mayor exportador de mercancías. Estados Unidos, por su parte, tiene la economía más grande del mundo y es el mayor importador del mundo. Por su parte China se apunta un importante tanto con el siguiente récord: es el país con mayores reservas de moneda extranjera.
Otro dato importante tiene que ver con las reservas de oro, muy importantes para hacer frente a épocas de crisis. Rusia y China se han convertido en líderes mundiales por el crecimiento de sus reservas oficiales de oro, un ‘airbag’ que se activaría en caso de crisis o de problemas con el dólar, la principal moneda de reserva (fuente: RT.es).
RELACIONADO CON: Reservas de divisas y de oro (Juan Pérez Ventura, Marzo 2013)
Además de Rusia, China y otras grandes economías como Brasil y la India, han aparecido en el escenario mundial nuevas zonas emergentes, en especial el Sudeste Asiático, además de algunos países de Latinoamérica (México, Argentina, Venezuela…) e incluso de África (Nigeria, Sudáfrica…).
En el caso de la región latinoamericana, el aumento de los precios de las materias primas, el auge de Asia como importante comprador de productos primarios latinoamericanas, las bajas tasas de interés mundiales y los crecientes flujos de capital llevarán a los grandes exportadores de materias primas de Sudamérica y a los países en el resto de América Latina y el Caribe a crecer a diferentes velocidades, lo que a su vez les significará desafíos para elaborar políticas diferentes.

Un cambio que genera tensiones

El cambio en el equilibrio de poder en la economía mundial ya ha generado conflictos en las relaciones económicas internacionales, así como en las instituciones de gobernanza global. En los próximos años es muy probable que estos conflictos se intensifiquen. Tal y como dice Federico Steinberg, investigador principal de Economía y Comercio Internacional del Real Instituto Elcano:
Por una parte, el rápido crecimiento de los países emergentes les llevará a demandar mayores cuotas de poder en las instituciones internacionales. Por otra, los problemas de endeudamiento y desempleo de los países avanzados podrían dar un auge de las presiones proteccionistas, que podría generar conflictos. Además, como los países avanzados tendrán que concentrarse en sus problemas económicos internos, es posible que dejen cierto vacío de poder y liderazgo en la escena internacional que Brasil, China y la India podrían intentar aprovechar.
Además de estas tensiones políticas derivadas de un escenario económico mucho más equilibrado y con varios centros de poder, se pueden dar tensiones provocadas por el control de los recursos energéticos y materias primas. Los grandes emergentes ya están asegurándose sus importaciones de recursos naturales, cerrando importantes tratos comerciales por todo el mundo: en África, en Asia Central, en Latinoamérica… Mientras tanto, el poder de Europa y Estados Unidos no deja de decrecer.
Los países emergentes están dispuestos a quitarles el liderazgo mundial a Estados Unidos y Europa. Tanto es así, que en la V Cumbre de los BRICS en Marzo de 2013 los cinco países emergentes se comprometieron a crear un Banco de Desarrollo propio, que pudiera hacer frente a instituciones internacionales como el Banco Mundial o el FMI. Según los líderes de los BRICS, estas organizaciones están controladas por Estados Unidos, y únicamente defienden los intereses de Occidente. Será la primera vez en la historia contemporánea que haya una potente estructura financiera dedicada al comercio internacional sin la participación del dólar. Actualmente (2012) el intercambio comercial entre los BRICS asciende a 230.000 millones de dólares y es muy posible que pronto alcance los 500.000 millones, así que esta noticia tiene mucha importancia para el devenir de la economía internacional.
Los líderes de los BRICS han expresado varias veces su descontento con la política de las instituciones financieras occidentales. En su opinión, la reforma de estas instituciones no es suficiente y no tiene en cuenta los intereses del grupo. De modo que han acordado poner en marcha un Banco de Desarrollo común que compense el daño causado por las políticas financieras de los países de Occidente.

Hacia un mundo multipolar

Es el objetivo de los países emergentes y del Tercer Mundo: diversificar los centros de poder político y económico para intentar hacerse un hueco dentro del escenario internacional. Es su oportunidad para tener voz en las decisiones de carácter global.
La configuración actual del mundo se basa en el predominio de Estados Unidos, principal potencia política, económica, cultural y militar. De esta forma las decisiones que se toman a nivel global vienen determinadas e influenciadas por EEUU y sus principales socios: Europa y Japón. Estos tres polos de poder tradicionales se conocen como La Tríada Económica.
Durante todo el S.XX las decisiones globales se tomaron teniendo en cuenta únicamente las voces de los países de Occidente. Ahora, a principios del S.XXI, algunos analistas tienen claro que se está fraguando un cambio en el orden económico que llevará hacia un mundo multipolar. ¿Qué significa esto? Que durante las próximas décadas las decisiones económicas, políticas o militares de importancia global no las tomarán únicamente Estados Unidos y Europa. Cada vez será más importante el punto de vista de países como la India o Brasil.
Este cambio en el orden mundial, basado en un rebalance de la economía hacia los países emergentes, permitirá que el mundo sea un lugar más plural, y donde haya espacio para varias voces y opiniones. Con la configuración predominante en el pasado únicamente importaba la palabra de Estados Unidos o de las potencias europeas. A partir de ahora, se espera que las decisiones internacionales estén condicionadas por la opinión de varias potencias, no necesariamente de carácter mundial, sino también regionales, como pueden ser Indonesia, México, Nigeria… etc.
Un mundo multipolar aseguraría la participación de más países en la toma de decisiones, y por lo tanto el devenir de la Humanidad podría tomar nuevos rumbos, al incluirse nuevos puntos de vista en las mesas de diálogo internacional. Al tradicional discurso occidental se sumarían las voces de nuevos países protagonistas como los estudiados en el artículo Los países emergentes.
En relación a las posibles tensiones que puede generar esta nueva configuración del mundo, con varias potencias enfrentadas económica y culturamente, el presidente ruso, Vladimir Putin, asegura que: “No consideramos a los BRICS como un competidor geopolítico de los países de Occidente o sus organizaciones. Al contrario, estamos abiertos al diálogo con quienes estén interesados en él, dentro de un modelo general multipolar”.
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Autor de la web ‘El Orden Mundial en el S.XXI’. Estudiante de Geografía e inquieto por comprender cómo funciona el mundo. Además de blogger, soy un viajero incansable.
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