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martes, 8 de marzo de 2022

Amenazas y ventajas de la enseñanza de la Historia del Pensamiento Económico hoy

 Amenazas y ventajas de la enseñanza de la Historia del Pensamiento Económico hoy 

Andrés Álvarez y Jimena Hurtado* 

–Introducción –I. ¿Por qué no enseñar Historia del Pensamiento Económico? –II. Relevancia y pertinencia de la Historia del Pensamiento Económico. –Reflexión final. –Bibliografía. 

Primera versión recibida en julio de 2010; versión final aceptada en diciembre de 2010 


Resumen: En este artículo buscamos responder a los diferentes argumentos contrarios a la historia del pensamiento económico, como área de investigación y de enseñanza, para mostrar la vigencia y relevancia del área en la formación de los futuros economistas. En momentos en que la Economía es cuestionada por su incapacidad de ofrecer soluciones y por su fascinación con la medición y la técnica, nos parece pertinente rescatar la historia del pensamiento económico como campo de reflexión, de crítica y de introspección. Así, los nuevos economistas entenderán que la Economía es un proceso y no un producto y podrán participar activamente en el presente extendido de su disciplina. 

Palabras clave: Historia del pensamiento económico, enseñanza, investigación, teoría económica. Clasificación JEL: A11, A13, A14, A22, B2. Pros and Cons of Teaching and Research in the History of Economic Thought Today 

Abstract: This article intends to rebut the arguments against teaching and research in the history of economic thought, thus, highlighting its relevance in the academic formation of future economists. In a moment where economics has been questioned for its inability to provide answers and for its fascination with measurement and technique, we believe it is time to advocate and promote history of economic thought as a field of reflection, criticism and introspection. A field that shows future economists that economics is a process and not a product, providing them with the necessary insights to participate actively in the “extended present” of their discipline. 

Keywords: History of Economic Thought, teaching, research, economic theory. JEL Classification: A11, A13, A14, A22, B2. 

Menaces et avantages pour l’enseignement et la recherche de l’Histoire de la pensée économique aujourd’hui 

Résumé : Dans cet article nous essayons de donner de réponses aux arguments contraires à l’enseignement et la recherche en Histoire de la pensée économique aujourd’hui. Ces réponses permettent de montrer sa vigueur et sa pertinence dans la formation des futurs économistes. Dans une période de questionnement de l’économie à cause de son incapacité d’offrir de réponses aux crises et de sa fascination pour la mesure et la technique, l’Histoire de la pensée économique peut être vue comme un espace de réflexion, de critique et d’introspection. Un espace capable de montrer aux futurs économistes que l’Économie est un procès et pas un produit, et de leur permettre de participer activement dans le présent étendu de leur discipline. 

Mots clés : Histoire de la pensée économique, enseignement, rechercher, théorie économique. Classement JEL : A11, A13, A14, A22, B2

Introducción 

Desde los inicios de la Historia del Pensamiento Económico, como una subdisciplina dentro de la economía, los historiadores del pensamiento han sentido la necesidad de justificar su quehacer. En ocasiones, esta discusión parece responder más a una posición defensiva que a una argumentación académica o propositiva. La posición de los historiadores del pensamiento puede ser interpretada de dos formas: la primera, como una situación de paranoia1 , y la segunda, como una forma de aprovechar nuevas oportunidades2 . Nosotros optamos, en particular en los tiempos que estamos viviendo, por la segunda opción. La historia del pensamiento económico, creemos, es una reserva de sentido y de sensatez para toda la teoría económica y para todos los economistas, y por lo tanto, para la interpretación del mundo y de los fenómenos económicos. 

En este texto pretendemos dar cuenta, al menos en parte, de la situación en que se encuentra la historia del pensamiento económico y que se caracteriza, por un lado, por la pérdida de importancia de la historia del pensamiento económico en la formación de economistas3 y, por el otro, por el auge de la comunidad de historiadores del pensamiento4 . Estas son dos tendencias que a primera vista pueden no parecer contradictorias, puesto que la historia del pensamiento económico parece considerarse cada día con más fuerza como una subdisciplina independiente de la Economía. 

Incluso, existe un grupo importante de historiadores del pensamiento que consideran que esta subdisciplina tiene su lugar en la filosofía de la ciencia y en la historia de las ideas, y ya no en la Economía. De acuerdo con este grupo5 , la menor importancia dada a la historia del pensamiento económico en la formación de economistas refleja la consolidación y, prácticamente, la independización de la subdisciplina que ya no debe ser vista como parte integral de la teoría económica,

sino como parte de la historia de las ciencias. Frente a este grupo existe una posición contraria6 , según la cual la historia del pensamiento económico tiene todo su lugar en la formación de economistas, porque hacer historia del pensamiento económico es hacer teoría económica, es entrenarse como economista, y es entender cómo piensan los economistas y cómo se ha construido la Economía. 

Este texto se ubica en el segundo grupo y busca avanzar argumentos en favor de la enseñanza de la historia del pensamiento económico y de su importancia como reserva de sentido y de sensatez, y como participación en una conversación dentro del presente extendido (Boulding, 1971), donde los economistas de todos los tiempos son interlocutores válidos y valiosos. La historia del pensamiento económico es una reserva de sentido en la medida, en que nos permite tener una visión más integral del desarrollo de la economía, permitiéndole a la disciplina pensarse a sí mismas en la continuidad de unas grandes preguntas. Es una reserva de sensatez, en cuanto permite mantener en perspectiva los resultados que parecen descubrimientos modernos pero que, en realidad, tienen antecedentes y desarrollos alternativos en el presente extendido de la disciplina. 

Con el fin de presentar esta aproximación a la historia del pensamiento económico, en este texto pretendemos explorar la pregunta de por qué hacer y enseñar historia del pensamiento económico; no abordaremos el problema de la metodología de la historia del pensamiento económico7 . Sin embargo, intentaremos defender una visión de la historia del pensamiento económico como parte integrante de la economía y no como una forma de hacer historia o filosofía de la ciencia. En este sentido, consideramos que la historia del pensamiento económico tiene todo su lugar en la Economía y en ningún otro quehacer académico. 

A pesar de las múltiples voces y textos en defensa de la historia del pensamiento económico y de su lugar en la Economía durante el siglo pasado y éste (Angner y Tubaro, 2008; Blaug, 1997, 2001; Boulding, 1971; Hodgson, 2008, 2009; Laidler, 2001; Moscati, 2008; Samuels, 1974; entre muchos otros), consideramos que vale la pena hacer la reflexión no solo por el contexto actual sino también con el fin de integrar dos aspectos de la discusión: la investigación en historia del pensamiento económico y su enseñanza en los programas de Economía. En efecto, siguen existiendo dos tendencias internacionales, más o menos recientes, en la transformación de las formaciones de pregrado que parecen amenazar a la historia del pensamiento económico como parte integrante de la formación de los futuros economistas. La primera es la reducción de la duración y, por lo tanto, de los contenidos de pregrado a nivel internacional8 . Esta tendencia empieza a aparecer con fuerza en Colombia, aunque en nuestro país la historia del pensamiento económico todavía hace parte de la formación de pregrado y es parte de uno de los componentes de los Exámenes de Calidad de la Educación Superior. Dada esta situación, que consideramos una ventaja comparativa, nos parece importante continuar la reflexión iniciada por Gómez y Tobón (2009), y seguir con un debate que ha tenido menos eco en el ámbito nacional. 

La segunda tendencia, es la pérdida de importancia de la teoría con respecto a las formas más empíricas o aplicadas de la investigación en nuestra disciplina. Ambas tendencias llevan a hacerse la pregunta sobre la necesidad de mantener los cursos de historia del pensamiento económico dentro de la formación básica de futuras generaciones de economistas. Puesto de otra manera, estas tendencias podrían llevar a preguntarse si el costo de oportunidad de mantener cursos obligatorios en historia del pensamiento económico no es demasiado alto9 . Entendiéndose así, que la historia del pensamiento económico le quitaría tiempo a otros temas y técnicas que pueden ser considerados como más necesarios, pues resultan más útiles a la hora de resolver las preguntas prácticas y urgentes que la sociedad en general, de manera permanente, hace a los economistas. Estas tendencias ya han conducido a la casi completa desaparición de la historia del pensamiento económico de los contenidos de la mayoría de los programas de formación de pregrado de las principales universidades del mundo, así como la consecuente desaparición de estos temas en los programas de posgrado, en particular del doctorado y en general, de la formación para la investigación10. 

Este texto busca presentar los argumentos más comunes en contra de la historia del pensamiento económico como parte integral de la formación de los economistas (sección I) y confrontarlos a argumentos académicos y políticos (sección II) a favor de la historia del pensamiento económico. Si bien la mayor parte de los argumentos han sido explorados, éste no es el caso de los argumentos políticos (con la excepción notable de Peart y Levy, 2005), los cuales, dada la extendida visión de la economía como ciencia positiva, han sido relegados. Consideramos que son de vital importancia, no solo para recuperar el lugar de la historia del pensamiento económico, sino también de la reflexión de la Economía y de los economistas sobre sí mismos. 

I. ¿Por qué no enseñar historia del pensamiento económico? 

Al considerar que la historia del pensamiento económico es un componente integral de la economía, es posible afirmar también que la enseñanza de la historia del pensamiento económico es fundamental en la formación de todo economista. Sin embargo, ésta no es una visión que refleje una posición consensual ni entre la comunidad de economistas ni entre los historiadores del pensamiento. En efecto, la disminución en el número de cursos del área y el carácter crecientemente no obligatorio de estos cursos en la formación de economistas, además del bajo impacto de las revistas especializadas del área en las clasificaciones y en los índices de citaciones, al igual que la disminución de tesis de doctorado en historia del pensamiento económico, son evidencia del reducido lugar que ocupa la subdisciplina dentro de la Economía. 

En ocasiones, los argumentos en contra de la enseñanza de la historia del pensamiento económico parecen más fuertes que aquéllos a favor, bien sea porque los presentan economistas reconocidos o porque parecen acordes a la imagen que tienen los economistas de su propio campo. Aquí exploraremos tres de esos argumentos, que nos parecen los más representativos y usuales entre quienes consideran que la historia del pensamiento económico no tiene un lugar ......


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