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lunes, 8 de junio de 2020

LAS CUENTAS NACIONALES DE SALUD (CNS)


Se observa últimamente en el sector salud un creciente interés por 
la economía de la salud,
 prueba de la importancia otorgada por dicho sector a la interrelación objetiva
 de los conceptos de salud y economía. 
No es posible imaginar ninguna estabilidad política o crecimiento económico 
sin que el bienestar se extienda a la sociedad en su conjunto, 
es decir, sin que las coberturas de salud y 
las oportunidades sociales sean iguales para todos


LAS CUENTAS NACIONALES DE SALUD (CNS)

¿Cuánto gasta el país en los servicios de salud? 
¿Es mucho o poco?
 ¿Qué fracción del gasto nacional en salud (GNS) proviene del gobierno, y qué fracción aportan las personas?
 ¿Quién se beneficia del gasto público? 

Se torna vital para las políticas de salud disponer de información fiable sobre el financiamiento y el gasto destinado a la salud, a fin de analizar la eficiencia y la evolución del sistema sanitario. 
En el ámbito internacional, la forma más común de comparar los gastos es determinando qué porcentaje del producto interno bruto (PIB) representa el GNS. 

En 1998, América Latina y el Caribe destinaban a los servicios de salud 7,5% de su PIB, cifra que equivalía a $US 115000 millones. 

Otro aspecto de interés es la composición pública y privada del gasto en la Región (entre 41% y 59% del total, respectivamente) (6). 

Ningún sistema de salud en el mundo es público o privado en su totalidad, ni en su financiamiento ni en su prestación. Entre los mecanismos más comunes de financiamiento del sector sanitario figuran los fondos públicos, los seguros de salud, el cobro a los usuarios, la seguridad social y la cooperación internacional. 

El gasto tiene diferentes grados de impacto sobre la situación de salud, según el tipo de sistema y las estrategias, programas e intervenciones que se adopten. De acuerdo con los tipos de servicios que se ofrecen, los gastos pueden destinarse, entre otras cosas, a la promoción de salud, a acciones preventivas o curativas y a la obtención y producción de fármacos. 

Las CNS muestran las fuentes y destinos de los fondos dedicados a la atención de salud, la concentración de gastos en los diferentes servicios y programas, y la distribución del presupuesto sanitario entre diferentes regiones y grupos de población. Asimismo, las CNS dan la respuesta a las siguientes preguntas: 

¿De dónde provienen los fondos y a dónde van? 
¿Qué servicios se brindan y qué productos se compran? 
¿Quién provee los servicios? 
¿Quiénes se benefician de ellos?
¿Cómo cambiaría la demanda si cambiase el nivel de ingresos económicos del usuario?
¿Cuál es la distribución geográfica de los gastos, desglosada por edad, sexo y zona residencial? ¿Cómo ha cambiado a lo largo del tiempo la estructura del financiamiento?
¿Cómo funciona la asistencia internacional? 
¿Cómo se comporta el GNS en los diferentes países en relación con el financiamiento?

 Lo que distingue a las CNS de otros informes de cuentas es la utilización de matrices para presentar la información. Las matrices varían según las condiciones de cada país y reflejan diferentes definiciones de salud, sistema de salud, servicio de salud y sistema de seguros. 

Los límites del concepto de salud aún son imprecisos y a veces sumamente subjetivos y complejos. Entre los aspectos más importantes de un sistema de CNS se encuentran las fuentes de información, los clasificadores y codificadores, las definiciones y sus límites, y los indicadores. 

Algunos de los indicadores más importantes son el GNS como proporción del PIB (elección sobre cómo distribuir los recursos frente a otras opciones de gasto social); las fuentes de financiamiento (razón entre fuentes públicas y privadas); los cambios en las fuentes (monitoreo de tendencias); los gastos según el tipo de servicios (evaluación de servicios); los cambios en los servicios (evaluación de las estrategias y políticas); y las proyecciones (el gasto según tendencias), etc.

LA CONTABILIDAD

El desarrollo de los servicios de salud, especialmente en la atención primaria, ha propiciado un incremento del volumen de recursos humanos, materiales y financieros con los que dichos servicios cuentan para poder llevar a cabo sus acciones. 
Ante el constante incremento del gasto, las unidades de salud necesitan establecer y sistematizar controles económicos y financieros internos, así como tener la posibilidad de interactuar con los organismos rectores de la salud pública en el marco de las regulaciones establecidas. 
Entre los factores clave del incremento del gasto en la salud se encuentran el envejecimiento de la población; el desarrollo de la tecnología; los pagos al personal; el precio de los medicamentos; las nuevas enfermedades y las enfermedades reemergentes; los problemas de origen ambiental; las necesidades de investigación y capacitación; y la gestión administrativa. 
En el caso de los costos en el campo de la salud, no solo se miden los ingresos, sino también los beneficios, el bienestar y la calidad de vida. 
Es necesario destacar, desde un inicio, que los conceptos de costo manejados por los economistas y los contadores son distintos. 
Un economista concibe el costo en términos del costo de oportunidad, es decir, lo que implica renunciar a la mejor de las demás opciones cuando se elige una en particular. 
Un contador, en cambio, concibe el costo en términos del valor monetario total de los recursos consumidos para alcanzar algo. El costo es una categoría económica, mientras que el gasto es una categoría contable. La contabilidad de costos es un sistema de información que recopila, clasifica, registra, controla y notifica los costos para facilitar la toma de decisiones, la planeación y la administración. Los informes de costos son muy útiles también para la selección de opciones en cualquier situación. Los  principales objetivos de la contabilidad de costos son:  
1) generar informes para medir la utilidad proporcionando el costo correcto de producción, ventas o servicios; 
2) determinar los costos de los inventarios; y 
3) proporcionar informes para facilitar la planeación, ejercer el control administrativo y tomar decisiones. 

La información contable de los servicios de salud es una herramienta útil que permite a los administradores de salud gestionar los recursos adecuadamente. 
Sirve no solo para indicar la cantidad de fondos necesaria para llevar a cabo los programas, sino también para determinar el uso dado a los recursos humanos, materiales y financieros en la prestación de servicios a la población. 
Los recursos a disposición  de los servicios de salud son limitados; de ahí la importancia de aprovecharlos mejor, cosa que puede lograrse mediante la información sobre los costos y su análisis.




LA INVESTIGACIÓN

La investigación, cuyo objetivo es explicar la realidad, enfrenta obstáculos a los que no escapan los estudios en el campo de la economía de la salud. 

Estos obstáculos pueden estar relacionados con factores tales como la falta de un plan de investigaciones, la falta de motivación debido a la poca competencia de los profesionales, y la falta de reconocimiento de esta actividad. Todo ello, sumado a la insuficiente aplicación y publicación de los resultados alcanzados, limitan el desarrollo de este proceso. 
Para poder conocer e interiorizar estos retos, es necesario adoptar medidas que permitan no solo reducirlos todo lo posible, sino también lograr una continua retroalimentación del proceso de investigación como elemento de evaluación. 
La investigación científica, como forma sistemática y técnica de razonar que emplea procedimientos e instrumentos para resolver problemas y adquirir conocimientos, encierra un proceso que consiste en los siguientes pasos: identificar y delimitar el problema; desarrollar un protocolo de investigación; idear una prueba piloto de la metodología concebida; ajustar, procesar y analizar la información y los datos obtenidos; presentar un informe, y divulgar y aplicar los resultados.

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INFLUENCIA DE LA ECONOMÍA EN LA SALUD

INFLUENCIA DE LA ECONOMÍA EN LA SALUD

Alfred Marshall realizó la siguiente sentencia: 
"la salud y la fortaleza física, espiritual y moral, son la base de la base de la riqueza social; al mismo tiempo, la importancia fundamental de la riqueza material radica en que, si se administra sabiamente, aumenta la salud y la fortaleza física, espiritual y moral de género humano". 

La salud de la economía de un país y la salud de sus ciudadanos están estrechamente interconectadas; pero no siempre en el sentido que se podría inferir a primera vista. Hay sorpresas.  En los escenarios en los que la economía se consolida y el desempleo disminuye, la mortalidad ¡aumenta!, si bien a corto plazo. Con una perspectiva mayor la salud económica y la sanitaria corren parejas, como dicta el sentido común.
Un estudio retrospectivo realizado en la Unión Europea ha recopilado información anterior a, y durante, la última Gran Recesión que comenzó en otoño de 2008. Halló que con cada incremento del 1% en la tasa de desempleo la mortalidad global disminuía un 0,5%. Otros estudios realizados tanto en Europa como en Estados Unidos han confirmado esta relación de manera bastante fidedigna.
Esta relación inversa entre deterioro de las condiciones de vida y mortalidad parece ilógica. Cabría pensar que con una economía más boyante se dispondría de más recursos para promocionar la salud y el bienestar general.
Una economía en crecimiento genera mayores ingresos, pero a costa de una mayor contaminación. La relación entre producción de bienes y polución es inobjetable. Y el deterioro de las condiciones medio-ambientales ejerce un efecto indubitado sobre la salud. Según algunos investigadores (David Cutler y Wei Huang, de la universidad de Harvard; y Adriana Lleras-Muney de la universidad de California, Los Ángeles), al menos dos terceras partes del incremento de mortandad global son achacables al deterioro del medio ambiente en un contexto de mayor dinamismo económico.
La situación es diferente en economías basadas primordialmente en la agricultura. En sociedades predominantemente rurales la mejora de la economía se traduce en una disminución de la mortandad global. Esta correlación unívoca cambió a partir de 1945, final de la Segunda Guerra Mundial, cuando las sociedades occidentales se recondujeron hacia una concentración de la población en grandes urbes.
Otra investigación publicada en la revista Health Economics refuerza la hipótesis de la contaminación. Una investigación epidemiológica suscrita por José Tapia Granados de la universidad de Drexel (Philadelphia, Pasadena), Estados Unidos) y Edward Ionides de la universidad de Michigan (Estados Unidos) hallaron la siguiente relación: por cada incremento de un punto porcentual de la tasa de desempleo se observa una disminución del 1% en la mortalidad, tanto por causas respiratorias como cardiovasculares. En ambos tipos de patologías la contaminación ambiental representa un vector importante.
Por ejemplo, en España, donde la Gran Recesión fue más dramática, entre los años 2008 y 2010 la mortalidad debida a enfermedades respiratorias se redujo un 16%, mientras que durante un período de tiempo similar anterior a 2008 la disminución de estas patologías fue del 3,2%.
Existen otros factores que contribuyen a elevar la mortalidad durante las fases de expansión económica. Los riesgos ocupacionales, el estrés laboral, el consumo de bebidas alcohólicas y tabaco, la mayor movilidad, son factores que inciden en un aumento de la mortalidad global.
Durante los períodos de recesión las personas llevan un estilo de vida más comedido, gastan menos, comen más sano (comer poco es fuente indubitada de buena salud), duermen más y sus actividades se reducen. En resumen, viven, muchas veces sin ser conscientes, de modo más saludable.
Otro estudio epidemiológico evidencia que una mayor tasa de desempleo se asocia con menos obesidad, mayor actividad física y mejor dieta (no excesos culinarios). Por el contrario, los casos de suicidios aumentan, pero no hasta el grado de contrarrestar en términos estadísticos los beneficios antes comentados.
Como se ha escrito al comienzo del artículo, aun cuando a corto plazo las depresiones económicas aumentan la esperanza de vida, medida en términos de una reducción de la mortalidad, a largo plazo (décadas) la economía y la salud de la población corren parejas. Así se observó en Japón durante los ciclos expansivos de las décadas de 1960 y 1970. Y así se observó también, en sentido contrario, durante la Gran Depresión mundial de la década de 1930, cuando se redujo sustancialmente la esperanza de vida.
Las naciones más ricas son también más saludables, un efecto que se mantiene a través de generaciones. Los niños y adolescentes son particularmente sensibles durante su etapa de formación.
La vida intrauterina ejerce una trascendente influencia sobre nuestro desarrollo en la vida, influyendo en aspectos tan variopintos como el grado formación académica, el nivel salarial conseguido; y, consiguientemente, nuestra salud y longevidad.
No hay dudas acerca de que el aumento de los estándares socio-económicos mejoran las condiciones de vida de los ciudadanos, pero raramente del modo igualitario que sería deseable.
Zaragoza a 19 de octubre de 2017
Dr. José Manuel López Tricas
Farmacéutico especialista Farmacia Hospitalaria
Farmacia Las Fuentes
Zaragoza




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Lopeztricas Jose-Manuel,
19 oct. 2017 9:00


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