Prof. Carl Mitcham
Polytechnic 333 Jay lt.
Broolclyn, NY 11201
U.S.A
Surnmary:
This essay traces the traditional
engineering ethics of obedience to its military
originsand the ideology of technological progress.
I t then considers the rise of an alternative
professional ethics of responsibility for the public
welfare, and describes one of the key events in
North American engineering experience (the Bay
Area Rapid Transit case) that has led enginers
to seek new ways to protect whistle blowers. There is also an annotated bibliography of recent
literature on the new field o] engineering ethics.
Resumen:
Este ensayo sigue la huella de la tradicionalética ingenieril de la obediencia a sus orígenes militares y a la ideología del progreso tecnológico. Investiga el ascenso de una ética profesional
alternativa de responsabilidad por el bienestar público, y describe un caso importante en la experiencia de la ingeniería de Norte América, el caso
de Bay Area Rapid Transit que ha guiado a los
ingenieros en la búsqueda de modos nuevos de proteger a quienes' 'dan voz de alerta" respecto a algunos proyectos de ingeniería. También contiene una
bibliografía de la literatura más reciente sobre la
ética ingenieril.
En los Estados Unidos, la necesidad de mas ingenieros es a menudo promovida por aquellas personas interesadas en asuntos de defensa y competítividad. Japón y la Unión Soviética gradúan un
mayor porcentaje de ingenieros que los Estados
Unidos. También en los países latinoamericanos se
hace a menudo un gran énfasis en la necesidad de
más científicos e ingenieros para impulsar el desarrollo. En efecto, en América Latina la profesión
de ingeniería es probablemente más prestigiosa que
en los Estados Unidos, debido, precisamente, a la
contribución que hacen los ingenieros al desarrollo
técnico.
Al mismo tiempo, sin embargo, se acusa a menudo a los ingenieros de contribuir a la contaminación ambiental, a los accidentes industriales (Isla
de Tres-Millas, Bhopal, Cernobyl) y a muchos
otros fracasos técnicos (los desastres de los De-lO
y del Challenger). Del mismo modo, los ingenieros
juegan roles controversiales en la cornputarización
de la sociedad (irrupción de los "hackers" y el desempleo generado por la auto matización y en la defensa militar (la Iniciativa de Defensa Estratégica
del Presidente Reagan).
La educación ingenieril en los Estados Unidos
está siendo transformada por tales presiones, no
precisamente en sus aspectos técnicos por el cambió científico, sino en el auto-entendimiento yaute-crítica profesional. Se están dando modificaciones en la definición profesional y en la expectativa
ética, que son tan importantes, si no más, que
aquellas entendidas normalmente como el centro
de la educación técnica.
Por cuanto los Estados Unidos son los líderes
del actual desarrollo tecnológico, estos cambios
son importantes también para otros países. En
efecto, estas transformaciones emergentes en el
concepto de profesión ingenieril, podrían muy
bien ser más importantes que el cambio técnico.
Sin embargo, para poder apreciar este fenómeno,
se necesita conocer algo acerca del origen de los
ingenieros y de lo que se ocupan.
Origen de los ingenieros - Antecedentes de obediencia.
La ingeniería es hijastra de las antiguas profesiones. El concepto de profesión -formulado inicialmente en relación a los médicos, abogados y ministros religiosos durante el auge de las universidades- implica educación avanzada destinada a ofrecer un servicio importante a la sociedad. Las profesiones certifican a sus miembros y gozan de autonomía en su trabajo. En comparación con las profesiones tradicionales, la ingeniería no sólo llegó
más tardíamente, sino que carece del mismo prestigio y autonomía que gozan éstas últimas. En Norte
América, por ejemplo, los ingenieros raramente ganan tanto dinero como los médicos y los abogados;
asimismo, en Latinoamérica, no se respeta tanto a
los ingenieros como a los sacerdotes.
Los ingenieros (del latín ingeniator, que se refiere a la persona que diseña y construye arietes,
catapultas y otros "ingenios guerreros") fueron
originalmente ingenieros militares, soldados. Por
ejemplo, en la obra de Shakespeare Troilus and
Cressida (1602), se denomina a Aquiles "a rare
enginer"; el Diccionario de Samuel J ohnson, publicado en 1755, define al "ingeniero" como "el que
dirige la artillería de un ejército". También en España se concibió desde sus orígenes al ingeniero
como el que diseña y construye "máq uinas y artificios en la arquitectura militar, para defensa u ofensa de las fortalezas" (Diccionario de Autoridades,
1732).
El poeta español Don Luis Ulloa y Pereira
(1584-1674), asocia la ingeniería, lo militar y el
deseo de riqueza en los siguientes términos:
Oh tu ingeniería sagaz
de las máquinas de Marte,
hambre sagrada del oro,
qué riesgo no p ersuades , (Poesías, 203)
En efecto, las primeras escuelas en ofrecer grados en ingeniería estuvieron vinculadas a los militares, ejemplo de ello son la Ecole Polytechnique
francesa (fundada en 1794, bajo la dirección del
Ministerio de las Fuerzas Armadas) y la Academia
Militar de West Point (1802), primera escuela ingenieril en los Estados Unidos. En 1711, las fuerzas
armadas españolas comenzaron también a organizar, a imitación francesa, sus propios cuerpos de
ingenieros, a los cuales se dió forma definitiva en
1803, con la creación de la Academia. Los cuerpos
de ingeniería continúan siendo una rama importante de las fuerzas armadas de los Estados Unidos.
En tal contexto, el primer deber de los ingenieros era obedecer órdenes. Al igual que todos los
miembros de las fuerzas armadas, la conducta del
ingeniero estaba, a la larga, regida por el principio
de la obediencia; su obligación terminante era seguir órdenes.
En tiempos de paz, en términos retrospectivos,
que se sepa, hasta la antigua Roma, los soldados
eran puestos a trabajar en la construcción de caminos, puentes y otra~ infraestructuras de transporte. No fue sino hasta el siglo 18 cuando el arquitecto de la Eddystone Lighthouse y otros "trabajos públicos" John Smeaton (1724-1792) se autodenominó por primera vez "ingeniero civil" -un
término que ha venido a designar a aquel que dise-
ña vías de transporte, represas, acueductos y sistemas sanitarios, etc. Inicialmente, la creación de esta contraparte civil a la ingeniería militar, no dió
motivo para alterar el significado básico de la obligación ingenieri!. La ingeniería civil no era mas que
una ingeniería militar de tiempo de paz, mientras
el ingeniero quedaba obligado a obedecer a su empleador, usualmente alguna dependencia del Estado. El desarrollo ulterior de la ingeniería mecánica,
química, eléctrica, etc. transfirió simplemente la
obediencia a las corporaciones.
Sin embargo, la segunda mitad del siglo XIX fue
testigo del surgimiento de las primeras organizaciones ingenieriles: la Sociedad Americana de los Ingenieros Civiles (ASCE, siglas en inglés) en 1852, la
Sociedad Americana de los Ingenieros Mecánicos
(ASME, siglas en inglés) en 1880, etc. Como ha
sido descrito en la rica y profunda historia de
Edwin Layton The Revolt of the Engineers (1971,
1986), este movimiento entrañó de inmediato la
formulación explícita de la subordinación a los intereses corporativos y la creación de una ideología
de la ingeniería como la contribución decisiva al
progreso moderno -estableciéndose así una tirantez o contradicción que no ha llegado a ser aún
totalmente resuelta.
Los primeros códigos de ética ingenieril -desarrollados en los Estados Unidos en 1912 por el
Instituto Americano de- Ingenieros Eléctricos (que
más tarde deviniera en Instituto de Ingenieros
Eléctricos y Electrónicos o IEEE, siglas en inglés)
y en 1914 por la ASCE- definen como la obligación principal de los ingenieros el ser "agentes fieles o depositarios" de alguna compañía empleadora. A diferencia de los médicos y los abogados,
quienes profesan lealtad a determinados ideales
substantivos de salud y justicia, los ingenieros parecen no perseguir nada más que eficiencia. Sin em-
bargo, la eficiencia es simplemente un medio -haciaun fin a ser determinado por otros.
En realidad, es precisamente esta visión de la
ingeniería lo que la hace una profesión "segura" en
las universidades soviéticas y es una razón de por
qué la URSS produce muchos más ingenieros que
los EEUU. Se debe hacer notar, además, que como
resultado de ello, los ingenieros realizan muchas
más tareas de bajo nivel técnico y funciones de
administración de nivel medio que en Occidente.
¿De qué se ocupan los ingenieros? - La ideología
del progreso.
En el progreso tecnológico, sin embargo, hubo
una ideología de liderazgo que contrasta con el
código de obediencia. Esto fue expuesto en 1895
en un discurso desde la presidencia de la ASCE por
George S. Morrison, uno de los principales constructores de puentes de los Estados Unidos, en una
osada visión de los ingenieros como el agente primario del cambio técnico y la fuerza principal en
el progreso humano. Como un pensador analítico
libre de las inclinaciones hacia los intereses particulares de los grupos, el ingeniero asegura que el cambio técnico redunde en beneficio humano. En palabras de Morrison,
Nosotros somos los sacerdotes del desarrollo material, del
trabajo que permite a otros hombres disfrutar los frutos
de las grandes fuentes de poder en la Naturaleza y del
poder del pensamiento sobre la materia. Nosotros somos
los sacerdotes de la nueva época, sin su persticiones (Citado de Layton, pp. 58-59).
Hablando en los mismos términos ante la Asociación de Ingenieros Civiles de Cornell en 1906,
Henry Goslee Prout, un ingeniero militar que llegó a ser director de la compañía Union Switch and Signal, expresó lo siguiente:
Los ingenieros, más que todos los demás hombres, guiarán
hacia adelante a la humanidad ... Sobre los ingenieros ...
descansa una responsabilidad que los hombres nunca antes
habían tenido que enfrentar (Citado de Akin, p.8).
En el espacio entre las dos guerras mundiales,
esta visión exagerada de la actividad ingenieril contribuyó a la elección de Herbert Hoover como el
primer presidente ingeniero - Jimmy Carter fue sólo el segundo presidente ingeniero en la historia
americana- y dió lugar al movimiento de la tecnocracia, o sea, la idea de que se le debía dar poder
político y económico a los ingenieros.
Hasta tanto se pudiera asumir que los nuevos
medios irían a ser destinados a usos humanos por
las instituciones sociales existentes, los ingenieros
podían sentirse contentos con ser obedientes a sus
respectivos empleadores y simplemente continuar
promoviendo el progreso tecnológico. Sin embargo, como 10 prueban las carreras tanto de Hoover
como de Carter, inmediatamente bajo la piel del
ingeniero hay una fuerte tendencia a querer anular
las instituciones políticas y económicas. Ya en
1921, por ejemplo, Thorstein Veblen argumentaba
en su obra The Engineers and the Price System,
que si los ingenieros pudieran ser liberados de la
subordinación a los intereses empresariales, sus patrones de 10 bueno y 10 malo, de 10 correcto y lo
incorrecto conducirían a la creación de una economía más firme y de mejores productos de consumo.
La movilización que hizo la Segunda Guerra
Mundial de la ciencia y la ingeniería para propósitos nacionales y la recuperación social norteamericana de post guerra, contribuyeron a una supresión
temporal de la tirantez entre los objetivos técnicos
y los económicos. Durante la guerra, los científicos
e ingenieros pusieron su conocimiento tecnológico
al servicio de la democracia para derrotar el fascismo, y en este proceso crearon el radar y los aviones
de guerra, así como la bomba atómica. Pero el
movimiento anti nuclear de las décadas de los 50's
y 60's junto con los movimientos consumista y
ambientalista de los años sesenta y setenta, la pusieron en primer plano nuevamente, provocando
que algunos ingenieros desafiaran a la dirección
nacional, corporativa y empresarial.
Las semillas de esta reactivada tirantez fueron
realmente plantadas inmediatamente después de la
guerra, cuando en 1947, el Consejo de Ingenieros
para el Desarrollo Profesional (Engineers'Counsil
for Profesional Development o ECPD, siglas en
inglés) elaboró el primer código ético ingenierü
tr ansdisciplinario y encomendó a los ingenieros
"interesarse en el bienestar público". Una revisión
hecha en 1963 empleó un lenguaje un poco más
fuerte. En una revisión ulterior, efectuada en
1974, los veintiún acápites fueron reducidos a
siete, el primero de los cuales plantea que, "los
ingenieros deben considerar como primario la seguridad, la salud y el bienestar del público ... ".
El problema para los ingenieros ha sido, sin embargo, cómo desarrollar la autonomía profesional
que le permita poner en práctica este compromiso
moral. A diferencia de los médicos y los abogados,
los ingenieros raras veces se erigen en auto-empleados; para su remuneración, ellos dependen de organizaciones sociales ya establecidas -agencias del Estado o corporaciones privadas, Por contraste, los médicos y los abogados son comunmente empleados por individuos (personas enfermas, aquellos en dificultades con la justicia, etc.) para que les ayuden a lograr sus fines particulares. Por cuanto los fines de tales "empleadores" son diversos y desorganizados, los médicos y los abogados pueden fácilmente usar sus propias instituciones para defender ideales e intereses profesionales. Los ingenieros individuales, por su parte, son empleados por organizaciones previamente establecidas que tienen como algo dado un "grupo cabecilla". A los ingenieros individuales les resulta difícil compensar esta desventaja organizativa y expresar sus propios intereses profesionales y sus patrones morales.
La nueva ética ingenieril
En 1972 en los Estados UniUnidos, una cadena de acontecimientos condujo al surgimiento de una autocomprensión profesional que comenzó a poner de manifiesto la debilidad que emana de la referida desventaja, si bien su pleno potencial debe ser aún comprendido. En el año 1972 se estableció la prohibición del DDT por parte de la Agencia de Protección Ambiental (Environmental Protection Agency) de Estados Unidos, la creación de la Oficina de Evaluación Tecnológica (Office of Technology Assessment) del Congreso y el establecimiento del programa para fondos de investigación en Etica y Valores en la Ciencia y la Tecnología (EVIST, siglas en inglés) de la Fundación Nacional de Ciencia (National Science Foundation). Dos años antes, el senado había votado en contra de la construcción de un avión de pasajeros supersónico. Cada uno de estos eventos representa fuerzas importantes que continúan aún los esfuerzos en pos de la reorientación de la ética ingenieril. Pero quizás el acontecimiento más importante fue lo que se
ha conocido como "el caso RART".
A finales de los años cincuenta, la ciudad de San Francisco decidió crear el sistema Bay Area Rapid Transit (BART). BART estaba llamado a ser el transporte más avanzado y rápido del mundo.
En el mismo se eliminaría tanto a los conductores como a los revisores y sería operado y controlado por un sistema automático (Automated Train Control o ATC). La construcción comenzó en 1963 y a finales de 1971, casi con tres años de retraso y considerablemente sobrepresupuesto, BART completaba finalmente su primera etapa.
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