ESCRIBA LO QUE DESEA LEER EN ESTE BLOG

sábado, 16 de diciembre de 2017

¿Cuál es la evidencia empírica develada que muestra la validez epistemológicamente de la ingeniería económica?

¿Cuál es la evidencia empírica develada que muestra la validez epistemológicamente de la ingeniería económica?

A manera de introducción, empezaremos diciendo que:
  
     El principio fundamental de la ingeniería económica es la innovación y, al mismo tiempo, la acción directa de la economía para resolver los problemas económicos de la sociedad y para hacer posible  el "beneficio" totalmente necesario para el desarrollo (solo posible mediante "los monopolios de valor", como los originados por la innovación (gracias a la destrucción creativa), postulado teórico (poco conocido) del economista Austro-americano y olvidado profesor de Harvard Joseph Alois Schumpeter y actualmente difundido por  Clayton Christensenotro profesor de Harvard que replanteó la idea schumpeteriana de destrucción creativa en un producto de consumo corporativo bajo el nombre de innovación disruptiva).
    Sin embargo (también poco conocido), ni el capitalismo ni las innovaciones tecnológicas eran algo nuevo (tal como explica Peter Drucker) –"ambos habían sido fenómenos usuales y recurrentes a lo largo de todos los tiempos, tanto en el Este como en el Oeste; lo que si resultó realmente nuevo fue su rapidez de difusión y su alcance mundial a través de culturas, clases y geografías; y fue esto su rapidez y amplitud, lo que convirtió el capitalismo en Capitalismo y en un Sistema, y lo que convirtió los avances tecnológicos en la Revolución Industrial". Esto es la esencia de lo que ha llegado a conocerse como la primera revolución industrial, es decir la transformación de la sociedad  la civilización en el mundo entero. Por su puesto, es justamente cuando se crearon las primeras escuelas de ingeniería. En un espacio deciento cincuenta años, desde 1750 a 190, capitalismo y tecnología conquistaron el globo y crearon una civilización mundial..

    Sin embargo, cuando la economía y la ingeniería actúan por separado, los problemas económicos y sociales no se solucionan como debería: –mientras la economía,  delega la ejecución de las políticas económicas al gobierno (limitándose solo a proponerlas); la ingeniería, trabaja a nivel científico (tecnologías como artefactos o ciencia aplicada), construyendo, transformado o resolviendo problemas técnicos específicos (por lo general). Pero, cuando se establece un interfaz (entre las dos profesiones), los logros por trabajar juntos superan lo extraordinario: dando así solución a gran parte de los problemas económicos de la sociedad; pero, eso, solo es posible gracias a las ingeniosas "innovaciones" (teorizada por Joseph Alois Schumpeter).

Igualmente, casi todos están seguros que la tecnología es responsabilidad plena de la ingeniería: sin embargo, pocos saben que realmente es la tecnología (al extremo de hablar de determinismo tecnológico). A pesar de esto, no sabemos a ciencia cierta  cual es la diferencia entre eficiencia y eficacia; o, invención e innovación. Así mismo, pocos están enterados que la innovación es un producto intelectual del economista austro-americano (profesor de Harvard) Schumpeter y que esto estableció el puente o interfaz entre la economía y la ingeniería tradicional lo que dio precisamente origen a lo que hoy lo conocemos como la ingeniería económica).

Veamos la validez epistemológica:

   Desde el pensamiento económico
   El economista (professor de la Universidad de Hardvar) Joseph Alois Schumpeter (1) nos invitó a profundizar en los aspectos prácticos de la innovación (1942); sin embargo,  recién ahora se ha convertido en el elemento clave de la economía y de nuestra forma de vida. –Schumpeter, singularmente, fue un extraordinario profeta de la vida económica–. Desde entonces quedó establecido el puente o interfaz (que hacía falta) que (a su vez) dio lugar a lo que hoy llamamos Ingeniería económica. Como todos sabemos, la ingeniería tradicional crea y desarrolla  los inventos (2), pero no todos pueden tener acogida en el mercado, ni estar de acuerdo al contexto; por lo que la ingeniería económica, contribuye proactivamente (con sus pares y el empresariado innovador) asegurando la innovación (3). La innovación, sin embargo, no es solamente una actividad económica, sino que es fundamentalmente sociocultural y, por lo tanto, puede ser analizada como una conducta individual o colectiva  de una sociedad, que le permite aprovechar los cambios socioeconómicos como nuevas oportunidades de negocio.
Como todos sabemos -desde la macroeconomía- la teoría del crecimiento endógeno sostiene que el crecimiento económico es el resultado de factores endógenos y no de fuerzas externas como propone la teoría neoclásica. ​ En este proceso, la difusión del conocimiento y las externalidades producidas por el avance tecnológico son cruciales, pues compensan la tendencia de los rendimientos marginales decrecientes ante la acumulación del capital.
En los años setenta, el interés se hallaba enfocado en el campo de la macroeconomía, centrándose en los desarrollos del ciclo económico, las expectativas racionales y los temas de desempleo, dado el contexto de crisis debido a la caída del sistema de Bretton Woods y al estancamiento provocado por el alza de los precios del petróleo.
  Sin embargo, para Keynes, la «innovación» es solo un evento aislado, tal como lo sería un terremoto o el Fenómeno del Niño. Sin embargo la innovación no es solo un término tecnológico o científico: es un término económico. Para poder sacar provecho a la innovación, primero hay que entenderla. Lo nuevo no siempre es bien aceptada, no es fácil cambiar las costumbres –como sucedió hace unos 45 años, en el Perú con el envase de cartón para la leche –se tuvo que esperar treinta años para romper con el estatus quo basado en costumbres ancestrales (ahora, con el neuro-marketing, se hace estudios previos antes de su lanzamiento) . Ésta es la tarea del ingeniero economista que implica la creación de nuevas necesidades; y no dedicarse solo a estudiar la satisfacción de las (necesidades) existentes. Para el austríaco Joseph Schumpeter, la innovación (y el emprendimiento) son los motores esenciales de una economía efectiva. A esto se denomina “Desequilibrio Dinámico”. Es decir, en vez de penetrar mercados insistentemente con los mismos bienes; desafiar lo establecido y favorecer el desarrollo de soluciones más efectivas para las personas. Lo viejo por lo nuevo. La innovación, efectivamente, no es un evento aislado. Es consecuencia de una importante fórmula planteada en 1988 por el economista americano Edward B. Roberts: Innovación = Invención + Explotación

   Otro de los grandes economistas que aportó para el surgimiento de la ingeniería económica fue Jean Baptiste Say (4). El, es quién propuso el "cambio" para romper el "statu quo" económico,  los beneficios entre el interés del capital y el beneficio del empresario, que sería el residuo final.  Sin beneficio no habría crecimiento ni progreso. Fue autor de uno de los primeros libros de Economía, en el sentido de exposición didáctica, el Tratado de Economía Política (1803). En sus teorías destacan dos temas. Primero, la defensa del agente económico que consideraba más importante, el empresario, que le llevó a aumentar, en la exposición teórica, los factores de producción a cuatro: tierra, trabajo, capital y empresario, con la diferenciación de los beneficios entre el interés del capital y el beneficio del empresario, que sería el residuo final. En segundo lugar, la defensa de lo que posteriormente ha tomado su nombre, la ley de Say. Según esta ley, la oferta, o la producción, creaba su propia demanda, ya que el pago de los costes, que constituyen la distribución de la renta —salarios, beneficios, renta e interés—, formaba la demanda en la misma magnitud que la oferta. Por lo tanto, las crisis de subconsumo, tal como las describía Malthus, eran imposibles.
   SAY, en 1803, dijo: “el entrepreneur «cambia» recursos económicos de zonas de baja productividad y eficacia a zonas de alta productividad y eficacia”. En efecto, Jean Baptiste Say, determinó (estableciendo) también el método ingenieril: del nuevo ingeniero (economista), genuino de todo ingeniero (5). Pero, este “Cambio”, que para el ingeniero tradicional significa mejora de condiciones; para el nuevo ingeniero (economista), necesariamente significa innovación. En el sentido estricto, se dice que de las ideas solo pueden resultar innovaciones luego de que ellas se implementan como nuevos productos, servicios o procedimientos, que realmente encuentran una aplicación exitosa, imponiéndose en el mercado a través de la difusión (6).
   Cuando Say se refería a productividad no estaba hablando de «eficiencia productiva»[7] y menos aún de «eficiencia económica»[8], o Eficiencia asignativa; de lo que trataba Say es de la creación de un nuevo segmento de mercado[9] (al que llamó “Zona”), que beneficiaría con nuevos valores (subjetivos) a consumidores, valores creados talvez por los nuevos deseo impulsados por el nuevo producto.
  El economista Schumpeter teorizó (10), lo que hacía falta para completar la definición de «ingeniería económica». Ésta es, precisamente, la contribución (a la ingeniería económica) de Joseph Schumpeter (11) , quien en 1934, decía: Los emprendedores son innovadores que buscan destruir el estatus-quo de los productos y servicios existentes para crear nuevos productos y servicios (12). Schumpeter postuló que el equilibrio dinámico causado por el empresario innovador, más que el equilibrio y la optimización es la «norma» de una economía sana y la realidad central de la cual debe partir la teoría y las prácticas económicas (13)

  Cuando se analiza la obra de Keynes en raras ocasiones se hace mención a su visión sobre el papel del empresario. Se considera que el sector público puede desempeñar su tarea, o que mediante la política fiscal se puede estimular al empresario a invertir. Sin embargo, Keynes le concede una gran relevancia a la hora de reducir el desempleo, señalando la importancia que tiene la eficacia marginal del capital. Cuando se cita a Keynes, lo primero que se suele pensar es que se va a defender una política intervencionista caracterizada por un aumento del gasto público que supondrá un incremento importante del déficit público, cuyo objetivo fundamental es el de generar más empleo, aunque ello suponga una mayor inflación. Se supone que el decisor político a través de las medidas que implanta, es capaz de «manipular» o alterar el comportamiento de los agentes económicos en sus decisiones de gasto, para estimular la demanda agregada, que es considerada como un factor esencial a la hora de reducir el desempleo. Además, se pretende conseguir este objetivo en el menor tiempo posible, ya que «en el largo plazo todos estamos muertos» (Keynes, 1923, página 65).

   Por otro lado, autores como Freeman (1987), Porter (1990) y Nelson (1993), señalan que la obtención de tecnologías nuevas y avanzadas es un determinante importante de la posición competitiva de un país o región, por lo tanto la innovación sería la única forma para que un país pueda generar, a largo plazo, una mejor posición competitiva y un crecimiento económico sostenible.
Según Paul Romer (Endogenous Technological Change, 1990: S71), el producto por hora trabajada en los Estados Unidos es ahora diez veces el producto por hora trabajada hace cien años. La explicación estaría en el cambio tecnológico. Resumiendo: (Schumpeter, 1911; Kondratiev, 1925; Freeman et al., 1985; Freeman y Louca, 2002) señalan que los ciclos económicos de crecimiento a largo plazo (ondas largas) están correlacionados con las “oleadas” de innovaciones por lo que la innovación se puede considerar el determinante principal del crecimiento. Schumpeter ya en 1939 planteaba que la aparición de un agrupamiento de innovaciones provoca un desequilibrio del sistema económico y desata toda una fase de movimiento en onda larga, y que incluso antes de llegar a un nuevo equilibrio aparecería otra oleada de innovaciones.

Veamos la comprobación empírica:

   Uno de los más importantes ejemplos de innovación lo encontramos en Google Inc quienes obsoletaron definitivamente a los famosos navegadores (buscadores en Internet). Esta es la historia de cómo dos Jóvenes «entrepreneurs» crearon lo que hoy es la empresa más conocida del mundo. Google Inc. es la empresa propietaria de la marca, cuyo principal producto es el motor de búsqueda del mismo nombre. Fue fundada el 7 de septiembre de 1998 por Larry Page y Sergey Brin (dos estudiantes de doctorado en Ciencias de la Computación de la Universidad de Stanford). La empresa ofrece también entre otros servicios: un comparador de precios llamado Froogle, aunque luego pasó a llamarse Google Product Search, un motor de búsqueda para material almacenado en discos locales Google Desktop Search, y un servicio de correo electrónico llamado Gmail, el cual pone a disposición para sus usuarios más de 7 GB (24 de septiembre de 2008) de espacio y va aumentando constantemente a razón aproximada de 36 bytes por segundo. También es famoso su programa Google Earth, mapamundi en 3D con imágenes de alta resolución. Recientemente lanzó su versión beta de un servicio de mensajería instantánea basado en Jabber/XMMP llamado Google Talk.
   Igualmente, lo encontramos en el legado que nos dejó Steve Jobs: Cuando Steve Jobs cambia la tipografía tradicional a la digital: de la zona de Gütemberg a la zona creada por él: la topografía digital nació con Macintosh (14). Desde aquella fascinación inicial de Jobs por el arte de Palladino, hasta el toque mágico de Kare que finalmente les diera nombres propios. Más de 10 años debieron pasar para que las tipografías digitales pudieran cobrar vida. Una gestación que fue tan delicada y sutil como un fino trazo de tinta. En un notable giro de los acontecimientos (decía Jobs), Apple compró NeXT, yo regresé a Apple y la tecnología que desarrollamos en NeXT es el corazón del actual renacimiento de Apple. Y Laurene y yo tenemos una maravillosa familia. Estoy bastante seguro de que nada de esto habría ocurrido si no me hubieran echado de Apple. Creo que fue una medicina horrible, pero supongo que el paciente la necesitaba. A veces, la vida te da en la cabeza con un ladrillo. No perdáis la fe: 10 años de gestación y un final feliz. Definitivamente que Steve Jobs fue uno de los más geniales «Entrepreneurs»-, mientras que Susan Kare fue una «Intrapreneur» (15), de los últimos años. Aquí surge el tercer economista del hilo conductor: Wilfredo Pareto, con su famoso principio y diagrama ( «Principio de Pareto, el secreto de la prosperidad») ( «Diagrama de pareto - Que es el diagrama de pareto») es también conocido como la regla del 80-20, distribución A-B-C, ley de los pocos vitales o principio de escasez del factor.( The Application Of The Pareto Principle In Software Engineering. Ankunda R. Kiremire 19th October, 2011).

   Podríamos presentar muchos ejemplos como evidencia empírica de la existencia de la ingeniería económica demostrada con el éxito alcanzado con la tan ponderosa y convincente expresión de  "disrupción " acuñada por Clayton Christensen (tomada de Schumpeter) que se ha convertido en la nueva ortodoxia de la economía, afectando cómo pensamos sobre muchos aspectos de la vida en los mercados y también de nuestra vida. Esto demuestra que somos testigos del éxito actual de la profecía de Joseph Schumpeter sobre la innovación (en 1942) o, el equilibrio dinámico en la economía de los mercados (con la destrucción creativa). Otros textos popularizaron la misma idea, como los libros de George Gilder Riqueza y pobreza (Wealth and Poverty, 1981) y El espíritu de empresa (Spirit of Enterprise, 1984), más políticos y en línea con la “revolución conservadora” de Ronald Reagan. Desde entonces hasta hoy, la importancia de Schumpeter no ha dejado de crecer, y se manifiesta sobre todo en la llamada “economía evolucionista”, que estudia la innovación pensando más en grandes empresas que en el empresario heroico individual. En 1981 Robert Hayes y William Abernathy publicaron un influyente artículo, Managing our way to economic decline (en español, “Comportamientos de dirección que llevan a la ruina”, Har- vard-Deusto Business Review), en el que atribuían el declive de la competitividad norteamericana a su escasa capacidad para innovar, por el énfasis de sus empresas en la gestión financiera a corto plazo.

   Pero ¿que dicen los medios?

   En 1983, en el centenario del nacimiento de Keynes, la revista Forbes declaró que no era Keynes quien conocía el camino, sino otro economista que compartía el mismo año de nacimiento que Keynes –Joseph Schumpeter. En lugar de la intervención gubernamental que los keynesianos exigen para apuntalar la economía y fracasar negocios de todo tipo, Schumpeter creía que el capitalismo está dirigido por empresarios cuyas innovaciones reemplazan viejos modelos de negocios desgastados en un proceso que él llamó "destrucción creativa". Forbes bautizó a Schumpeter, no Keynes, el mejor navegante a través de los turbulentos mares de la globalización. El tiempo ha demostrado que la evaluación es precisa.

Y, ¿en política?

   La carrera presidencial de 2012 en Estados Unidos, fue, en parte, un enfrentamiento entre dos modelos diferentes de crecimiento económico.
El presidente Barack Obama en su gobierno demócrata no defendió la teoría de que el gobierno debe actuar como "tutor" de la economía y utilizar los fondos públicos para estimularla. El nominado republicano, presumiblemente Mitt Romney, avanzó el argumento del libre mercado de que la fuente principal de nuevo crecimiento es la energía innovadora de los empresarios estadounidenses y que el gobierno necesita salir del camino. Sin embargo, él no sabía que una parte esencial del argumento del libre mercado es la "destrucción creativa", una teoría propuesta por el gran economista austríaco y profesor de la Universidad de Harvard Joseph Schumpeter. Lástima que no entendía la visión de Schumpeter –expresada más poderosamente en su libro clásico de 1942, Capitalismo, Socialismo y Democracia–, por lo que tuvo dificultades para comprender por qué los mercados libres funcionan tan bien para generar prosperidad. La destrucción creativa es un concepto complicado, mal entendido por el público en general y no siempre fácil de defender.

Schumpeter en la casa blanca. Así, Schumpeter superó a Keynes en las elecciones de 2012.

Schumpeter dejó escrito en el Preliminar de su libro “Capitalismo, Socialismo y Democracia”:

“La mayoría de las creaciones del intelecto… desaparecen para siempre tras un plazo que varía entre una sobremesa y una generación. Con algunas sin embargo, no sucede así. Sufren eclipses, pero aparecen de nuevo, y reaparecen no como elementos de un legado cultural, sino con su ropaje propio y sus cicatrices personales que pueden verse y tocarse. A éstas podemos darlas el calificativo de grandes, y no es inconveniente para ésta definición el que se convine la grandeza con la vitalidad...”    En este sentido, nosotros diremos tal es indudablemente lo que debemos de aplicar a Jean Baptiste Say (después de más de doscientos años) y al mismo Schumpeter (más de cien años): genios cuyos pensamientos tienen carácter rizomático y no arborescente (que se pueden deducir sus raíces de su altura) coma la mayoría de las teorías económicas de vigencia temporal. No necesitamos creer que una gran obra tenga necesariamente que ser una fuente de luz y perfección en sus fundamentos y en sus particularidades ni menos impactantes.

Pocos economistas tienen reservado el privilegio de no solo ser recordados sino de estar plenamente vigentes más de seis décadas después de su muerte. Este es el caso de Joseph Schumpeter.
En un ensayo publicado en 2009 bajo el título de Schumpeter versus Keynes: En el largo plazo no todos estamos muertos, Arthur N. Diamond pudo constatar, comparando el número de referencias realizado en revistas especializadas de 1956 a 2006, que “en general, Keynes es más citado desde 1956 hasta aproximadamente mediados de los 90. Pero a continuación y hasta 2006, Schumpeter es citado más a menudo que Keynes.” (A. N. Diamond, “Schumpeter vs. Keynes: ‘In the long run nor all of us are dead’”, Journal of the History of Economic Thought, Volume 31, Number 4, December 2009, p. 531.)

   En 1983, en el centenario del nacimiento de Keynes y Schumpeter Peter Drucker. Escribió:

  En cierto sentido, Keynes y Schumpeter reeditaron la famosa confrontación de filósofos en la tradición occidental –el diálogo platónico entre Parménides, el brillante, hábil e irresistible sofista, y el lento y feo pero astuto Sócrates. Nadie en el periodo entre las dos guerras fue más brillante, más hábil que Keynes. En cambio Schumpeter parecía pedestre –pero tenía sabiduría. La habilidad sale airosa, pero la sabiduría perdura.

   Mientras vivió, Schumpeter fue uno de los economistas más importantes del mundo, y a partir de su muerte, se ha convertido en un ícono. John Maynard Keynes es considerado el maestro entre los economistas. No obstante, las ideas de Schumpeter tienen un mayor impacto en este nuevo milenio, que algunos economistas han denominado el “siglo de Schumpeter.” El estudioso Thomas K. McCraw ofrece una vívida descripción de este hombre destacado, sus teorías económicas y su profunda influencia. getAbstract recomienda conocer a Schumpeter por su aporte fundamental para comprender la economía empresarial de nuestros días. El libro de McCraw es un buen camino para llegar a conocerlo.

      A manera de conclusión, diremos que:
     No son suficientes los teoremas económicos de los economistas-teóricos (Say y Schumpeter) para lograr la formación profesional del economista ingeniero, a pesar que sus planteamientos son tan necesarios y fundamentales (a propósito de esta nueva profesión) –hace falta formar la mentalidad del ingeniero para comportarse como tal. Es, por lo tanto, necesario el aprendizaje de otras materias ingenieriles y, sobre todo, realizar las prácticas pre-profesionales con los demás estudiantes de las facultades de ingeniería, para completar su formación integrada.
........
(1) Joseph Alois Schumpeter: (Trest, Moravia, 1883-Salisbury, Connecticut, 1950). Economista y sociólogo austríaco. Inició su formación superior en Viena, en donde fue discípulo de los principales representantes de la escuela austríaca, F. von Wieser y Von Böhm-Bawerk. En 1907 continuó sus estudios en Gran Bretaña. Ministro de Hacienda austríaco (1919), se dedicó principalmente a la enseñanza, siendo profesor en Bonn y Harvard. En 1932 se instaló definitivamente en EE UU. Su obra es una de las más vastas que se han producido en el siglo XX, con gran influencia en el pensamiento económico y las ciencias sociales en su conjunto. Destacó la influencia de los empresarios, la creación del crédito y la técnica en el desarrollo económico, además de polemizar con el socialismo. Uno de los conceptos introducidos por Schumpeter que más influencia ha tenido es el de innovación. Según él, existe un estado de no crecimiento, el «circuito» económico, y un estado de crecimiento, la «evolución». El paso del «circuito» a la «evolución» se efectúa por medio de las innovaciones, que constituyen el motor del crecimiento. Es autor, entre otros trabajos, de Teoría de la evolución económica (1912), Ciclos económicos (1939), Capitalismo, socialismo y democracia (1942), Historia del análisis económico (1954) y el ensayo Diez grandes economistas: de Marx a Keynes (1951).
(2) La invención implica dos ideas distintas. Conceptualmente, es el acto de dar con un pensamiento o una idea original, pero concretamente una invención es crear un elemento o dispositivo nuevo. La invención se refiere a la creación en todas sus formas. El diccionario Merriam Webster la define como "algo inventado como un producto de la imaginación o un dispositivo, artefacto o proceso que se originó tras el estudio y la experimentación".La innovación es la única forma para que un país pueda generar, a largo plazo, una mejor posición competitiva y un crecimiento económico sostenible (1). La innovación ofrece soluciones parciales para problemas sociales como el SIDA o la protección del medioambiente, etc… (2). La innovación ofrece soluciones parciales para superar la escasez de materias primas como energía, madera, metales, etc. (3). La innovación es una estrategia de la empresa para competir en el mercado, para abrir nuevos mercados y/o desarrollar nuevos productos; para evitar la imitación de los productos por parte de los competidores y para reactivar un mercado saturado (4). La innovación es el proceso de llevar las invenciones al mundo. El diccionario Merriam Webster la describe como "introducir algo nuevo o una nueva idea, método o dispositivo".
Los innovadores piensan en ideas y campañas para traer invenciones al mundo. La innovación es la parte comercial de la invención. Cuando se define literalmente, la innovación y la invención parecen muy similares, pero mientras la invención se refiere a la creación, la innovación se trata del uso de esa creación y con qué fin. Según techdirt.com, "la invención no tiene nada que ver con el éxito comercial, mientras que la innovación tiene mucho que ver con eso".
Para el invento, no hay evolución en el tiempo. Puede que se mejore u optimice, pero al no tener demanda concreta o un uso específico, es difícil que evolucione (a menos que el inventor desee mejorarlo). La Innovación se va perfeccionando. Puede ser usada para otras innovaciones o inventos. La principal diferencia es que al tener un mercado o demanda concreta, se logra obtener retroalimentación que puede ser usada para mejorar la experiencia de uso.  http://www.emprendedorxxi.coop/html/tribuna/tribuna_entrevista.asp?IdEntrevista=2283&idTipo=6
(3) Schumpeter definía innovación como: (a) Nuevo producto que no es conocido por los consumidores, (b) Nueva mejora o proceso de producción, (c) Expansión a nuevos mercados, (d) Nuevo canal de ventas, (e) Nueva organización (quebrando monopolios)...
[4] Say decía que el estudio de la economía no debía comenzar con análisis matemáticos y estadísticos abstractos sino con la experiencia real de la persona humana. Say estudió el libro de Smith y, aunque estuvo de acuerdo en todos los puntos, encontró que la omisión de empresarios emprendedores era un defecto serio. Los empresarios buscan oportunidades de lucro y, al hacerlo, crean nuevos mercados y nuevas oportunidades. Al interrumpir constantemente el equilibrio de la competencia, los empresarios evitan que los monopolios se formen y creen una amplia diversidad de productos que mantienen a los consumidores y productores. A cambio de tomar estos riesgos, los empresarios exitosos como Bill Gates y Henry Ford cosechan fortunas mucho más allá de los agentes normales en la economía.
[5] Podemos deducir entonces que el primer economista teórico que formuló la aplicación de la economía y formuló (al mismo tiempo) el método ingenieril, fue Jean Baptiste SAY. ¿Por qué? Porque él planteó la proactividad y la vocación para provocar el cambio (como propio del «entrepreneur»); pero no lo hace como ejemplo de conducta a seguir (actitudinal), o como son los líderes, sino como un ejemplo de ruptura del status quo económico –cambiando el Pero, este “Cambio”, que para el ingeniero tradicional significa mejora de condiciones; para el equilibrio (las estructuras económicas) del mercado.
[6] Thomas Malthus y Sismondi, luego reivindicados por Keynes, rechazaron la ley de Say argumentando la posibilidad de atesoramiento, que podría conducir al subconsumo. Say y otros clásicos respondieron aseverando que el atesoramiento era un fenómeno de importancia marginal.
Cuando Say se refería a productividad no estaba hablando de «eficiencia productiva»[30] y menos aún de «eficiencia económica»
[7] Eficiencia productiva (también conocida como eficiencia técnica) se produce cuando la economía está utilizando todos sus recursos de manera eficiente, produciendo el máximo de producción con el mínimo de recursos. El concepto se ilustra en la Frontera de posibilidades de producción (FPP) en la cual todos los puntos de la curva son los puntos de máxima eficiencia productiva (es decir, no se puede lograr más productos a partir de las recursos presentes). (Standish, Barry. Economics: Principles and Practice. South Africa: Pearson Education. pp. 13-15. ISBN 978-1-86891-069-4.)
[8] En economía, economía política, ciencia política, etc, se puede definir eficiencia económica como la eficiencia con la cual un sistema económico utiliza los recursos productivos a fin de satisfacer sus necesidades. De acuerdo a Todaro el concepto significa en materias de “producción, utilizar los factores de producción en combinaciones de menor coste, en consumo, asignación de gastos que maximicen la satisfacción ( utilidad) del consumidor” (Michael P. Todaro: “Economic Development”. Longman (Londres y New York) 1997 (6th edition) p 687) Una definición alternativa se refiere al uso de los recursos a fin de maximizar la producción de bienes y servicios. (Sullivan, Arthur; Steven M. Sheffrin (2003). Economics: Principles in action. Upper Saddle River, New Jersey 07458: Pearson Prentice Hall. p. 15. ISBN 0-13-063085-3) Se dice que un sistema económico es más eficiente que otro (en términos relativos) si provee más bienes y servicios para la sociedad utilizando los mismos recursos económicos. En términos absolutos, la situación puede ser llamada económicamente eficiente si: -Nadie puede mejorar su situación sin que empeore la de algún otro. (ver Eficiencia de Pareto); -No puede obtenerse producción adicional sin aumentar la cantidad de insumos. (eficiencia asignativa) -El producto se obtiene al costo por unidad más bajo posible. (eficiencia técnica o productiva)
[9] La segmentación de mercado es el proceso, como su propio nombre indica, de dividir o segmentar un mercado en grupos uniformes más pequeños que tengan características y necesidades semejantes, la segmentación de muchos sociales mercados se puede dividir de acuerdo a sus características o variables que puedan influir en ...
(10) El enfoque schumpeteriano difiere de otras ópticas porque reemplaza la noción del equilibrio por un circuito dinámico transformado por medio del proceso de innovación; es decir, que este circuito evoluciona por medio de un proceso de destrucción creadora producto del medio y al mismo tiempo con consecuencias sobre el medio de donde proviene. Joseph Alois Schumpeter fue uno de los principales gurúes de la economía del siglo XX.
(11) En 1934 Joseph Alois Schumpeter dio la siguiente definición de emprendedor: Un emprendedor es un innovador que busca destruir el estatus-quo de los productos y servicios existentes para crear nuevos productos y servicios. Schumpeter fue uno de los principales gurúes de la economía del siglo XX. Es célebre por su innovadora teoría del empresario como factor del desarrollo económico. Nacido en 1883 en el Imperio Austro-Húngaro (en una ciudad de la actual República Checa), Joseph Alois Schumpeter alternó la cátedra universitaria en Czernowitz, Graz, Bonn y Harvard con puestos públicos y privados.
(12) El próximo trienio será más decisivo que los 50 años anteriores: Ya no hay verdades absolutas. Todo está sujeto a revisión. Las grietas en el ‘statu quo’ hacen que los directivos estén muy preocupados. Esta sensibilidad a la transformación disruptiva que viene de la mano de la tecnología queda patente en la última encuesta realizada por KPMG el pasado mes de junio. Este trabajo, bajo el título Global CEO Outlook señala que los próximos tres años traerán consigo una transformación sin precedentes y serán mucho más decisivos para la evolución de la economía que los 50 anteriores. Así lo cree el 78% de los consejeros delegados españoles (el 72% a nivel global). Con la creencia que se debe actuar “ahora o nunca”, casi siete de cada diez ejecutivos de todo el mundo admiten su preocupación por tener que abordar asuntos ante los que tienen poca experiencia, como la transformación digital de la compañía o la adecuación de sus negocios a los nuevos gustos y exigencias de los consumidores. Un tercio de los ejecutivos españoles admite que su empresa “se transformará en otra significativamente diferente” en los próximos tres años. Un mayor foco en el cliente, el uso de sistemas de análisis de datos y tecnología cognitiva en sus organizaciones, así como la lealtad de los consumidores y la ciberseguridad son algunos de los temas que más les preocupan.
(13) El enfoque schumpeteriano difiere de otras ópticas porque reemplaza la noción del equilibrio por un circuito dinámico transformado por medio del proceso de innovación; es decir, que este circuito evoluciona por medio de un proceso de destrucción creadora producto del medio y al mismo tiempo con consecuencias sobre el medio de donde proviene. Joseph Alois Schumpeter fue uno de los principales gurúes de la economía del siglo XX. Es célebre por su innovadora teoría del empresario como factor del desarrollo económico. Nacido en 1883 en el Imperio Austro-Húngaro (en una ciudad de la actual República Checa), Joseph Alois Schumpeter alternó la cátedra universitaria en Czernowitz, Graz, Bonn y Harvard con puestos públicos y privados. Su obra cumbre, "Historia del Análisis Económico" es de tal erudición y profundidad que, a más de 50 años de su publicación póstuma, sigue siendo el mejor tratado sobre la materia. En la "Teoría del Desarrollo Económico" (1934), Schumpeter investigó los ciclos económicos y realizó una innovadora caracterización del empresario capitalista. Para este eminente economista austríaco, el empresario desempeña un papel clave como motor del desarrollo económico. Él es quien aporta los componentes de innovación y cambio tecnológico que hacen avanzar los negocios. En este punto, su análisis contrasta con el poco realista empresario neoclásico, que toma los precios como dados y se limita a adaptar su producción. Con Schumpeter, por el contrario, renace el empresario real, el empresario ubicado en el centro del proceso productivo con su importante papel de creador de nuevos productos, nuevas formas de organización y nuevos mercados. Sin embargo, no fue sólo un eximio economista. Hombre de fenomenal erudición, en su "Capitalismo, Socialismo y Democracia" (1942) plasmó sus profundos conocimientos de historia, filosofía política, economía y sociología en un análisis global de la sociedad, coronado por una inquietante predicción: el capitalismo se acerca a su derrumbe: su éxito sería su fracaso.
(14) La tipografía digital nació con Macintosh, Steve Jobs fue definitivamente su padre (Y Susan Kare, la madre de la tipografía digital). Y fue él mismo quien se encargó de reconocerlo y difundir la historia detrás de su creación, en aquel famoso discurso que brindara en la Universidad de Stanford en 2005. El cofundador de Apple recordaba entonces la anécdota que se vinculaba a una de las decisiones más difíciles que tuvo que tomar en su juventud: abandonar por motivos económicos los estudios en el Reed College Desde aquella fascinación inicial de Jobs por el arte de Palladino, hasta el toque mágico de Kare que finalmente les diera nombres propios, más de 10 años debieron pasar para que las tipografías digitales pudieran cobrar vida. Una gestación que fue tan delicada y sutil como un fino trazo de tinta.
(15) En el año de 1992, el American Heritage Dictionary definió al intrapreneur como “aquella persona dentro de una organización que se responsabiliza por convertir una idea en un producto terminado, económicamente viable, a través de la toma de riesgos y la innovación”.



Agradecemos sus comentarios.

Contactos al e-mail: cortezhonorio@gmail.com