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viernes, 24 de julio de 2015

Una sociedad utilitarista

Una sociedad utilitarista
Según la RAE existen dos definiciones para el término Utilitarismo, pero la principal es:"Doctrina filosófica moderna que considera la utilidad como principio de la moral". Utilidad como principio de la moral, pero...¿Qué es eso de utilidad? Sin necesidad de consultar un diccionario otra vez, podemos definirla simple y sencillamente como la capacidad de algo para satisfacer las necesidades humanas. Entonces fácilmente podemos decir que el utilitarismo se basa en la satisfacción de las necesidades humanas como principio de la moral. Nótese el plural, ya que, en esencia, esto es lo que le diferencia del hedonismo, doctrina de la cual bebe bastante.

Esta doctrina moral, propone una ética cuyos parámetros para distinguir el bien del mal son el placer y el dolor. Sin embargo, no se trata del placer o dolor individual, sino colectivo: Es bueno lo que produzca mayor beneficio (lo que es más útil) para el mayor número de personas. Esto le otorga un carácter menos subjetivo, o al menos menos individualista, que al hedonismo, ya que la valoración de si un acto es bueno o malo no recae únicamente en una persona, sino en un gran número de ellas, lo cual también le otorga un carácter democrático.

Y es que es imposible hablar en profundidad acerca del utilitarismo sin entrar a valorar factores económicos o políticos, ya que se encuentra profundamente ligado a ambas cosas. Concretamente, el utilitarismo se encuentra estrictamente ligado a aquello que hoy en día conocemos como
democracia (en casi todas sus formas) y también a aquello que conocemos como liberalismo económico. Curiosamente, ambos términos nos suenan muy familiares porque se encuentran muy presentes en la sociedad occidental de hoy en día, y por ende, en nuestra misma sociedad.

¿Significa esto que vivimos en una sociedad donde el utilitarismo se encuentra profundamente arraigado? Probablemente sí. La mayoría de personas probablemente jamás ha escuchado el término, y si lo han hecho no se acuerdan, pero aún así tienen muchas ideas relacionadas a dicha corriente de pensamiento.Gran parte de la población en general ve con buenos ojos tanto la democracia como el "libre mercado", y fácilmente pueden pensar que todo beneficio puede ser cuantificado. Una forma simple de ejemplificar esto es la siguiente: Si a un gran número de personas les planteamos una situación hipótetica en que hay dos grandes grupos de personas, donde uno es de 50 personas y otro de 25, y les decimos que se acerca una catástrofe y debido a lo complicado de la situación sólo es posible salvar a uno de los dos grupos y todas las personas que no sean salvadas morirán; la mayoría de personas (sino todos) escogerán salvar al grupo de 50 personas porque consideran que salvando 25 vidas más que en el otro grupo se obtiene un beneficio mayor.

Así, es fácil concluir que vivimos en una sociedad regida en gran manera por el utilitarismo. Tal vez la mayoría de las personas no se identifique abiertamente con dicha forma de pensar, pero han adoptado varias de sus ideas. Probablemente esto no sea notorio en cuanto a acciones puntuales o individuales, pero es fácil ver como esta ideología ha calado en la población general cuando se valoran acciones o decisiones que involucran a un gran número de personas. Así, si un grupo de personas discute acerca de si es buena o no la infidelidad a la pareja veremos una gran disparidad de opiniones; pero si ese mismo grupo discute acerca de alguna reforma a una ley que se pretende aprobar en la Asamblea Legislativa, la mayoría estarán de acuerdo en que la mejor opción es aquella que beneficie a un mayor número de personas.
Pero, ¿Es esta doctrina filosófica la mejor para una sociedad tan compleja como en la que vivimos?, ¿Realmente su uso tan extendido  nos asegura más beneficio del dolor que produce?, ¿Y qué hay de las minorías, acaso no tienen derecho a que sus necesidades también sean satisfechas?...

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