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jueves, 5 de agosto de 2021

 La teoría social latinoamericana. 

Legados y desafíos

https://www.colibri.udelar.edu.uy/jspui/bitstream/20.500.12008/7581/1/teor%C3%ADa_social_latinoamericana.pdf

Índice 

Prólogo ...................................................................................... 7 Nota........................................................................................... 9 Introducción............................................................................ 11 

Capítulo 1 Legados del medio siglo. 

Cuatro momentos en el pensamiento social latinoamericano ............................. 15 

1. Apertura....................................................................................15 

2. Las trampas de la modernización .............................................16 

3. La dialéctica del dependentismo ..............................................24 

4. El modelo latinoamericano de desarrollo .................................30 

5. Cultura y deconstrucción en América Latina ...........................37 

Capítulo 2 

Entre la globalización y la desigualdad. Perspectivas teóricas sobre América Latina ....................................... 47 

1. El rearme discursivo.................................................................47 

2. Pobreza, desigualdad y globalización en América Latina..............................................................................................53 

3. Estado, sociedad civil y democracia .........................................58 

4. El sistema capitalista mundial ..................................................65 

5. La globalización imaginada ......................................................70

Capítulo 3 

El futuro de la crítica. Apuntes para una teoría de la sociedad latinoamericana .................................................................. 75 

1. Hoja de ruta ..............................................................................75 

2. América Latina: la nueva geografía de la crítica ......................79 

3. Primer apunte teórico: los sistemas sociales y el mundo de la vida ....................................................................87 

4. Segundo apunte teórico: tendencias de la evolución social...............................................................................................92 

5. Tercer apunte teórico: los caminos de la teoría crítica ............97 

Bibliografía ........................................................................... 105 

Sobre el autor........................................................................ 111

Prólogo 

La convocatoria a propuestas de textos para esta colección empieza diciendo: «El Espacio Interdisciplinario (ei) tiene entre sus objetivos estimular encuentros para el abordaje de temas complejos con el aporte de diferentes disciplinas». 

Los encuentros que se busca estimular son imprescindibles tanto para hacer avanzar el conocimiento y utilizarlo bien como para contribuir a su democratización; en los tres aspectos, tales encuentros entre disciplinas son cruciales para evitar que la expansión acelerada del conocimiento, rasgo mayor de nuestra época, tenga algunos efectos muy perjudiciales. 

La especialización creciente es una consecuencia inevitable de dicha expansión, que se traduce en la multiplicación de disciplinas, muy a menudo necesaria para estudiar en profundidad ciertos fenómenos distintos o ciertos aspectos diferentes de un mismo fenómeno. Sin esa especialización creciente, estructurada en torno a disciplinas sólidamente construidas, se correría el riesgo de enlentecer el avance del conocimiento, de no profundizar en toda la medida de lo posible el estudio y la comprensión de ciertos procesos. 

Pero la especialización conlleva el riesgo de la fragmentación del conocimiento, que tiene por lo menos tres consecuencias negativas. Una atañe al conocimiento mismo: parece difícil llegar a conocer realmente algo, por ejemplo, del cambio climático, si no conectamos lo que al respecto nos dicen diferentes disciplinas. Una segunda consecuencia potencialmente negativa se refiere al uso valioso del conocimiento: parece difícil afrontar, por ejemplo, la problemática nutricional e infecciosa de los niños que asisten a las escuelas en barrios carenciados de Montevideo sin conjugar los aportes de variadas especialidades. Una tercera consecuencia que puede tener la fragmentación del conocimiento se relaciona con su democratización; esta cuestión no siempre recibe atención comparable a las dos anteriores, por lo cual nos detendremos brevemente en ella. 

¿Cómo hace un ciudadano «de a pie» para hacerse una idea de lo que conviene a la comunidad en relación a un problema complejo? 

Los expertos pueden y deben asesorar pero, aunque lo hagan en términos comprensibles para no expertos, sus opiniones se basan en sus especializaciones respectivas, por lo que no necesariamente incluyen un enfoque de conjunto; además, ciertas opiniones de expertos suelen contraponerse a las de otros expertos. En ese contexto, la decisión democrática acerca de problemas complejos se hace muy difícil. La democratización del conocimiento incluye varias facetas; una imprescindible es la de colaborar con la ciudadanía para que pueda hacer un uso informado y autónomo del conocimiento avanzado a la hora de adoptar decisiones sobre asuntos que a todos atañen. Los encuentros y diálogos entre disciplinas pueden contribuir a ello. 

La democratización del conocimiento constituye un desafío mayor de nuestra época y una responsabilidad fundamental de una Universidad como la nuestra, que busca conjugar la excelencia académica con el compromiso social. Con la Colección Interdisciplinarias, el Espacio Interdisciplinario de la Universidad de la República procura realizar un nuevo aporte a la democratización del conocimiento. 

Bienvenido sea. 

Rodrigo Arocena

Nota 

A lo largo de los últimos cincuenta años, las ciencias sociales latinoamericanas han ofrecido una serie de «modelos de análisis» que han dibujado diversas imágenes sobre el continente. Como primer paso, este ensayo se propone aquilatar las fortalezas y debilidades de un conjunto de legados teóricos cuya influencia continúa siendo relevante. La delimitación de una teoría crítica de la sociedad impone el desarrollo de una voluntad hermenéutica que haga carne en aquellos modelos latinoamericanos que han sabido conjugar aliento teórico, propuesta metodológica y evidencia empírica. 

En un segundo momento, tenemos que reconocer que, en tiempos recientes, nuestras ciencias sociales no terminan de cuajar un modelo alternativo. Institucionalizadas las disciplinas, y especializados y fragmentados los saberes, el destino de la sociología parece marcado por una permanente transición. Las ciencias sociales latinoamericanas han sido desafiadas directamente por los profundos cambios socioeconómicos de los últimos lustros. Complementariamente, el rol de los intelectuales ha mutado en medio de la explosión de los «metarrelatos» y de la extensión omnímoda de las industrias culturales. En este contexto, se abordarán críticamente los aportes modélicos más actuales sobre las especificidades socioeconómicas y culturales de América Latina; un ejercicio que servirá para medir los esfuerzos de continuidad y ruptura en la elaboración de paradigmas que revitalicen a las ciencias sociales latinoamericanas. 

Por último, se esbozarán algunas líneas de trabajo conceptual desde donde fundamentar una teoría crítica de la sociedad latinoamericana. Será un avance preliminar y fragmentario, aunque en ningún caso se perderán de vista los aportes de los legados teóricos de nuestras ciencias sociales. Una apuesta inspirada en diversos núcleos de la teoría social, que recorrerá cuatro dimensiones relevantes: 

1) la enumeración de los principales cambios sociopolíticos registrados en la realidad latinoamericana en los últimos lustros, los cuales afectan las prácticas de los intelectuales y la agenda académica de las ciencias sociales; 

2) las relaciones entre el sistema social y el mundo de la vida, como ámbito teórico de encuadre para categorías tales como modernización, heterogeneidad cultural, dependencia y acción social; 

3)  la teoría de la evolución social y sus desafíos para las nociones clásicas del desarrollo; 4)  la reivindicación del paradigma de la crítica, en tanto reconsideración de los viejos motivos normativos de la sociología latinoamericana y ejercicio epistemológico de una crítica de la razón dualista. 

Este ensayo fue pensado y elaborado hace ocho años, como resultado de la tesis de Maestría en Estudios Latinoamericanos. Una buena parte de las reflexiones —no exentas de ingenuidades— están marcadas por el sello de aquellos años de profunda crisis socioeconómica. Desde ese entonces hasta ahora, muchas cosas han ocurrido en nuestro continente. 

También las ciencias sociales han experimentado cambios importantes. Asumiendo los riesgos de la desactualización, consideramos que este ensayo mantiene su vigencia interpretativa.

Introducción 

La historia del pensamiento social latinoamericano ofrece magníficos ejemplos teóricos. Entre la amnesia posmoderna y el pragmatismo neoliberal, muchas veces ignoramos la relevancia de las tradiciones teóricas de nuestras ciencias sociales. Obsesionados por las exigencias de las técnicas y las metodologías de investigación, no apreciamos la acumulación de principios de análisis para capturar las realidades del continente. Convencidos de la necesidad de producir un conocimiento adaptativo y estandarizado, las percepciones teóricas y las imágenes empíricas se van consumiendo como el incienso. Socializados en el realismo político y en la «neutralidad» del nuevo intelectual, desactivamos los contenidos críticos de un pensamiento latinoamericano que pide a gritos un trabajo sistemático de revisión. 

En este ensayo pretendemos aislar algunos momentos importantes de las peripecias de las ciencias sociales en América Latina. En el primer capítulo, titulado «Legados del medio siglo. Cuatro momentos en el pensamiento social latinoamericano», se dibujan cuatro modelos interpretativos que abarcan casi medio siglo de esfuerzo teórico-empírico. Se trata de una selección comentada de los aportes más sustantivos de la modernización en la versión de Gino Germani, de algunas vertientes de la teoría de la dependencia, del modelo latinoamericano de desarrollo elaborado por Alain Touraine y del enfoque de las culturas híbridas según la visión de Néstor García Canclini. Dicho capítulo combina reseña y crítica, comentario y evaluación, exposición sintética y advertencia polémica, con la convicción de que las sociedades latinoamericanas nunca son con independencia de cómo se las piensa. 

Este recorrido por los legados admite una serie de puntualizaciones cuyo alcance tiene validez para todo el ensayo. En primer lugar, se habla con sus distintos registros de las ciencias sociales en América Latina, aunque el verdadero acento de la reflexión está puesto en la sociología. De alguna manera, esta disciplina se conecta con los problemas globales de la sociedad y se articula en torno a los ejes constitutivos de la teoría social. En segundo lugar, y complementariamente, se tematizan las relaciones de dependencia o de autonomía entre las distintas ciencias sociales, como forma de resistir cualquier tipo de imperialismo categorial y de apostar por una labor transdisciplinaria. 

El segundo capítulo, «Entre la globalización y la desigualdad. Perspectivas teóricas sobre América Latina», aparece como un espejo del primero, en el cual se observan los rasgos más destacables de las corrientes latinoamericanas contemporáneas. En medio de cambios socioeconómicos de insoslayable profundidad, se someten a juicio crítico aquellas propuestas teóricas con productividad metodológica y empírica, capaces además de configurar principios de análisis a partir de un patrón común de evolución social en América Latina. 

En este capítulo se ensaya también la posibilidad de medir los grados de continuidad y de ruptura de los legados interpretativos. La vigencia y la reactualización de estos se hacen evidentes tanto en la reproducción de perspectivas más tradicionales como en la ampliación y superación de los modelos más cercanos en el tiempo. Si bien el corto espacio de este ensayo conspira contra una adecuada reseña y una debida fundamentación crítica, no pueden negarse las dificultades para evaluar lo nuevo. Han cambiado los públicos lectores y, por lo tanto, las formas de producir ciencias sociales. Predominan los artículos y el pensamiento embrionario. Además, conforme las sociedades se complejizan, las pretensiones de modelos teóricos se tornan más improbables. La profesionalización y especialización de las ciencias sociales y su contracara, el escepticismo posmoderno, socavan la idea de modelo cercana a la noción de totalidad. 

Pero este ensayo no apela solamente a la reconstrucción de los legados teóricos y de los enfoques más actuales sobre América Latina. En el tercer capítulo, denominado «El futuro de la crítica. Apuntes para una teoría de la sociedad latinoamericana», se ofrecen criterios orientadores para una discusión sistemática acerca de una teoría de la sociedad latinoamericana. Entre el fragmento y la reflexión, la hoja de ruta plantea elementos sobre las mutaciones sociales y políticas en el continente, sobre los nuevos perfiles del intelectual y sobre las relaciones entre las ciencias sociales y las pretensiones crítico-normativas. 

La descripción, comprensión y explicación de las especificidades sociales en América Latina demandan un trabajo conceptual. Las singularidades de una sociedad nunca son evidentes por sí mismas, y requieren de un auténtico programa teórico de investigación. Las consideraciones epistemológicas y las aperturas hacia la filosofía (alentando contenidos hermenéuticos, fenomenológicos y críticos) aparecen como los caminos para transformar a la sociología en una disciplina focalizada hacia un análisis histórico y práctico de la sociedad contemporánea. 

Los apuntes teóricos esbozados en este capítulo abundan en interrogaciones que se reputan como esenciales, y proyectan la tarea a partir de la discusión de un nuevo concepto de sociedad y de la evaluación de las distintas dimensiones de la evolución social. Del mismo modo, reivindican el paradigma de la crítica en tanto ejercicio de recusación de los formatos dualistas de razonamiento, presentes también en los modelos latinoamericanos de interpretación. En este punto hay que reconocer que los intentos de renovación teórica no siempre alcanzan mediaciones conceptuales y metodológicas para producir conocimiento sobre las sociedades latinoamericanas. Los apuntes de este ensayo corren precisamente ese riesgo. 

Estamos convencidos de que la fragmentación disciplinaria y los procesos de especialización de las ciencias sociales pueden mitigarse en los planos compartidos de la teoría social. La sociología del continente debe estrechar vínculos de cooperación conceptual con las líneas más candentes del debate teórico-filosófico. A su vez, semejante empeño de nada servirá sin articulaciones metodológicas y empíricas que arrojen luz sobre el contorno y el núcleo de la realidad latinoamericana contemporánea. Pluralizar los principios de análisis, generar ciencias sociales autorreflexivas e interpelar al intelectual aséptico son algunos de los desafíos a los que nos someten nuestros propios legados.

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