ESCRIBA LO QUE DESEA LEER EN ESTE BLOG

lunes, 9 de enero de 2017

Stuart Mill - Utilitarismo


El utilitarismo es una teoría ética que planteaba Stuart Mill.
El utilitarismo planteaba la siguiente pregunta: 

- ¿Que es lo bueno?


Como respuesta a esa pregunta, stuart mill se planteo su propia etica.

- Lo bueno es lo útil y lo bueno es lo que nos lleva al placer.

Una acción es buena si promueve la felicidad y es mala si no promueve la felicidad.

- Lo bueno es lo que produce placer.
- Lo bueno es evitar el dolor.

Hay placeres que son duraderos y otros que no. (Ejemplo: el cigarro)
Hay 2 tipos de placeres, elevados: Que tienen que ver con lo intelectual (ejemplo: La Musica)
y los placeres bajos: tienen que ver con lo corporal.

Buscar la mayor felicidad posible, para la mayor cantidad de gente posible tambien me hace feliz, por lo tanto también es parte de lo bueno.

El utilitarismo propone subordinar la felicidad individual a la colectiva.

El Utilitarista no descarta el sacrificio de la felicidad personal en pos de una felicidad mas amplia.

¿Que se debe tener en cuenta para determinar si un acto es bueno o malo?

Un acto es bueno o no lo es dependiendo del resultado. Si la acción aporto la felicidad, es buena.
Que quiere decir esto?: Que no importa la intensión de una acción en el momento de comenzarla, es decir, no importa si al comienzo la intensión fue mala al al iniciar una accion. si el resultado es bueno el acto es bueno.
La Ética aristotélica: la Ética a Nicómaco
La Ética a Nicómaco comienza afirmando que toda acción humana se realiza en vistas a un fin, y el fin de la acción es el bien que se busca.

El fin, por lo tanto, se identifica con el bien. Pero muchas de esas acciones emprendidas por el hombre son un "instrumento" para conseguir, a su vez, otro fin, otro bien.
Por ejemplo, nos alimentamos adecuadamente para gozar de salud, por lo que la correcta alimentación, que es un fin, es también un instrumento para conseguir otro fin: la salud.

¿Hay algún fin último? Es decir, ¿Hay algún bien que se persiga por sí mismo, y no como instrumento para alcanzar otra bien?

Aristóteles nos dice que la felicidad es el bien último al que aspiran todos los hombres por naturaleza. La naturaleza nos impele a buscar la felicidad, una felicidad que Aristóteles identifica con la buena vida, con una vida buena.
Pero no todos los hombres tienen la misma concepción de lo que es una vida buena, de la felicidad: para unos la felicidad consiste en el placer, para otros en las riquezas, para otros en los honores, etc.

¿Es posible encontrar algún hilo conductor que permita decidir en qué consiste la felicidad, más allá de los prejuicios de cada cual?

No se trata de buscar una definición de felicidad al modo en que Platón busca la Idea de Bien, toda vez que el intelectualismo platónico ha sido ya rechazado.

La ética no es, ni puede ser, una ciencia, que dependa del conocimiento de la definición universal del Bien, sino una reflexión práctica encaminada a la acción, por lo que ha de ser en la actividad humana en donde encontremos los elementos que nos permitan responder a esta pregunta. Cada sustancia tiene una función propia que viene determinada por su naturaleza; actuar en contra de esa función equivale a actuar en contra de la propia naturaleza; una cama ha de servir para dormir, por ejemplo, y un cuchillo para cortar: si no cumplen su función diremos que son una "mala" cama o un "mal" cuchillo. Si la cumplen, diremos que tienen la "virtud" (areté) que le es propia: permitir el descanso o cortar, respectivamente; y por lo tanto diremos que son una "buena" cama y un "buen" cuchillo. La virtud, pues, se identifica con cierta capacidad o excelencia propia de una sustancia, o de una actividad (de una profesión, por ejemplo).

Del mismo modo el hombre ha de tener una función propia: si actúa conforme a esa función será un "buen" hombre; en caso contrario será un "mal" hombre. La felicidad consistirá por lo tanto en actuar en conformidad con la función propia del hombre.

Y en la medida en que esa función se realice, podrá el hombre alcanzar la felicidad. Si sus actos le conducen a realizar esa función, serán virtuosos; en el caso contrario serán vicios que le alejarán de su propia naturaleza, de lo que en ella hay de característico o excelente y, con ello, de la felicidad.

Si queremos resolver el problema de la felicidad, el problema de la moralidad, hemos de volvernos hacia la naturaleza del hombre, y no hacia la definición de un hipotético "bien en sí".


No hay comentarios:

Publicar un comentario