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jueves, 16 de junio de 2022

Keynes y la síntesis neoclásica/ keynesiana frente a la crisis y los movimientos de capital internacional

 Keynes y la síntesis neoclásica/ keynesiana frente a la crisis y los movimientos de capital internacional 

Resumen 

Esta investigación tiene como objetivo contrastar las ideas de Keynes y de la síntesis neoclásica/keynesiana en relación con el funcionamiento del sistema capitalista y al movimiento de capitales. Para lograr este objetivo, se estudia la importancia del mercado accionario y el mercado de crédito en Keynes, así como las fases inherentes del movimiento del sistema capitalista y se analiza el comportamiento del flujo de capitales, desde el punto de vista de los seguidores de Keynes. Adicionalmente, se describe la concepción teórica de la síntesis neoclásica/keynesiana sobre la desviación del equilibrio de pleno empleo y se estudian los principios teóricos del funcionamiento de la economía cuando ésta se abre. Finalmente, se ofrecen las conclusiones. 

Palabras clave: crisis, flujos de capital, Keynes, síntesis neoclásica/keynesiana. Clasificación JEL: B4, B41. 

* Profesora-Investigadora del Departamento de Economía de la uam–Azcapotzalco (mguz@correo.azc.uam.mx).

Introducción 

Las crisis financieras y económicas recurrentes que azotaron la mayor parte de las economías a nivel mundial desde la última década del siglo pasado y que tienen como marco de referencia las reformas de liberalización de capitales, motivan a los estudiosos de la economía a la revisión de los fundamentos teóricos de las grandes escuelas de pensamiento para entender, explicar y poder predecir las fluctuaciones violentas que acechan tanto a países desarrollados como emergentes. De esta manera, la presente investigación tiene como objetivo contrastar las ideas de Keynes y de la síntesis neoclásica/keynesiana en relación con el funcionamiento del sistema capitalista y con el movimiento de capitales. Para lograr este objetivo, este trabajo se divide en cuatro secciones. En la primera, se estudia la importancia de los mercados accionario y de crédito en Keynes, así como las fases inherentes del movimiento del sistema capitalista. En la segunda parte se analiza el comportamiento del flujo de capitales desde el punto de vista de los seguidores de Keynes y en la tercera se describe la concepción teórica de la síntesis neoclásica/keynesiana sobre la desviación del equilibrio de pleno empleo. En la cuarta sección se estudian los principios teóricos del funcionamiento de la economía cuando esta se abre. Por último, se presentan las conclusiones. 

1. El enfoque de Keynes 

Para Keynes (1980) el sistema económico capitalista tiene un carácter cíclico, el cual se presentan con cierta regularidad. El elemento fundamental que provoca los ciclos es la inversión la cual depende de la eficiencia marginal del capital. Esta eficiencia responde principalmente a las expectativas psicológicas de corto y largo plazos (percepciones subjetivas de los agentes económicos en un horizonte temporal), en las cuales se basa el inversionista para estimar el rendimiento probable de su producción terminada o de su equipo existente. Dentro del rendimiento probable, es importante considerar al factor de capitalización y a la tasa de interés esperada sobre préstamos en dinero que a su vez dependen de las expectativas y del estado de la confianza de los agentes económicos. Estos dos últimos elementos tienden a cambiar en forma violenta porque dependen de la psicología de masas. Por tanto, las decisiones de inversión, cuando se toma en cuenta el futuro incierto, son débiles y pueden modificarse repentinamente (Palacios, 2008: 23). 

Uno de los mercados que mayor influencia tiene sobre la formación de las expectativas y el estado de la confianza de los agentes económicos es el mercado accionario, en concreto el movimiento de la bolsa, porque la inversión real también Keynes y la síntesis neoclásica/keynesiana frente a la crisis… 55 puede ser vista y evaluada como un activo financiero. En este mercado, muchas de las inversiones se revalúan todos los días y estas estimaciones brindan frecuentemente oportunidades a los individuos para revisar sus compromisos. Además, las revaluaciones hechas en la bolsa influyen en la tasa de inversión corriente, porque ayudan a determinar si se gasta en un nuevo proyecto de inversión con desembolsos millonarios o se compra la empresa ya existente con ganancias inmediatas. 

La bolsa para Keynes es como un barómetro mediante el cual el inversionista decide seguir en el negocio, retirarse o volver a entrar en él. Aunque la bolsa de valores es un barómetro, también representa un factor que hace más débil la valuación del mercado para la inversión real, por varias razones. 

Primera, con el aumento de inversión de renta variable en manos de la comunidad que no conoce ni dirige los negocios, disminuye el conocimiento real que hay sobre la valuación de las inversiones por quienes las poseen o proyectan comprarlas. 

Segunda, las fluctuaciones diarias en la ganancias de los inversionistas existentes que son de carácter efímero y poco importante,1 influyen de manera excesiva y absurda en el mercado. 

Tercera, cuando la valuación del mercado se establece como resultado de la psicología de masas, de un gran número de individuos ignorantes, estará sujeta a modificaciones violentas debido a cambios bruscos en la opinión, como consecuencia de factores no relevantes para el rendimiento probable ya que no habrá motivos de convicción fuertemente arraigados para mantenerlos con firmeza. En estos casos, el mercado estará sujeto a oleadas de sentimientos optimistas o pesimistas que son legítimos en cierto sentido cuando no hay bases sólidas para un cálculo razonable. 

Cuarta, otro elemento por el cual la sociedad no estudia realmente el rendimiento probable o hace más débil su estudio, es que las habilidades de los inversionistas profesionales (aquellos que tienen la tarea de prever los rendimientos probables de los bienes por todo el tiempo que dure la inversión) y del especulador (actividad de prever la psicología del mercado), no están dedicadas a hacer previsiones de largo plazo con respecto a los rendimientos probables de una inversión, sino a prever cambios con mayor anticipación que el público en general. Por ello, estos dos personajes no se ocupan de lo que realmente significa el valor de la inversión para el hombre quien lo compra para siempre, sino de cuánto lo estimará el mercado dentro de dos meses o un año, bajo la influencia de la psicología de masas. 

Por ejemplo, el aumento del precio de las acciones de las compañías manufactureras del hielo, en el periodo de verano cuando sus dividendos son estacionalmente elevados en comparación con los de invierno, lapso en el cual nadie quiere ese producto o bien el aumento de días festivos que puede elevar la valoración del mercado en el sistema de transporte.

Además, para Keynes en la medida que mejora la organización de los mercados de inversión, el inversionista profesional dedica su inteligencia a anticipar lo que la opinión promedio espera sea la opinión promedio, función predominantemente del especulador. 

Dada la importancia que para el enfoque de Keynes tiene la evaluación de los activos, los seguidores de esta escuela, como Shiller (1984), proponen un modelo de formación de precios de los activos. En su modelo, Shiller incorpora a los inversionistas ordinarios, los cuales están guiados por la psicología de masas. Ésta influye en los mercados financieros haciendo que los precios de los activos sobrerreaccionen ante cambios en la moda, el acontecer político, el ciclo económico y los movimientos sociales.2 Además de los inversionistas ordinarios, se encuentran los inversionistas profesionales, quienes responden rápida y apropiadamente ante la información pública disponible. Sin embargo, para este autor, esta clase de inversionistas está limitada por su riqueza mientras que los inversionistas ordinarios son la mayoría. 

Por tanto, el modelo de la formación de precios que Shiller propone es: 

Pt = ∑ ∞ k=0 [(EDt+k + φEYt+k) /(1 + r + φ) ]

Donde: 

Pt = precio real de los activos; 

EDt+k = dividendos esperados de los activos según los inversionistas profesionales; 

ETt+k = dividendos esperados de los activos según los inversionistas ordinarios; 

r = tasa de descuento de los dividendos esperados por los inversionistas profesionales; y 

ϕ = tasa de descuento de los dividendos esperados por los inversionistas ordinarios.

 Esta ecuación expresa que el precio real de un activo es el valor presente de los dividendos descontados a una tasa r+ϕ. Si φ es cero, los inversionistas profesionales tienen total influencia sobre los mercados financieros, pero, en la medida que los inversionistas ordinarios tienen una mayor participación en el mercado de los activos, el precio estará más influenciado por la psicología de masas y, en consecuencia, variará violentamente.

2 Los movimientos sociales pueden generarse por la promulgación de leyes que impulsen el desarrollo de los mercados. Dentro de estos movimientos se puede encontrarla creación del fondo de pensiones en los EUA la cual provocó una mayor entrada de inversionistas al mercado. También la aparición del asesor financiero y el crecimiento de su credibilidad en el círculo de los negocios se puede considerar como un movimiento social que afecta el precio de los activos.

El movimiento de otro mercado que domina el estado de la confianza de los agentes económicos es el de crédito (Keynes, 1980: 144), los bancos de inversión y de comercio juegan un papel fundamental en el control y suministro del financiamiento en una economía capitalista. De hecho, para Minsky (1987), en su interpretación alternativa de las teorías de Keynes, este suministro está en función del comportamiento de los banqueros, el cual es igual al de los especuladores; en este sentido, especulan con sus activos, los cuales son préstamos con fecha determinada de vencimiento a corto y largo plazos, con objeto de refinanciarse o vender valores que se transforman en alguna cartera de inversión de algún agente económico y ellos vuelven a comprar valores. Los banqueros como especuladores, toman posiciones largas cuando aumentan los precios (piden prestados valores cuando perciben que su precio va a la alza) y posiciones cortas cuando esperan que disminuyan (recuperan los valores cuando sus precios bajan). 

Para Minsky, otro factor importante que los agentes económicos toman en cuenta, en un mundo donde las relaciones financieras afectan a la economía real, son las familias y las empresas, las cuales también posen carteras de inversión y pueden contraer deudas que representan sus pasivos, a su vez estos agentes tienen un papel significativo en las actividades financieras al tomar posiciones cortas o largas. En general para este autor, banqueros, familias y empresas toman posiciones al hacer la evaluación de sus carteras. 

Vistos los factores más importantes que determinan el movimiento de la eficiencia marginal del capital, Keynes (1980: cap. xxii) y Minsky (1987: cap. vi) analizan las etapas del ciclo económico y se centran principalmente en el auge, la crisis y la depresión. 

1.1 Auge 

En el periodo de auge las expectativas optimistas acerca de los rendimientos futuros de los bienes de capital hacen crecer la inversión y con ella la producción y el empleo (el cual a su vez depende de las mismas variables que afectan la inversión, a saber: de las expectativas y del estado de la confianza). Las empresas y las familias recortan su efectivo y su posesión de activos líquidos y tienden a incrementar sus deudas, las cuales esperan pagar con el flujo de efectivo que otorga la composición de su cartera. Los bancos incrementan la capacidad de préstamo para pagar la inversión y mediante los depósitos de los agentes económicos incrementan su escala de operación. Con frecuencia, los compromisos adquiridos exceden los ingresos de efectivo a obtener en el corto y largo plazos, por lo cual para refinanciarse venden sus activos, pasivos o ambos, es decir, forman posiciones. Conforme avanza el auge, tanto las empresas, instituciones financieras y familias toman posiciones más aventuradas porque el exceso de optimismo generalizado en esta etapa hace que las expectativas de los rendimientos probables de la inversión estén sobrevaluadas y, por tanto, se piense que los rendimientos futuros serán más altos. 

1.2 Crisis 

En la medida que las empresas y banqueros son más optimistas, la inversión aumenta, pero aparece la duda de que el deudor pueda cumplir con los pagos, por tanto el riesgo del prestador aumenta. En este momento cambian violentamente las expectativas de optimistas a pesimistas, la demanda especulativa de dinero se incrementa por el peligro de no pago de las deudas contraídas en la etapa de auge por lo cual las instituciones financieras, las empresas y las familias trataran de vender sus activos para pagar sus deudas. Conforme todos quieren vender sus activos, su precio empieza a descender y aparece la crisis. Inmediatamente después de la crisis, se genera lo que se conoce como el proceso de deflación de deuda la cual surge por dos situaciones (Minsky, 1987: 137): 

1) El precio de demanda del capital derivado de la capitalización del mercado es mayor que el de oferta (precio de reposición del capital), pero el riesgo del deudor es tan grande que la inversión resulta menor al monto que pueden financiar los ingresos internos. 

2) Cuando el precio de demanda de los bienes de capital se halla por debajo del precio de oferta, la inversión tenderá a cero. Ante tal situación, las empresas, los banqueros y los intermediarios financieros proceden a limpiar sus balances y a consolidar deudas de corto plazo, esto es, emiten deuda de largo plazo para sustituir la de corto plazo. Así, se pueden reducir compromisos de flujo de efectivo a la estructura de pasivos próximos a vencer. 

Por su parte, para Keynes, hay indicios de una crisis cuando el estado de la confianza cambia al ver crecer las existencias de los bienes durables de reciente producción, además si se percibe que los costos de producción corrientes son más altos de lo que serán, la eficiencia marginal del capital baja. El pesimismo y la incertidumbre sobre el futuro se va generalizando hasta que se derrumba por completo la eficiencia marginal del capital. En este momento aparece la crisis, surge como producto de un cambio violento de las expectativas que modifican el estado de la confianza de los agentes económicos por la falta de certidumbre sobre el futuro, ello se refleja en la economía real como un aumento en las existencias. Además, en la crisis aparece la preferencia por la liquidez y de aquí un aumento en la tasa de interés, lo cual repercute en una nueva baja en la inversión. 

1.3 Depresión 

Para Minsky el proceso de deflación de deuda generado en la esfera financiera impacta sobre la producción. La demanda de producción de bienes de inversión disminuye y vía el multiplicador repercute sobre la demanda de bienes de consumo, el efecto inmediato es la desocupación y la caída del ingreso. 

Para Keynes, el derrumbe de la eficiencia marginal del capital repercute a su vez en la propensión marginal a consumir, porque ese derrumbe afecta al valor de mercado de instrumentos de rendimiento variable. Ante una disminución de la eficiencia marginal del capital, los ingresos por las inversiones de los individuos que participan en la bolsa se reducen drásticamente, por lo cual el gasto en consumo también cae; el resultado es el agravamiento de la desocupación. Además, en esta fase reina el “error del pesimismo”, esto es, el rendimiento probable de la inversión se vuelve negativo a diferencia del auge donde estaba sobrevaluado al igual que el valor de la producción. 

Para salir de la fase de depresión Keynes realiza las siguientes recomendaciones: 

1) Disminuir la tasa de interés. Esta medida es una condición necesaria para salir de la depresión. 

2) Restaurar el estado de la confianza, es decir, buscar los factores que gobiernan el estado de la confianza y promoverlos. Esta medida es una condición suficiente para salir de la depresión. 

3) Una política fiscal destinada a incrementar el gasto público en obras de infraestructura puede conducir a salir de la crisis. 

2. Los flujos de capital en el enfoque de Keynes 

A pesar de que el análisis que hace Minsky (1987) sobre los trabajos de Keynes y su aportación, para entender las relaciones financieras que caracterizan al sistema capitalista, son para una economía cerrada, él mismo argumenta que esto lo hace sólo por exposición, pero que la esencia de una interpretación cíclica con inestabilidad financiera de Keynes se encuentra en un sistema de economía capitalista abierto. De [.....]

 

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