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jueves, 21 de abril de 2022

FUNDAMENTOS ANTROPOLÓGICOS Y TEORÍA ECONÓMICA: ANÁLISIS COMPARADO DE ESCUELAS DE INSPIRACIÓN LIBERAL Y DE INSPIRACIÓN CATÓLICA

  “FUNDAMENTOS ANTROPOLÓGICOS Y TEORÍA ECONÓMICA: ANÁLISIS COMPARADO DE ESCUELAS DE INSPIRACIÓN LIBERAL Y DE INSPIRACIÓN CATÓLICA” 

AUTOR: DANIEL BALLESTEROS CALDERÓN

ÍNDICE 

Objetivos y desarrollo de la tesis. ............................................................................. 8 

1. La antropología católica. ..................................................................................... 15 

1.1. El hombre y la acción humana. ...................................................................... 16 

1.1.1. La persona, criatura de Dios.......................................................................... 16 

1.1.2. El fin del hombre. .......................................................................................... 17 

1.1.3. La libertad. .................................................................................................... 19 

1.1.4. La ley moral natural. ..................................................................................... 23 

1.1.5. El pecado y la salvación. ............................................................................... 25 

1.2. Implicaciones antropológicas en la interacción social. ................................. 26 

1.2.1. La comunidad política. ......................................................................... 27 

1.2.1.1. El Derecho y la Justicia. .................................................................... 28 

1.2.1.2. El bien común. ....................................................................................... 30 

1.2.1.3. Los principios de solidaridad y subsidiariedad. ................................... 33 

1.2.1.4. El Estado y la fe católica. ......................................................................36 

1.2.2. La interacción económica. ....................................................................... 41 

1.2.2.1. Destino universal de los bienes y propiedad privada. .......................... 41 

1.2.2.2. La riqueza. .............................................................................................. 43 

1.2.2.3. La empresa y el trabajo. ......................................................................... 45 

1.2.2.4. El préstamo con interés. ......................................................................... 51 

1.2.2.5. El papel del Estado en la economía........................................................ 68 

2. Orígenes y naturaleza de la antropología liberal. ......................................... 71 

2.1. Los orígenes intelectuales y religiosos del liberalismo. ............................. 71 

2.1.1. La separación entre fe y razón. ....................................................... 71 

2.1.2. Las antropologías protestante y católica. ....................................... 77 

2.1.3. Racionalismo y empirismo. ..................................................................... 83 

2.2. El concepto de liberalismo. ....................................................................... 91 

2.2.1. El concepto de individuo. ...................................................................... 94 

2.2.2. La libertad. ............................................................................................. 96 

2.2.3. La doctrina “ética” utilitarista. .......................................................... 104 

6 2.2.4. Debilidades de la doctrina utilitarista. ............................................ 110 

2.2.5. Posiciones utilitaristas en el liberalismo. .......................................... 115 

2.3. Implicaciones antropológicas en el ámbito político. ........................... 124 

2.3.1. Estado, Derecho y Justicia: el contrato social. ................................ 124 

2.3.2. El desarrollo de la idea del contrato social....................................... 127 

2.3.3. Estado y religión según la doctrina liberal. .................................... 132 

3. La incompatibilidad antropológica entre Catolicismo y liberalismo clásico: las condenas católicas. ..................................................................... 140 

4. Lugar de “lo antropológico” en la Economía. ..................................... 153 

4.1. Economía y Crematística. .................................................................. 153 

4.2. El concepto de Teoría Económica...................................................... 154 

4.3. Un esquema analítico de referencia. ................................................ 160 

4.3.1. Esquema de las construcciones teórico-económicas. ................... 160 

4.3.2. La acción humana. ........................................................................ 163 

5. Antropología liberal y economía clásica. ............................................ 168 

5.1. La propiedad privada......................................................................... 172 

5.2. La empresa y el trabajo. .................................................................... 179 

5.3. El préstamo con interés. ................................................................... 202

5.4. El intervencionismo liberal. ............................................................. 209 

5.5. El modelo antropológico de la economía clásica. ...................... 229 

6. Antropología liberal y economía neoclásica. ................................. 233 

6.1. La propiedad privada y la riqueza. ............................................... 238 

6.2. La empresa y el trabajo. ..................................................................... 241 

6.3. El préstamo con interés. ........................................................................... 259 

6.4. El intervencionismo neoclásico................................................................ 264 

6.5. El hombre neoclásico. ............................................................................. 287 

7. La Escuela Austriaca de Economía. ......................................................... 301 

7.1. La propiedad privada............................................................................... 302 

7.2. La empresa y el trabajo. ......................................................................... 308 

7.3. El préstamo con interés. ........................................................................ 317 

7.4. El Estado en la Escuela Austríaca. ...................................................... 322 

7.5. El hombre austríaco.............................................................................. 337 

7 7.6. La separación de “lo económico” y “lo moral”. .............................. 349 

8. Economía y fe católica. .......................................................................... 356 

8.1. La crítica moral del liberalismo económico: el distributismo. .......... 357 

8.2. La insuficiencia moral de un orden liberal estricto: el ordoliberalismo..... 373 

8.3. Propuesta de una teoría de los precios integradora de la ética y basada en la “Escuela de Salamanca”. ........................................................................................... 398 

8.3.1. La “Escuela de Salamanca”. ....................................................................... 398 

8.3.2. Una reinterpretación del mecanismo de precios. .................................. 416 

8.4. La integración de la Economía y la Moral según la DSI. ....................... 424 

9. Conclusiones: antropología de la Modernidad y Teoría Económica. ............ 430

Bibliografía. ....................................................................................................... 443

Objetivos y desarrollo de la tesis. 

 En toda elaboración teórica en ciencias humanas subyace una concepción del hombre o antropología, que condiciona los logros explicativos de las teorías y los cursos de acción eventualmente recomendados por aquéllas. Partiendo de este hecho, en la presente tesis nos proponemos demostrar la infraestructura antropológica liberal de la teoría económica clásica, neoclásica y austríaca; describir sus carencias y ocasionales incompatibilidades respecto a la antropología católica y delinear los elementos analíticos fundamentales de una teoría económica consecuente con esta última. 

 Por tanto, el presente trabajo no se limita a realizar una mera crítica de los fundamentos antropológicos de la teoría económica moderna, sino que además propone enriquecer la teorización económica con elementos propios de la antropología católica, más completa que la liberal. La propuesta de quizás mayor relevancia responde a la cuestión de cómo integrar adecuadamente la Ética en la Economía, lo que se traducirá en un análisis más realista del lugar que persona, mercados y Estado ocupan en el devenir social y, consecuentemente, en un incremento de la precisión y potencia explicativa de la teorización económica. A modo de ejemplo, veremos cómo asumir la existencia de costes y retribuciones éticas permite describir con precisión e identificar la verdadera causa de importantes problemas económicos y sociales, cosa imposible para las teorías de matriz liberal, dado su rechazo de una genuina ética. 

 Otros científicos sociales han afrontado antes que nosotros la labor de señalar las carencias de la antropología liberal empleada en teoría económica y los graves problemas institucionales, sociales, políticos y empresariales inducidos por su pobre visión del ser humano, proponiendo soluciones de carácter eminentemente práctico (Gilbert K. Chesterton, Hilaire Belloc, Stefano Zamagni, entre otros muchos). La novedad de este trabajo reside en que no sólo se realiza en él una crítica sistemática a la teoría económica basada en la antropología liberal, sino que 9 también se propone un fundamento para la elaboración de una teoría económica enriquecida por la antropología católica. 

 Las caracterizaciones antropológicas fundamentales de las que parten las teorías económicas radican y se conforman en la historia del pensamiento y son resultado complejo, tanto de la experiencia histórica, como de la libertad intelectual del teórico. Por esto consideramos que una comprensión nuclear de la antropología liberal y católica requiere no sólo describir, sino también analizar sus características fundamentales, exponiendo adecuadamente su enraizamiento intelectual. 

 A tal efecto, los capítulos 1 y 2 son respectivamente dedicados a la descripción de las antropologías católica y liberal, así como de sus implicaciones sociales, con el objeto de conocer las similitudes y divergencias existentes en aspectos como el concepto de persona, sentido de la existencia, concepción de la libertad, naturaleza de la sociabilidad humana y del Derecho. Así veremos que para la antropología católica la persona es unidad de alma y cuerpo cuya existencia tiene por fin último el encuentro con Dios. Esta persona es social por naturaleza y libre cuando elige el verdadero bien, debiendo las leyes promover el bien común de toda la sociedad. En cambio, para la antropología liberal, enraizada en el nominalismo y la Reforma protestante (como también explicamos), la persona es individuo o átomo social, cuya existencia tiene por fin obtener la máxima felicidad según su criterio autodeterminado. Este individuo es social por conveniencia propia, y libre cuando obra sin restricciones, debiendo las leyes arbitrar las conductas individuales para procurar un máximo de bienestar social. 

 El capítulo 3 detalla el magisterio católico respecto al liberalismo en lo que atañe a los puntos señalados. Éste es condenado porque su indiferentismo religioso y su oposición a planteamientos metafísicos le hace rechazar un ser objetivo del hombre que exceda la mera individualización y, con ello, el bien genuinamente ético (adicionalmente al pathos, el ethos es una segunda naturaleza o “ser”, adquirida mediante el ejercicio de hábitos perfeccionantes del ser -virtudes-) que 10 hace a la persona ser digna de aspirar a la vida eterna. De esta forma, el liberalismo desprecia la relevancia para la vida personal y social de promover el verdadero bien ético y la verdadera libertad, siendo considerado por el magisterio católico un sistema de filosofía político-económica que degrada a la persona y tiende a disolver los vínculos sociales. En definitiva, el liberalismo sería un sistema que atenta contra el bien común. 

 Llegados a este punto, se plantean dos cuestiones: ¿qué grado de analogía con el ser humano referenciado guardan los modelos antropológicos liberales?, y además, ¿se puede emplear la antropología católica para elaborar una teoría económica? Los siguientes capítulos tratarán de dar respuesta a ambas preguntas. 

 En el capítulo 4 se acota el ámbito de la Economía siguiendo la tradición intelectual griega, romana y católica al respecto. Así pues, la Economía es la ciencia que estudia el diseño eficiente de las acomodaciones proyectivas que una entidad personal o social (el hogar, la empresa, el Estado, etc.), realiza entre unos fines deseados y los medios que considera aptos para su consecución. Por consiguiente, la Economía constituye una “ciencia del eficiente actuar u obrar”, abierta a todo tipo de medios y fines; lo que la diferencia de la Crematística, “ciencia del eficiente hacer o fabricar”, cuyo único fin es la adquisición eficiente de bienes materiales. Adicionalmente, esta concepción clásica permite entender con claridad la relación existente entre la verdadera Economía y la verdadera Ética: mientras que la Economía es un “ciencia del eficiente actuar u obrar” abierta a todo tipo de fines, la Ética es un “ciencia del recto actuar u obrar” cuyo único fin es el perfeccionamiento del ser del hombre. 

 A continuación, para desarrollar rigurosamente este enfoque, se precisa el papel de la antropología en la Teoría Económica y se describe el esquema analítico del Dr. Rafael Rubio de Urquía, empleado en la presente obra para sistematizar las descripciones antropológicas.

  En los capítulos 5 a 7 se describe el pensamiento económico de varias escuelas económicas liberales respecto a cuatro temas con fuerte carga antropológica (propiedad, trabajo, interés e intervención estatal), lo cual permitirá identificar tanto las implicaciones teóricas comunes derivadas de compartir una antropología común, como las divergencias teóricas existentes entre ellas a raíz del empleo de modelos antropológicos particulares. Quizás el rasgo común más relevante es su rechazo del concepto clásico de justicia (“constante y perpetua voluntad de dar a cada uno lo suyo” según la recta razón orientada al bien común) y su reemplazo por una idea de justicia basada en la utilidad-bienestar (constante y perpetua voluntad de dar a cada uno lo que se puede considerar suyo, según la razón orientada a la utilidad-bienestar). De esta forma la óptica antropológica liberal puede incapacitar intelectualmente para comprender el tratamiento escolástico del interés; la responsabilidad social de la propiedad privada asociada al “destino universal de los bienes”; la excepcionalidad analítica que impone el ser del hombre y su vocación perfectiva en las relaciones empresa-trabajo; o la ilegitimidad de ciertas políticas públicas que incrementan el bienestar material pero dañan el ser del hombre y/o degradan su existencia social. De hecho, si algunos economistas consiguen elevarse por encima de la pobreza antropológica liberal (como por ejemplo Marshall) es gracias a las notas antropológicas cristianas que imbuyen -enriqueciéndolo- su pensamiento. 

 En el capítulo 8 se pretende elaborar una interpretación alternativa del sistema de precios, respetuoso con la adecuada relación que la DSI establece debe existir entre Economía y Ética. Para esta labor tomamos nuestro enfoque analítico previo como punto de partida, al cual incorporamos nociones muy relevantes procedentes de ciertas escuelas económicas fundamentadas de forma directa (escolástica española del siglo XVI-XVII, distributismo) o indirecta (“ordoliberalismo”) en una antropología católica. Con ello demostraremos, en primer lugar, que es un reduccionismo inadmisible considerar al precio como traducción sintética y monetaria del valor asignado por el agente a toda clase de costes o retribuciones (supuesto fundamental de la teoría económica neoclásica). 12 

 En segundo lugar, se refuta analíticamente la concepción liberal de intercambio y producción justos (si no media engaño o amenaza, todo precio acordado refleja la expectativa mutua de una ganancia de utilidad-bienestar y por tanto sería justo): de hecho, al introducir los costes éticos (no traducibles en precios) se entiende que una persona puede acordar un precio por realizar una acción que implica costes éticos y, por consiguiente, una degeneración personal, de forma que tal intercambio será recíproco, pero en modo alguno será justo. 

 En tercer lugar entenderemos algo aparentemente paradójico, como es que las acciones antiéticas pueden conferir ventajas competitivas en el mercado. A simple vista parecería imposible que fuese así, ya que los costes éticos no son traducibles en precio. Sin embargo los costes éticos son sólo una parte del coste, pero influyen en el resto de costes asociados a una determinada acción. Por ejemplo, es éticamente degradante depositar residuos tóxicos en un vertedero ilegal, pero es indudable que esto permite un ahorro de costes monetarios que mejora la posición competitiva de una empresa. Lo mismo podría decirse de intimidar a empleados para mejorar su productividad, a proveedores para disminuir los precios de adquisición de sus productos, o de engañar a clientes para que compren “limones” (Akerlof). 

Por consiguiente, un precio inferior a otro por no incorporar los costes no éticos derivados de asumir conductas éticas (“costes asociados a la eticidad”) no tiene por qué ser socialmente preferible a un precio superior que sí los incorpora. 

 En definitiva, veremos cómo la incorporación al análisis económico de los costes éticos y las retribuciones éticas modifica decisivamente la teoría de la producción y el intercambio, permitiendo explicar en profundidad la existencia simultánea de una tendencia social a la plétora material junto con una tendencia al desequilibrio humano, que no puede ser paliada -sino agravada- con las doctrinas propias de la “Economía del Bienestar”. 

 Finalmente, en el noveno capítulo se recogen a modo de síntesis las conclusiones a las que se ha llegado: se enumeran las notas definitorias de las antropologías 13 liberal y católica, se detalla estructura de la acción del modelo antropológico empleado en la teorización económica, las diferentes concepciones de Economía y la Ética, así como los aspectos cognitivos comunes a las escuelas económicas de inspiración liberal. 

 Se explicará cómo el diferente tratamiento de cuestiones fundamentales como la propiedad privada, la empresa, el trabajo o la intervención pública entre escuelas liberales, no es causado por divergencias antropológicas sustanciales, sino por otras meramente accidentales: fundamentalmente, el diferente grado de cognoscibilidad de valoraciones, costes y precios por parte de los respectivos subtipos de cada modelo antropológico (como son el empresario, el empleado, el prestamista, el prestatario o el político), así como la posibilidad o no de modificarlos por medios legales (al margen de consideraciones genuinamente éticas) para obtener una situación de máxima utilidad social. 

 Asimismo se explicará por qué lógica de reciprocidad entre individuos, sometida a la guía correctora del Estado, es incapaz por sí sola de generar procesos de autoorganización a corto, medio o largo plazo. Si aparenta generarlos es debido a la parasitación por un régimen económico liberal de un orden ético-social preexistente (un sustrato ético común no utilitarista que restringe acciones individuales antiéticas y/o palía sus consecuencias) así como a la existencia de un Estado apuntalador que desempeña una ingente labor de vigilancia, corrección y promoción del producto social (Estado del Bienestar), pero que no puede sustraerse a dinámicas viciosas, articular la sociedad o imponer la conducta virtuosa por medios legales (no se puede hacer del hombre una máquina de obrar el bien). De esta forma, el Estado puede acabar siendo contemplado como un ente corrupto incapaz de cumplir con su cometido, quizás incluso como el principal responsable de la degradación ética y la disgregación social. 

 Ninguna teoría económica moderna contempla este devenir social como una posible ocurrencia teórica, a consecuencia de su común fundamento antropológico 14 liberal, ciego a la relevancia de una genuina ética en la acción del hombre y en su evolución social.


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