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sábado, 5 de diciembre de 2020

Filosofía significa literalmente amor a la sabiduría.

 

INTRODUCCIÓN

Elisabetta di Castro

Filosofía significa literalmente amor a la sabiduría. Como saber sistemático y riguroso, la filosofía ha recibido diversas definiciones a lo largo de sus 25 siglos de existencia; por ejemplo, para Aristóteles la filosofía es la madre de las ciencias y, como filosofía primera, se pregunta por los primeros principios y causas del ser; para Hegel, en cambio, la filosofía es el propio tiempo aprehendido con el pensamiento. Sin embargo, más allá de las diversas definiciones que ha recibido la filosofía, en todos los casos se trata de una disciplina que no se conforma con tomar las cosas como se presentan; su tarea principal es problematizar, cuestionar y criticar lo dado, así como proponer respuestas más adecuadas y conceptos más fértiles para la comprensión y posible transformación del ser humano, de la sociedad y del mundo.

En la historia de la filosofía hay temas que son considerados clásicos, como son las preguntas por el ser, la verdad, el bien, la justicia y la belleza. Los temas centrales de la filosofía son abordados por las principales áreas que comprende esta disciplina, como la lógica, la epistemología, la filosofía del lenguaje, la filosofía de la ciencia, la ontología, la ética, la filosofía política y la estética. Algunos temas tratados en estas áreas son precisamente los que llevaron a conformarlas como tales: la argumentación en la lógica, el conocimiento en la epistemología, el lenguaje en la filosofía del lenguaje, la ciencia en la filosofía de la ciencia, el ser en la ontología, la libertad en la ética, el poder en la filosofía política, el arte en la estética, por mencionar sólo algunos de los más relevantes. Sin embargo, si se plantean los principales problemas de la filosofía (no sus temas), se puede apreciar cómo esta separación por áreas no es tan rígida: los problemas pueden atravesar o implicar diversas áreas. Pongamos como ejemplo el siguiente problema: ¿realmente somos libres los seres humanos? El planteamiento de este problema y su posible solución comprende aspectos no sólo del área de la lógica (que es la que se ocupa de la manera correcta de razonar), sino también de la ontología, la ética y la filosofía política.

En las siguientes páginas se presentan algunos de los principales problemas que se ha planteado y se sigue planteando la filosofía. En su desarrollo se destaca el carácter reflexivo y crítico propio de esta disciplina, incorporando especialmente algunas de las propuestas contemporáneas más relevantes, sin desconocer por ello el carácter histórico que también caracteriza a la filosofía. Hemos organizado estos problemas principales en siete capítulos:

  1. Razonamiento lógico: éste introduce a la lógica, área de la filosofía que proporciona los elementos con los que se puede evaluar la información y los argumentos que se reciben por diversos medios. Se pone especial énfasis en el desarrollo de ciertas habilidades y actitudes respecto a la racionalidad que pueden ayudar no sólo para la adquisición de otros conocimientos, sino también para analizar y participar de manera más consistente en las diversas actividades que realizamos en nuestra vida cotidiana.
  2. Conocimiento y verdad: se reflexiona sobre el conocimiento, qué es y cómo se organiza con base en los criterios de verdadero y falso. Se presentan algunas de las principales respuestas que se han ofrecido al problema de cómo orientarnos en el terreno del conocer, como es, por ejemplo, la propuesta de Platón para quien se conoce sólo lo que no cambia, la concepción moderna que pone como piedra angular del conocer a la mente y a la crítica racional, y las perspectivas contemporáneas que consideran al conocimiento como un problema del lenguaje.
  3. Lenguaje: se analiza cómo el uso cotidiano del lenguaje trae consigo problemas y paradojas que influyen no sólo en nuestra comprensión de conceptos como la verdad y la racionalidad, sino también en nuestra capacidad para entender a miembros de otras culturas e, incluso, en la imagen que nos formamos de nosotros mismos. Se plantea cuál es la relevancia del lenguaje y cómo los conceptos y acciones que creemos claros e indiscutibles pueden no serlo y requieren de acuerdos mínimos que obedecen a determinadas formas de vida.
  4. Ciencia y tecnología: se reflexiona sobre un elemento crucial en el que se juega el destino de la humanidad y en general de la vida en el planeta: las revoluciones tecnocientíficas. Se analiza qué es la ciencia, qué tipo de comunidad han creado los científicos, qué funciones desempeñan en la sociedad, qué relación hay entre ciencia y tecnología, qué es la tecnociencia y cómo interactúa con la sociedad. Con ello, se presentan tanto los logros y aportaciones de la tecnociencia como los problemas y riesgos que genera.
  5. Existencia y libertad: se abordan algunas de las principales propuestas con las que se puede reflexionar sobre la vida cotidiana, el sentido de la existencia, las dificultades para definir la identidad, cómo elegir los valores que guíen nuestras acciones, así como las diferentes formas con las que nos podemos relacionar con el mundo y con los otros seres humanos que nos rodean.
  6. Política y sociedad: se analizan las diversas formas con las que se pueden pensar nuestras relaciones con los demás, con el poder y con el Estado. Se muestra cómo la política está estrechamente vinculada con nuestra vida, con lo que podemos o no podemos hacer, así como con lo que podemos o no podemos esperar de los otros. El poder, y en especial el poder político, no sólo lo padecemos sino también lo podemos ejercer cotidianamente, y de ello depende que podamos plantearnos y realizar proyectos tanto individuales como colectivos.
  7. Las artes y la belleza: se reflexiona sobre algunos conceptos fundamentales del ámbito de la estética, como el arte, la obra de arte, su creador y el espectador de la misma. Se analiza el tema de la interpretación y cómo ha sido cuestionada la categoría de belleza por las diversas manifestaciones artísticas que han dejado de lado los atributos estéticos clásicos. Asimismo, se proporcionan elementos para una mejor comprensión de las corrientes artísticas más influyentes y de la creación artística en general.

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A los economistas les gusta pensar que la Economía es una ciencia.

 “A los economistas les gusta pensar que la Economía es una ciencia. En una ciencia, sin embargo, las contradicciones repetidas de un paradigma conducen a su abandono si hay una alternativa disponible. Un paradigma en Economía sostiene que los déficits presupuestarios producen altos tipos de interés. Este paradigma no está soportado por los hechos”.

 Evans (1985). “Los defensores de la equivalencia ricardiana han desarrollado un trabajo econométrico sobresaliente pero sólo han logrado la conversión de un reducido número de economistas americanos. Esto no debe sorprendernos porque, como Summers ya demostró, independientemente de lo que pensemos, la econometría sofisticada tiene poca influencia cuando va en contra del sentido común”. Mayer (1995).

viernes, 4 de diciembre de 2020

Las decisiones políticas afectan a la economía

 Santiago Roel

Un estado puede fortalecer el progreso económico y social de su población o puede obstaculizarlo. Puede favorecer a unos cuantos aliados poderosos o hacer una alianza con toda su población en pro del bien común.

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La fortaleza política y económica van de la mano. Un gobierno que toma decisiones racionales y a favor del bien común, genera crecimiento económico y desarrollo social. Un gobierno, que, por el contrario, toma decisiones caprichosas o para favorecer a sus “compadres” o por temor a la turbulencia que los cambios naturalmente generan, provoca retroceso, estancamiento y descontento general.

Como en la vida, una economía y política sanas son el resultado de fuerzas positivas que reparten el poder entre la población. Un país en donde todos pueden beneficiarse con su ingenio y su trabajo es un país fuerte. Un país en donde sólo unos cuantos pueden beneficiarse a costa de otros, es un país débil.

En todo estado hay fuerzas centrífugas (del centro hacia la periferia) que tienden a repartir el poder y fuerzas centrípetas (de la periferia hacia el centro) que tienden a concentrarlo. Un país totalmente descentralizado es incapaz de brindar los servicios y garantías mínimas a la población en todo el territorio como fue el caso del México independiente; un país demasiado centralizado, por el contrario, puede ahogar a la población como fue el caso del Porfiriato.

Hay centralización positiva y negativa, hay descentralización positiva y negativa. Si la centralización va a favor del bien de todos, es positiva; si sólo promueve el poder de una minoría, es negativa.

La centralización positiva tiene que ver con instituciones nacionales fuertes, por ejemplo: El Estado de derecho, la seguridad jurídica, el libre tránsito, el respeto a la propiedad privada e intelectual, la seguridad personal, la infraestructura y la comunicación, la democracia y los buenos servicios públicos.

La centralización negativa tiene que ver con gobernantes y élites fuertes, con el monopartidismo, el presidencialismo, la concentración de poder en las personas no en las instituciones, la militarización, la economía de compadres, los monopolios públicos y privados, las elecciones a modo o la Internet controlada por el gobierno

La descentralización positiva es el reparto del poder político y económico con un fin de bien común. Los ejemplos positivos son: El comercio internacional, el pluralismo, el Poder judicial fuerte e independiente del Ejecutivo, un parlamento o congreso plural, los derechos de minorías, los medios de comunicación independientes, la Internet libre, las cámaras empresariales, los sindicatos democráticos, un sistema educativo de calidad y las organizaciones civiles.

La descentralización negativa, por el contrario, destruye el Estado de derecho. Como ejemplos tenemos: el caciquismo, los sindicatos como cotos de poder, el regionalismo excesivo y virulento, la atomización de partidos sin interés o acuerdos nacionales, el crimen organizado, la economía de compadres a nivel local y la corrupción, en general.

En el libro Why Nations Fail (Porque Fracasan las Naciones) Daron Acemoglu y James A. Robinson exploran este fenómeno desde un punto de vista histórico y comparativo (empiezan por comparar a los dos Nogales, el de Arizona y el de Sonora; y el origen de la riqueza de Bill Gates con la de Carlos Slim).

Nos hablan de la economía inclusiva, con libertad y oportunidades para todos y de economía extractiva, que reparte bienes y recursos limitados entre unos cuantos favorecidos.

La inclusiva tiene que ver con el ingenio, la propiedad intelectual, el comercio, la industria y la destrucción creativa que propuso Schumpeter como inherente al capitalismo moderno: lo que no funciona es desplazado por lo que sí funciona.

Los regímenes opresores le temen a la destrucción creativa. En el libro, se narra un caso interesante: Antes de la revolución industrial en Inglaterra, a fines del siglo XVII, un técnico le llevó al monarca un invento para industrializar los tejidos, buscaba una patente; el monarca se aseguró que nadie más conocía del invento y lo mandó ejecutar. ¿Por qué? Temía a la turbulencia política que siempre acompaña a la turbulencia económica de los inventos.

La economía extractiva, por el contrario, tiene que ver con el reparto de riqueza entre unos cuantos, como la tierra, la minería, el petróleo o la creación de monopolios artificiales en comunicaciones, la industria, el comercio o los servicios públicos. La etapa postrevolucionaria de México creó riqueza, pero favorecía sólo a algunos industriales, quienes podía cerrar la frontera y evitar competencia, a los sindicatos aliados o a los amigos del presidente.

¿Qué estamos fortaleciendo o debilitando en México? ¿Cuál es el ánimo de la población? ¿Cuál es la intención del gobierno? ¿Seguimos pensando que la riqueza de México son los recursos naturales? ¿Estamos generando más monopolios públicos y privados o estamos fortaleciendo la competencia? ¿Estamos creando un Estado que toma decisiones por el bien de todos o para favorecer a un partido, a una persona o los nuevos compadres-socios?

¿Vamos avanzando o estamos retrocediendo?

 

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