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lunes, 16 de noviembre de 2020

Subjetividad y Objetividad del Valor.

Subjetividad y Objetividad del Valor.

Subjectivity and Objectivity of value.

Nahir J. Sequera T1

1Escuela de Bioanalisis. Departamento socio epidemiológico. Facultad de Ciencias de la Salud-Sede Aragua. 

Universidad de Carabobo. Correspondencia: nahirjose@gmail.com

INTRODUCCIÓN

La filosofía de los valores, es una de las divisiones de la filosofía contemporánea que estudia lo que se considera valioso, analizando los principios que permiten considerar que algo es o no valioso, dependiendo de los fundamentos de tal juicio.1 De acuerdo a su naturaleza, los valores no eran propiedades, sino objetos en sí que se diferencian a su vez de los objetos reales y de los ideales, en virtud de este concepto, el valor se halla fuera del espacio y del tiempo, de hecho, el Diccionario Enciclopédico Bruguera2 afirma que "el valor es indestructible".

Por ello, cuando se trata de la concepción del valor, Frondizi3 trae a colación tres términos a los cuales se les debe prestar atención "objeto, valores y bienes". Mientras los valores se captan por vía emocional, los objetos se captan por vía intelectual, de donde emerge la conocida noción de que, no todos los objetos son valiosos, pero todos los bienes si lo son, perspectiva que permite delimitar el significado del valor y los valores. Vinculado al concepto, todos los valores tienen como una de sus características, la bipolaridad, aquello que se contrapone al valor en sí, denominado antivalor.1

Entre tanto, el valor desde su naturaleza subjetiva, es valorado por los sujetos y desde la objetiva, es parte de una realidad donde dicho sujeto interactúa histórica y socialmente. Son subjetivos, porque el hombre los resalta u objetivos porque los descubre, son intrínsecos porque se hacen instrumentales a través de la educación y de la salud y son extrínsecos porque son socialmente valorables.

En este sentido, desde la perspectiva objetiva y subjetiva, el valor en Ciencias de la Salud cobra una connotación de acuerdo con la filosofía que esté rigiendo el momento histórico de una sociedad. Así, si el momento que determina la praxis de la salud está enmarcado sobre la base de una axiología definida por lo utilitario, el valor de la salud se hace tangible. No obstante, si el contexto que enmarca a la salud se orienta desde una visión humanística, el valor de la salud se encamina hacia una praxis preventiva y formativa que atiende los fundamentos sociales del entorno.

SUBJETIVIDAD Y OBJETIVIDAD DEL VALOR

El valor es un concepto de amplia dimensión que se debate entre la subjetividad y objetividad; filosóficamente para los subjetivistas el valor es creado por el hombre, pero para los objetivistas los valores existen fuera de él.1,4 Desde la perspectiva subjetivista, el idealismo de Inmanuel Kant asume que el valor es, ante todo, una idea, no parte de la razón, depende de las ideas del individuo y por lo tanto no son concretos, en otras palabras su estimación depende de las personas, por lo tanto, va a depender del deseo, agrado o interés de estas.5,6

Para este entonces, el valor iba acorde con las ideas y el deseo, inclusive Lotza a quien se le atribuye ocuparse de este tema desde el origen de la Axiología, manifestaba que los valores no son, sino que valen.1 Es fundamental hacer mención de los valores subjetivos, aquellos que valen porque al sujeto le agrada o lo desea (un vehículo, una propiedad material, una festividad), representan un medio para llegar a un fin, en la mayoría de los casos caracterizados por un deseo personal.6

En consecuencia, si se valora lo que no es, es porque también se valora lo que se desea. En virtud de ello, la salud es un valor porque es valorada por el ser humano, de hecho, en la posición subjetivista, tener salud es el deseo de un bien, siempre es deseada; si ya se posee se desea conservar, todos desean estar saludables y se desea si no se tiene, como es un valor que se desea o aprecia, es considerada un bien ideal.6

Kant afirmaba "podemos sentirnos bien, esto quiere decir, juzgar según nuestra impresión de bienestar vital, pero nunca podemos saber si estamos bien. La ausencia de la impresión de estar enfermo no le permite al hombre expresar que él está bien, sino decir que él aparentemente está bien".7 La subjetividad ha sido estudiada entendiendo que lo estrictamente humano es la medida de todas las cosas, de lo que vale y de lo que no vale, y de la misma escala de valores, sin sustento en la realidad exterior.

Desde la óptica de Payá8 en la subjetividad de los valores, agrada aquello que tiene valor, pero deja de agradar a medida que son jerarquizados, que el valor no se mide por el deseo sino por la calidad de dicho deseo, lo deseado no puede reducirse a los deseado, el subjetivismo destaca entre deseable y deseado, algo tiene valor porque tiene interés o interesa.

Según el planteamiento de Perry,5 un interés correcto no es automáticamente mejor que uno incorrecto, con lo cual no sería el interés el que produce el valor, sino que se busca en el objeto el valor que fundamenta el interés. Por otra parte, si todo dependiera en última instancia del deseo de cada persona, la educación y la salud no tendrían razón de ser, debido a que cada sujeto construiría en el marco de su propia lógica, los valores deseados en ambos ámbitos, sin que ello represente los valores de una ideología imperante socialmente.

De esta manera, según Payá8 "el subjetivismo, en general, deja de lado el problema axiológico al centrarse bien sea en el agrado, deseo o interés". Así es como la dimensión personal, es un elemento indiscutible del proceso de valoración y la educación de los valores es innegable en Ciencias de la Salud. En el subjetivismo, también se considera el empirismo lógico, que establecía la verdad o falsedad, cuya conclusión arroja que se tenía que enfocar el estudio de los valores a partir del significado.

No obstante, ante la visión subjetiva del valor, surgieron interrogantes al respecto, como las que señala Zapata6 "¿serían también valores la droga que me agrada?, ¿el asesinato que deseo?, ¿serán valores para mí si no los conozco ni deseo?". Surge así una nueva corriente de pensamiento que se opone desde un principio a este enfoque subjetivista del valor, desde las aportaciones de Scheler y Hartmann.

En contraposición al subjetivismo del valor, los objetivistas como Max Scheler, sostienen que los valores valen por sí mismos, están en la realidad exterior, valen independientemente de las estimaciones de las personas, si son descubiertos o no por las personas, siempre serán valores. Desde esta visión, surge una jerarquía debido a que sí el valor vale por sí mismo, habrá valores superiores a otros, dependiendo de determinados criterios.4,8,9

Desde la perspectiva objetivista, la salud es un valor vital, que de acuerdo con la tabla de valores de Scheler, está por debajo de los valores religiosos y espirituales, en la clasificación de Ibáñez4 la salud está por encima de los valores estéticos, intelectuales, morales y trascendentales, mientras que en la escala de Rokeach13 es un valor terminal, porque la salud es un estado deseable de existencia, asimismo, otras consideraciones de notables filósofos expresan que al satisfacer las necesidades de salud de la población, la salud en sí se convierte en un valor social.

De hecho, en Ciencias de la Salud, algunas concepciones desde la perspectiva biologicista fueron valoradas como inamovibles, pero actualmente se explican con una visión integral desde lo social, cultural, educativo, psicológico y filosófico, como es el caso de la violencia basada en género, que hoy día constituye un problema de salud pública, lo cual era impensable en otros tiempos.

Con respecto a lo objetivo del valor, Payá8 señala que "la ética de Scheler se propone corregir la ética material centrada en los bienes y fines por una ética material de los valores". El objetivismo de Scheler comienza con la crítica de las teorías de Kant, argumentando que este creyó poder prescindir de los valores manifestados en los bienes y confundió los valores, con los bienes y los fines.6

En efecto, Scheler no admite las ideas de Kant y se opone a las teorías subjetivistas del valor, rechazando toda moral de los bienes y los fines, la existencia de un bien supremo o fin último y sobre todo rechaza que el valor esté relacionado con la actividad subjetiva del sujeto moral. Refiere el mencionado filósofo, que los valores son independientes de las cosas en que se manifiestan.10

Así es como la teoría de los valores de Sheler fundaría su nueva ética material, corrigiendo a quienes se centra en los bienes y fines, argumentando que para desarrollar una axiología pura se puede distinguir entre, una teoría pura de los valores mismos y una teoría de las posturas valorativas, correspondientes a una teoría lógica del objeto y una teoría del pensamiento, respectivamente.10, 11

La fundamentación de la objetividad de los valores, establece una distinción entre valores, bienes y fines;1,3,6 este filósofo explica que, el hecho de que haya bienes y fines y normas, no quiere decir que haya valores, debido a que estos son independientes de las estructuras reales, además diferencia los valores respecto del objeto concreto, reflexionando de la manera siguiente "lo propio de las cosas es ser, pero lo propio de los valores no es ser, sino que es valer, las cosas son y los valores valen".12

Desde la episteme fenomenológica, se reconoce que los valores son ideales y perfectos, por ello, se retoma la postura de Rockeach13 de que los valores son los verdaderos impulsores de la conducta humana, donde se sustituye la actitud por el valor con elementos cognitivos, conductuales y afectivos. De aquí se desprende la incorporación de otras lógicas de pensamiento para interpretar la salud y la enfermedad, desde una posición que encierra todas las dimensiones que rigen lo humano y lo social.

Se dice que los valores son descubiertos mediante la experiencia, porque están en la realidad exterior, se encuentran en una esfera especial de las esencias, por esto, no son captados por una intuición racional, sino por una intuición emocional, dado que son aprendidos por percepción afectiva absoluta. Por consiguiente, según Sheler, se llegaría a una teoría pura del valor tomando en cuenta que, no solo hay una lógica de la razón, sino también una lógica emocional conocida como intuición emocional de las esencias o percepción de los valores por la vía del sentimiento.12

A continuación, se exponen los criterios de la jerarquía axiológica de Sheler, examinados por Payá8: Duración: los valores parecen ser superiores cuanto más duraderos son. Es de esencia de lo agradable el captarse como variable y efímero.

Divisibilidad: los valores son tantos más altos cuanto menos divisibles o fraccionados. Esto parece realizarse el mínimo en lo agradable, sensorial y se realiza más en los valores estéticos.

Fundamentación y Relatividad: los valores que se fundamentan en otros, son inferiores a estos, porque dependen de ellos y son relativos a otro valor. Este otro valor será más alto, llegando al final a valores independientes (que no se fundamentan en ningún otro) y absolutos.

Satisfacción: lo agradable sensorial sería un valor inferior porque no puede dar una satisfacción entera. Los valores del conocimiento serían superiores a los valores sensoriales y a los vitales, porque pueden satisfacer incluso dentro del displacer de la enfermedad. También Scheler plantea una ordenación jerárquica de los valores, reduciendo a cuatro las clases o modalidades de valores: a) la serie de lo agradable y lo desagradable, en la que estarían los sentimientos sensoriales de placer y dolor sensible. En ellos diferencia los estados afectivos de la vida sensible, de los valores de lo agradable y de lo desagradable, percibidos por el espíritu en la intuición emocional; b) la categoría de los valores vitales, de los bienes y males físicos que acompañan la vida, como la salud, vigor, enfermedad, vivencias emocionales e instintos; c) el reino de los valores espirituales, que serían independientes del cuerpo y captados por un percibir afectivo espiritual.6

Dentro de ellos están los valores estéticos, los valores de lo justo e injusto, los valores del puro conocimiento de la verdad realizados por la filosofía y los valores por referencia; d) los valores de lo santo y lo profano, dados solo respecto de objetos absolutos o divinos, alcanzados por una forma de amor que se dirige a las personas. El valor de lo santo es esencialmente un valor de personas, con reacciones específicas como la fe, la incredulidad, la veneración, la adoración y valores de referencia como el culto, los sacramentos, personas y cosas santas, entre otros.6,14

He aquí precisamente el dilema de la sociedad, que separa valores objetivos (tangibles) de los subjetivos (intangibles) y le da supremacía al conocimiento y a la razón, por encima de la esencia y lo social; cuando al reflexionar al respecto, la unificación de ambas visiones constituiría al verdadero ser.

En la sociedad venezolana y en la mayoría de los países del mundo, existe una crisis de valores y la investigación de una teoría del valor ha encontrado una aplicación especial en ámbitos donde este concepto posee una relevancia específica en la vida personal y social, especialmente en el sector salud y educación.

A MANERA DE CONCLUSIÓN

La disyuntiva que se debate desde los orígenes mismos de la Axiología es el de la subjetividad u objetividad de la totalidad de los valores, tal como lo señala Payá8 en su obra "Educación en Valores para una Sociedad Abierta y Plural". Estas visiones, se han convertido en debate para la ciencia que los estudia, de acuerdo con los fundamentos y juicios de la Teoría del Valor, así como de sus características.

En armonía con estas posiciones, se podría decir que el valor se sirve de ambas visiones de pensamiento filosófico por ser un atributo, una particularidad o un rasgo conferible a actos, sujetos u objetos. En la definición dada por Ibáñez4 el valor es "la perfección o dignidad que tiene lo real o que debe tener y que reclama de nosotros el adecuado juicio y estimación". Así es como este concepto, capta el sentido de profundidad y complejidad de la relación subjetividad-objetividad del valor, con una marcada atención hacia las Ciencias de la Salud, por la interacción sujeto-objeto que se presenta en la relación médico-paciente, donde el profesional de la salud es el sujeto que valora al paciente, quien valora a su vez las acciones de este y su propio estado de salud. Por consiguiente, en la dimensión relacional del valor según Frondizi3 "el subjetivismo tiene razón cuando sostiene que no hay valor sin valoración, el objetivismo a su vez acierta al indicar la importancia de las cualidades objetivas". Entre tanto, los valores vienen a ser una tensión entre el sujeto y el objeto, y ofrecen por tal razón una cara subjetiva y otra objetiva, engañando a quienes prestan atención a una sola cara y en Ciencias de la Salud, se necesita tanto la presencia de la objetividad como de la subjetividad del valor.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1) Albornoz, J. Nociones Elementales de Filosofía. Venezuela: Vdell Hnos Editores, 1985.        [ Links ]

2) Diccionario Enciclopédico Bruguera. Venezuela: Editorial Bruguera, 1988.        [ Links ]

3) Frondizi, R. El Punto de Partida del Filosofar. Argentina: Editorial Losada S.A, 1945.        [ Links ]

4) Ibáñez, R. Los Valores, Un Desafío Permanente. España: Editorial Cincel. Colección Aula-Taller de Psicopedagogía, 1976.        [ Links ]

5) Perry, J. Análisis Filosófico del Término Valor. España: Editorial Cincel. Colección Aula-Taller de Psicopedagogía.        [ Links ]

6) Zapata, R. Temas de Ética. Estudios Generales. Venezuela: Universidad Nacional Abierta, Cuarta Reimprenta, 2004.        [ Links ]

7) Canguilhem, G. Canguilhem y el estatuto epistemológico del concepto de salud. História, Ciências, Saúde-Manguinhos, 1997, vol. 4, no 2, p. 287-307.        [ Links ]

8) Payá, M. Educación en Valores para una Sociedad Abierta y Plural: Aproximación Conceptual. Bilbao: Editorial Desclée de Brouwer, S.A, 1997.        [ Links ]

9) Zapata, R. Valores del Venezolano. Venezuela: Editorial Caracas. Conciencia 21, 1996.        [ Links ]

10) González, L. Axiología y Ética Profesional. Colombia: UNAD, 2000.        [ Links ]

11) Maliandi, R. Ética: Conceptos y Problemas. Argentina: Editorial Biblios, 1991.        [ Links ]

12) Vegas, JM. Introducción al pensamiento de Max Scheler. España: Instituto Etrananuel Moumer, 1992.        [ Links ]

13) Rokeach, M. A Psychologist Wrote these Words that Proclaim the Centrality of the Value Concept. Sociologists, 1973.        [ Links ]

14) Peiró, S. El Ideario Educativo: Axiología e Intrdisciplinariedad. España: Narcea Colección Educación Hoy, 1982.        [ Links ]

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