LA
INNOVACIÓN COMO OBJETO DE ESTUDIO DE LA HISTORIA ECONÓMICA
Carlos Bianchi
cbianchi@fcs.edu.uy
-carlos@csic.edu.uy
Introducción
Hace ya cinco años, cuando iniciaba
los cursos de la Maestría en Historia Económica me veía ante la pregunta de
cómo definir el objeto y método de esta disciplina. En ese momento, proponía
una definición del objeto de la Historia Económica como el registro y la
explicación del cambio y la permanencia de las estructuras socio-económicas y
las diferentes capacidades productivas que se desarrollan dentro de ellas, a lo
largo de un eje temporal que incluye el presente; en una reconstrucción
retrospectiva con validez prospectiva.
A partir de esta definición se
entiende a la Historia Económica como una disciplina que genera conocimiento
válido y confiable en las diversas áreas de lo que puede definirse como el
análisis económico.
Si tomamos las dimensiones que se
mencionan en la definición como denominaciones genéricas de las áreas
fundamentales del análisis económico, cabe entonces reflexionar sobre en qué
medida la innovación es una dimensión del análisis del cambio y la permanencia
de las estructuras socioeconómicas y/o de las capacidades productivas.
Este artículo consiste en la
revisión de cinco de las principales corrientes teóricas que confluyen en la
Historia Económica, para analizar cómo ellas han tratado el fenómeno de la
innovación y el cambio técnico en relación a los procesos de cambio y
permanencia en las estructuras socioeconómicas y en las capacidades
productivas.
Las corrientes que se analizan son:
(i) el Marxismo (propiamente la obra de Karl Marx), (ii) la perspectiva de
Joseph Schumpeter, (iii) la Economía Neoclásica, (iv) la Corriente
Evolucionista-Neoschumpeteriana y (v) el Institucionalismo de Thorstein Veblen
y el Neoinstitucionalismo de Douglas North.
De esta manera se busca revisar la
caja de herramientas de diferentes teorías, en el afán de modelar herramientas
propias para el trabajo de investigación sobre los procesos de innovación. Sin
duda, la tarea propuesta es muy enjundiosa. Sin embargo, se propone un abordaje
centrado en dimensiones específicas y no se busca una presentación exhaustiva
de cada una de las corrientes teóricas a tratar. No se pretende tampoco,
discutir las fronteras con otras disciplinas, sino reflexionar sobre cómo
diferentes aportes teóricos convergen en la Historia Económica y permiten generar
conocimiento sobre los procesos de cambio técnico e innovación. Las teorías que
aquí se revisan forman parte del acervo de diferentes disciplinas de las
Ciencias Sociales y en particular de la Economía, por lo cual posiblemente,
buena parte de estas líneas podrían incluirse sin más en un trabajo que tratase
de la innovación como objeto de estudio de la Economía. Pretendo saldar
cualquier discusión sobre las fronteras disciplinarias entre Economía e
Historia Económica, suscribiendo la frase: “...la Historia Económica y la
Economía son esencialmente la misma disciplina y...las diferencias entre ambas
surgen principalmente de diversos procesos de origen institucional y no de
aspectos endógenos a la cuestión disciplinaria” (Bértola; 2000: 19).
El artículo se ordena de forma muy
sencilla, con un apartado dedicado a cada una de las corrientes que se estudian
para el análisis de las dimensiones seleccionadas. Finalmente se propone una
última sección en que se comparan los diferentes abordajes y se ordena el baúl
de herramientas.
I.
Marx: la actividad humana cognoscente (praxis) como motor de la historia.
Hacer un comentario de la obra de
Marx en 2006, y en particular sobre uno de los elementos del análisis económico
al que más líneas dedicó en sus obras, es difícilmente una tarea original. Como
no creo poder aportar nada novedoso como comentarista de la obra de Marx, voy a
limitarme a exponer y fundamentar mis ideas centrales sobre la importancia del
mar-Asociación Uruguaya de Historia Económica.
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