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martes, 16 de noviembre de 2021

El pensamiento económico de Joseph Schumpeter

 El pensamiento económico de Joseph Schumpeter 

Título: El pensamiento económico de Joseph Schumpeter 

Autor: Franco D´Orazio Pessia 

Edición: Unión Editorial, Biblioteca de la Libertad, Madrid, 2015. ISBN. 40057-2015-008-6 

Sergio A. 

BERUMEN

 Universidad Rey Juan Carlos 

Quienes verdaderamente amamos a Schumpeter y su vasto legado estamos de enhorabuena porque, en efecto, siempre es bueno saber que ha salido a la luz un nuevo libro sobre el maestro, y aún más si es una publicación en español. 

A diferencia de otros grandes economistas, Schumpeter no suele despertar antipatía. Por decirlo claramente, no hay antischumpeterianos, como en cambio sí hay antimarxistas (y antimarxianos), antikeynesianos o antiaustríacos. Schumpeter despierta curiosidad e incluso simpatía, pero muy rara vez su nombre evoca enfado. E incluso podría ir un poco más allá, porque uno puede abandonarse en los brazos de los más intervencionistas o lo más liberales y sin embargo aceptar con generosidad las ideas schumpeterianas. Pero, reconozcámoslo, Schumpeter y los schumpeterianos somos bastante desconocidos entre el gran público. Resulta paradójico que hoy en día todo el mundo “vive” en las ideas schumpeterianas, a través del cúmulo de cuestiones pensadas por él, como la destrucción creativa, la innovación como premio al que se atreve a pensar y actuar diferente, el learning by doing o la supervivencia de quienes mejor se adaptan a los cambios, entre muchas otras, pero apenas un reducido grupo de personas sabe que todo eso se fraguó en la mente del genio de Triesch, Joseph Alois Schumpeter. Otros grandes economistas tienen legiones de seguidores, ejércitos pertrechados del legado heredado del admirado economista de referencia, pero en cambio los schumpeterianos estamos lejos de ser legión, pero tal vez por eso mismo nos mantenemos leales e inamovibles al legado de nuestro gran gurú y las bondades de la economía de la innovación y el conocimiento. 

El pensamiento económico de Joseph Schumpeter es un pequeño libro, el cual, mucho me temo, los expertos no acogerán con entusiasmo. De hecho, no es un libro recomendable para los economistas más avezados de la Historia del Pensamiento Económico, pero en cambio lo es para el público interesado en los principios de la economía de la innovación pero que aún desconoce al padre de todo ello. Así, es un libro dirigido a profesionales y alumnos. A personas que deseen conocer someramente la vida y obra de este genio. Sin embargo, los expertos encontrarán errores y omisiones de bulto, tanto formales como metodológicos, y por otra parte, el libro sólo transita por los acontecimientos más conocidos de Schumpeter pero en modo alguno profundiza en los matices, como las sutiles motivaciones que llevaron al maestro a pensar y a escribir como lo hizo en cada momento de su vida. 

En apenas página y media se despacha la introducción y en otras cuatro se habla de “Schumpeter, el hombre”. ¿Cómo concentrar una vida tan fructífera y en un momento de la historia tan interesante en apenas cuatro páginas? Imposible hacerlo bien. El que podría considerarse el capítulo 3 está dedicado a “Schumpeter, el economista”. Comienza como sigue: “Schumpeter era un profesional abierto a todo, pero no era discípulo de nadie. Nunca quiso identificarse con ninguna nacionalidad, grupo o escuela de pensamiento…” (p. 21). No es correcto. Aseverar que el maestro “era un profesional abierto a todo, pero no era discípulo de nadie” es una aseveración temeraria. Si hay un elemento que distingue a Schumpeter es la gratitud, y así nos lo hace ver cuando se reconoce discípulo de Eugen von Böhm-Bawerk en sus años de estudiante en Viena, más adelante se identifica como un incondicional de su admirado Léon Walras (con quien mantiene una nutrida correspondencia –y también con Alfred Marshall y muy al final con J.M. Keynes), y sólo es a partir de su llegada a la Universidad de Bonn (en 1925) cuando entonces sí, decide ir por libre. Y en cuanto a su ausencia de identificación con una nacionalidad hay que entender el contexto: él nació en el seno de una familia aristócrata austrohúngara, católica, con un acendrado sentimiento nacionalista y con una honda tradición en el dominio de lenguas (hablaba 6 idiomas), pero al término de la I Guerra Mundial súbitamente su país dejó de existir, por lo cual, probablemente como un acto inconsciente de defensa decidió hacer de la Economía su patria. Así entonces, no era un apátrida. En este tránsito tiene lugar una evolución natural: de la Escuela Austriaca a la Escuela de Lausana y de ahí a un vasto campo dialéctico y que felizmente concluye en el pensamiento por él acuñado. 

El libro que nos ocupa retoma una cita de Haberler: “J.A. Schumpeter siempre fue un lobo solitario en su propio trabajo científico, aunque mostró en repetidas ocasiones su gratitud hacia Wieser, uno de sus maestros, y sobre todo hacia Walras…” (pp. 21-22). Es cierto, Schumpeter no deseaba crear una nueva Escuela. Era un hombre gregario, lo que le llevó a fraguar amistad con economistas contemporáneos tan notables como el propio Haberler, Fisher, Galbraith, Keynes, Leontief o Marget, y de alumnos tan excepcionales como Samuelson, Tobin, Heilbroner, Solow y Greenspan, pero salvo Nicholas Georgescu-Roegen (y sólo parcialmente), el resto no siguió sus pasos. Precisamente en esto radica el largo silencio de las ideas schumpeterianas entre 1950 (año de su muerte) y principios de los ochenta, donde salieron a la luz las primeras publicaciones netamente schumpeterianas. 

En los siguientes epígrafes del capítulo 3 el libro aborda de manera brevísima un corolario de algunas de las principales ideas del maestro, sobre temas tan variados como La Escolástica o Los Ciclos Económicos. En el capítulo 4 se hace una descripción de sus más grandes obras, y considera como tales “Diez grandes economistas, de Marx a Keynes”, “Capitalismo, socialismo y democracia” e “Historia del Análisis Económico”. De nuevo, discrepo. A diferencia de otros grandes economistas, quienes se han caracterizado por una obra emblemática y representativa, en el caso de Schumpeter es necesario rescatar, con justicia, cuatro títulos. En 1912 salió a la luz su Die Theorie der Wirschaftlichen Entwicklung (Teoría del Desenvolvimiento Económico) y en 1914 su Epochen der Dogmen-und Methodengeschichte (Doctrina Económica y Método). Estos trabajos deben ser considerados como uno solo porque en ambos esboza la que probablemente es la idea más potente de su pensamiento: la destrucción creativa. En segundo lugar se debe situar su Business Cycles. A Theoretical, Historical, Statistical Analysis of the Capitalist Process (Ciclos Económicos, de 1939), en tercer lugar su Capitalism, Socialism and Democracy (Capitalismo, Socialismo y Democracia, de 1942), y por último, la lista la cierra naturalmente su monumental History of Economic Analysis (Historia del Análisis Económico, publicado en 1954), resultado del trabajo acumulado en los últimos nueve años de su vida y del ímprobo esfuerzo de Elizabeth Boody Schumpeter (a propósito del cual, quienes deseen conocer la influencia que ha tenido este libro en la formación de los economistas es recomendable el artículo de Marjorie Grice-Hutchinson, “Los economistas españoles y la Historia del Análisis Económico de Schumpeter”, publicado en 1983, en el nº 17 de Papeles de Economía Española). Por lo tanto, en una categoría secundaria se deben situar Ten Great Economists. From Marx to Keynes (Diez Grandes Economistas, de 1951), importante en la medida en que nos expuso sus opiniones sobre el trabajo de algunos de los economistas que más admiró, y Geld und Währung (o Money and Currency), su visión original de la economía monetaria y financiera, escrito en 1930 pero publicado hasta 1991 en la revista Social Research (Vol. 58 núm. 3, también es recomendable ver el comentario de Arien Mack) gracias al trabajo y la perseverancia de Arthur W. Marget. 

Por último, me ha resultado especialmente llamativa la cantidad y calidad de documentos consultados en el presente volumen. En total suman 15 documentos, de los cuales tres son del autor, don Franco D’Orazio Pessia, y cuatro del propio Schumpeter. Lamentablemente se echa en falta la consulta de los libros indispensables sobre el trabajo del maestro. Son muchos, pero probablemente los más importantes son: (i) el célebre Prophet of Innovation. Joseph Schumpeter and Creative Destruction, de Thomas K. McCraw (una buena recensión es la de Thomas C. Leonard); (ii) el Joseph A. Schumpeter. His Life and Work, de Richard Swedberg (especialmente recomendable es la recesión de Alex Millmow); (iii) el libro coordinado por Richard Arena y Cécile Dangel-Hagnauer, The Contribution of Joseph Schumpeter to Economics; (iv) los dos volúmenes de Opening Doors. The Life and Work of Joseph Schumpeter, de Robert Loring Allen (con prólogo de W.W. Rostow); y (v), el libro de Eduard März, Joseph Schumpeter. Scholar, Teacher, and Politician (la versión original es en alemán).

No deseo abrumar al lector primerizo en torno a la figura del maestro, por lo cual me limitaré a recomendar dos breves documentos. El primero es “Up from the Ashes. The Life and Thought of Joseph Schumpeter”, publicado en el Harvard Business School Alumni Bulletin, y el segundo es el preclaro A “Guide to Schumpeter”, del profesor Jan Fagerberg, probablemente el más grande schumpeteriano de nuestros días. Si lo desean también pueden ver una serie de magníficas fotografías de Schumpeter y de las mujeres de su vida que ha puesto a disposición la Biblioteca de la Universidad de Harvard, o la relación detallada de su vida y obra (en alemán) en el sitio Schumpeter.info.


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