Las necesidades humanas y su satisfacción (Parte 2)
El 
modelo de ser humano que utilizo para comprender las necesidades humanas es una 
adaptación del que propone Marge Reddington y del que proponen Muriel James y 
Louis Savary en su libro Una Nueva Personalidad. 
ÁREAS 
DE NECESIDADES
Hay 
cuatro áreas de necesidades:
- 
Física y biológica.
- 
Emocional, psicológica, intelectual.
- 
Relacional.
- 
Espiritual.
Todas 
las necesidades son importantes y han de ser cubiertas al menos en cierto grado 
para mantener la salud y el bienestar personal, pero no todas tienen la misma 
urgencia para satisfacerlas. Dentro de cada área de necesidades haremos pues una 
jerarquía de necesidades por su urgencia, no por su 
importancia.
Debemos 
tener en cuenta que las necesidades físicas y biológicas tienen preferencia 
sobre las otras. Las necesidades emocionales, relacionales y espirituales 
adquieren más importancia con la edad y en determinados estadios del desarrollo 
y de la vida. Las necesidades de los distintos niveles de identidad existencial 
están relacionadas entre sí, algunas muy directamente, pero tienen su 
especificidad.
NECESIDADES 
FÍSICAS
Esta 
es una lista de las necesidades del yo físico - biológico :
- 
De oxígeno.
- 
De alimentos: líquidos (agua) y sólidos (comida).
- 
De actividad (ejercicio), descanso (relajación) y de placer
- 
De dormir
- 
De eliminación: desperdicios líquidos, sólidos y por la piel.
- 
De estimulación física: tocamiento y estimulación por la piel, y por los otros 
sentidos.
- 
De sexo: de liberar la energía sexual de alguna forma
- 
De equilibrio físico: térmico (abrigarse y desabrigarse), hormonal e 
inmunológico.
NECESIDADES 
PSICOLÓGICAS Y EMOCIONALES
1º 
Reconocimiento: a) por lo que somos, b) por nuestras cualidades c) por lo que 
hacemos. Se satisface por medio de CARICIAS en las relaciones sociales. 
2º 
Ser amado: Que alguien se preocupe de mí, ser importante para otra persona. (Hay 
muchas clases de amor. Puedo desear de un amor concreto, pero la necesidad de 
ser amado es simplemente de ser amado en general.) 
3º Amar: Tener necesidad de amar a otras 
personas. La manifestación de esta necesidad de amar es un deseo de estar y/o de 
construir con la persona amada. 
4º 
Autoestima: sentirnos importantes, experimentarnos a nosotros mismos como 
personas significativas. 
5º 
Pertenecer: experimentar que pertenecemos a alguien, una familia, un grupo, una 
comunidad, etc. Hay una forma de pertenencia interna (“ser de los...”), pero 
también hay una forma de pertenencia externa (“ser de los que no son 
de...”)
6º De estructura:
Interna: 
Tener respuesta a las preguntas básicas sobre sí mismo, los otros y el 
mundo.
Externa 
temporal: tener el tiempo estructurado, con la sensación de 
confort o seguridad que da, el saber lo que ocurrirá y lo que tengo que 
hacer
Externa 
espacial: tener el espacio estructurado de modo que pueda orientarme en él, 
saber dónde me encuentro y a dónde dirigirme en un momento 
dado.
El 
plan de vida proporciona estructura vital, que sea positivo o negativo depende 
del guión de vida de cada uno. 
7º 
De seguridad: Estar a salvo de las amenazas de la satisfacción de las 
necesidades. Esta necesidad de seguridad tiene dos aspectos: Seguridad 
física y seguridad psicológica. 
8º 
Contacto emocional: con uno mismo, con los otros. 
9º 
Estímulo emocional e intelectual. 
10º 
Sensación de logro, de que alcanzo en alguna medida los propósitos y las metas 
que me planteo.
NECESIDADES 
RELACIONALES
Las 
necesidades relacionales según Richard Erskine, son las necesidades específicas 
del contacto interpersonal. Su insatisfacción se experimenta fenomenológicamente 
como sentimientos de anhelo, de soledad persistente, o de intensa desazón con 
frecuencia acompañados de nerviosismo.
La 
satisfacción de las necesidades relacionales requiere de la presencia de 
contacto pleno de otro ser humano que sea sensible y sintonice con las 
necesidades relacionales y que también proporcione una contestación recíproca a 
cada necesidad.
Según 
Erskine, las ocho principales necesidades relacionales que se observan son las 
necesidades de:
1. 
Seguridad relacional: Es la experiencia visceral de tener, en la relación, 
nuestras vulnerabilidades físicas y emocionales protegidas. Se experimenta 
seguridad en la vivencia de ser simultáneamente vulnerable y estar en armonía 
con el otro en la relación. Incluye la ausencia, en la relación, de sustos o 
peligros tanto reales como anticipados.
2. 
Validación, afirmación, e importancia dentro de una relación: Es la necesidad de 
tener de la otra persona la validación de la importancia y la funcionalidad de 
nuestros procesos intrapsíquicos del afecto, la fantasía, y la construcción del 
significado y la validación de que nuestras emociones y sentimientos tienen el 
valor de una comunicación significativa intrapsíquica e interpersonal. Incluye 
la necesidad de tener todas nuestras necesidades relacionales afirmadas y 
aceptadas como naturales en la relación.
3. 
Aceptación por otra persona estable, confiable, y protectora: Esta necesidad 
comienza con la necesidad de admirar y confiar en los padres, superiores, 
maestros, y mentores. Es la necesidad relacional de aceptación por otra persona 
consecuente, fiable y fidedigna; Tiene relación con la búsqueda de protección y 
guía y puede manifestarse como una idealización del otro.
4. 
Confirmación de la experiencia personal: Es la necesidad de tener la experiencia 
confirmada por medio de la presencia de alguien que es similar, que comprende 
porque ha tenido una experiencia parecida, y cuya experiencia compartida es 
confirmada. Esto incluye las imágenes de la fantasía o los símbolos que tienen 
una función significativa intrapsíquica e interpersonal. Cuando la función de la 
fantasía se reconoce, aprecia, y valora, la persona se siente afirmada en su 
experiencia.
5. 
Autodefinición: Es la necesidad relacional de saber y expresar en la relación la 
propia singularidad y recibir reconocimiento y aceptación de ello por parte del 
otro. La autodefinición es la comunicación de la identidad propia auto elegida 
mediante la expresión de preferencias, intereses, e ideas sin humillación o 
rechazo.
6. 
La necesidad de tener un impacto en la otra persona: Impacto se refiere a tener 
una influencia que afecta al otro de una manera deseada. La sensación de 
competencia individual en una relación surge de la atracción activa y eficaz de 
la atención e interés del otro, influenciando lo que sería del interés de la 
otra persona, y produciendo un cambio del afecto o la conducta en el 
otro.
7. 
La necesidad de que el otro tome la iniciativa: Iniciativa se refiere al ímpetu 
de hacer contacto interpersonal con otra persona. Es el conseguir que el otro, 
de alguna manera, reconozca y valide la importancia de uno en la 
relación.
8. 
La necesidad de expresar amor: El amor a menudo se expresa por medio de gratitud 
sosegada, agradecimiento, dando afecto, o haciendo algo por la persona del otro. 
Cuando la expresión de amor es obstaculizada, se frustra la expresión de 
sí-mismo-en-relación.
La 
ausencia continuada de satisfacción de las necesidades relacionales se 
manifiesta como frustración, agresión, o enojo. Cuando las rupturas en la 
relación se prolongan, la falta de satisfacción de la necesidad se manifiesta 
como una pérdida de energía o de esperanza y se muestra en creencias de guión 
tales como "Nadie está por mí" o "¿Para qué?".
NECESIDADES 
ESPIRITUALES O DEL YO ÍNTIMO
Son 
las que alimentan la parte más profunda de nuestra personalidad que hemos 
llamado el YO INTIMO, el cuerpo espiritual o ALMA, el ser. 
Estas 
necesidades son muy específicas para cada persona. 
En 
todo caso el yo íntimo requiere:
Espacio 
y tiempo.
Nutrición: 
Para cada persona es importante identificar QUÉ es lo que alimenta su yo íntimo 
y CÓMO alimentarlo. Puede ser la belleza, la soledad, la música, el silencio, la 
naturaleza, el arte, etc.
Eliminación 
o producción: No basta con alimentar el yo íntimo, tiene que haber alguna forma 
mediante la cual las cosas salgan del alma hacia fuera:
Mediante 
la expresión artística.
Encontrando 
y realizando la finalidad de nuestra vida. Cada ser humano hacemos una 
contribución única al mundo. Descubrir cuál es la cosa especial que solo yo 
tengo, ”Lo que solo yo puedo dar al mundo”, eso es la finalidad de nuestra vida, 
el objetivo de nuestra vida. Cuando no lo descubrimos o cuando no lo realizamos 
es cuando perdemos la voluntad de vivir. Cuando lo descubrimos aumenta el amor a 
sí mismo, la autoestima, la integración personal y el servicio a la comunidad 
que da sentido, significado e importancia a nuestra vida. Esto tiene relación 
con la voluntad de vivir.
Crecimiento 
y desarrollo de las capacidades del yo íntimo (de la virtud):
Detectando 
el camino a seguir en la vida (trayecto o sendero vital).
Desarrollando 
las capacidades (virtudes) de fe, esperanza, amor, generosidad: encontrando el 
momento adecuado, la persona adecuada y el motivo adecuado.
Pasando 
por las distintas fases del desarrollo espiritual:
Fase 
del dolor: tomando conciencia de los propios límites y de los ajenos, de los 
límites de la realidad y de los límites de la vida.
Fase 
de la sabiduría: es fase de la aceptación de los límites propios, de los otros, 
de la realidad y de la vida.
Fase 
de la alegría: aceptando los placeres y las satisfacciones de la vida de manera 
realista dentro de los límites.
Estimulación 
mediante ejercicios orientados a la espiritualidad, la estimulación del yo 
íntimo y su apertura y la realización de tareas espirituales como relajación, 
contemplación, meditación, simbolización, oración, etc.
RESOLUCIÓN 
DE PROBLEMAS Y ESTADOS DEL YO
Un 
problema es una situación en la que una necesidad no está siendo satisfecha y 
que puede ser resuelto. Cuando no hay solución no es un problema, es otra cosa 
que podemos llamar una desgracia. Por ejemplo cuando se muere un ser querido nos 
enfrentamos a una situación en la que una o más necesidades que se satisfacían 
con la relación con ese ser querido ya no pueden satisfacerse. Además esta es 
una situación que no tiene solución; es una desgracia.
Un 
problema no tiene por qué ser algo desagradable, aunque sí genera una 
incomodidad que pone en marcha el proceso de resolución de la necesidad 
insatisfecha, la creatividad, la utilización de los recursos y la actualización 
de las relaciones. Todos ellos posibles recursos necesarios para su 
resolución.
En 
la satisfacción de todas las necesidades y los deseos, en la resolución de los 
problemas, juegan un papel fundamental los estados del yo y nuestras relaciones 
con el entorno. Es decir el yo psicológico emocional y el yo 
relacional.
Todos 
tenemos un Padre, un Adulto y un Niño. Nuestro Niño tiene muchos hábitos, 
decididos e interiorizados en el curso de la experiencia de la vida y creencias 
ideadas, en relación con la satisfacción de las necesidades y los deseos al 
relacionarse con el entorno. Nuestro Padre tiene un conjunto de límites, 
permisos y proposiciones provocativas adquiridos de las personas significativas 
del entorno familiar y social, en relación con el cuidado de 
nuestras necesidades. Nuestro Adulto tiene los recursos del procesamiento de los 
datos e informaciones de la realidad interna y externa para pensar la 
mejor manera de satisfacer las necesidades individualmente o en relación con los 
otros, y elaborar planes autónomos al respecto.
En 
relación con los distintos tipos de necesidades podemos hablar de problemas 
arcaicos, que están relacionados con las necesidades arcaicas 
insatisfechas, problemas aprendidos, que guardan relación con las necesidades 
aprendidas, y problemas actuales, que tienen relación con las necesidades 
actuales no satisfechas.
Los 
problemas arcaicos se resuelven por medio del reparentamiento y la revivencia de 
las situaciones infantiles (Rechilding) que faciliten la aceptación de la 
frustración y la integración de los estados del yo Niño con exceso de energía 
desatada. Los problemas aprendidos, mediante la redecisión y el crecimiento 
personal que permite asumir el propio poder y establecer claros los límites 
diferenciadores. Los problemas actuales, con la percepción, el pensamiento, la 
creatividad, la acción efectiva y la aceptación de las consecuencias y 
resultados positivas o negativas de las acciones puestas en 
marcha.
Además 
puede haber problemas relacionados con el entorno por la escasez de recursos, 
los conflictos de necesidades y deseos y los juegos de poder. Estos problemas se 
resuelven con la comunicación, la creatividad, la negociación y la cooperación y 
en muchas ocasiones con la mediación y la ayuda exterior.
EL 
PROCESO DE SATISFACCIÓN DE LAS NECESIDADES
El 
proceso saludable de satisfacción de las necesidades y deseos suele ser cíclico 
como hemos visto antes y sigue el siguiente esquema para cada una de 
ellas:
Tomar 
conciencia de las necesidades y deseos insatisfechos:
- 
Sentir la incomodidad.
- 
Identificar la necesidad o el deseo insatisfecho asociado con la 
incomodidad.
- 
Planear una acción efectiva para su satisfacción:
- 
Tener en cuenta los recursos propios, de los otros implicados y de la 
situación.
- 
Elaborar una estrategia.
- 
Prever los posibles resultados o consecuencias.
- 
Decidir las mejores opciones.
Realizar 
la acción efectiva que nos ponga en condiciones de contacto y asimilación de lo 
que satisfará la necesidad y el deseo:
- 
Expresar la necesidad o el deseo.
- 
Pedir lo que se necesita o desea.
- 
Negociar con nosotros y
- 
Cooperar en la acción.
- 
Contactar con el objeto del deseo.
- 
Aceptar las consecuencias y/o los resultados de la acción.
- 
Tener contención para la frustración y el goce.
A 
continuación pasa a un primer plano otra necesidad o deseo y así sucesivamente 
en proceso cíclico y continuo en el que ocupan el primer plano las distintas 
necesidades y deseos.
Un 
proceso adecuado o saludable de satisfacción de las necesidades y deseos, de una 
manera equilibrada y ecológica, como este conduce a un crecimiento personal y a 
una armonía interna y externa, relacional y espiritual.
AUTOLIMITACIONES 
EN EL PROCESO DE SATISFACCIÓN DE LAS NECESIDADES
Algunas 
veces, en alguna medida, las personas bloqueamos el proceso de resolución de 
problemas y de satisfacción adecuada o saludable de las necesidades y los deseos 
por diversos motivos:
Por 
ciertas actitudes (de guión) decididas o interiorizadas en relación con las 
necesidades o su satisfacción:
“Yo 
no necesito nada”.
“Yo 
no necesito a nadie”.
Por 
tener límites interiorizados muy rígidos en relación con acercarse, pedir, 
pertenecer, etc.
Por 
falta de permisos para sentir, pensar, actuar, imaginar y crear, 
etc.
Por 
bajo nivel de autoestima y otras decisiones autolimitadoras.
Por 
falta de información sobre las necesidades o la forma de satisfacerlas en un 
momento dado.
Por 
conflictos o deficiencias internas entre los distintos estados del yo o entre 
los distintos niveles del yo:
Formas 
contrapuestas o contradictorias de resolver los problemas.
Falta 
de planes para satisfacerlas.
Dificultades 
para llevar los planes a la práctica.
Problemas 
de perspectiva en relación con el grado de satisfacción de las necesidades. Por 
ejemplo no ser consciente de que nadie cubre sus necesidades al cien por cien, 
de que no hay una sola forma de satisfacer las necesidades o de que cada persona 
necesita un nivel diferente de satisfacción de sus necesidades para sentirse 
bien.
Entonces 
el proceso menos saludable de satisfacción de las necesidades y de los deseos 
puede presentar estancamiento en los distintos pasos 
anteriores:
Anestesiarse 
o insensibilizarse en vez de tomar conciencia:
Negando 
las necesidades y deseos
Evitando 
o confundiendo las necesidades y deseos mediante adicciones: al tabaco, a la 
televisión, a sustancias diversas, a comidas, al sexo, etc.
Descontar en 
vez de planear:
Exagerando 
o minimizando, basándose en prejuicios y/o fantasías e 
ilusiones.
Desviando 
o acomodando el significado de los estímulos, de los problemas o de los recursos 
al propio marco de referencia, sin llegar a un plan efectivo.
Descontando, 
sin pensar opciones posibles, por acomodarse a " lo que hay que hacer es...", es 
decir, a criterios no efectivos, ni apropiados a la situación.
Comportarse 
de forma pasiva en vez de efectiva:
No 
hacer nada, descontándose, esperando que "otro haga por mí".
Sobreadaptarse 
y actuar bajo el criterio "los otros antes que yo siempre, para ser guay 
(OK)"
Agitarse 
actuando sin un objetivo o dirección apropiados para satisfacer la necesidad o 
el deseo en la situación.
Incapacitarse 
o descargar violentamente contra otros sin un objetivo o propósito que resuelva 
la situación de necesidad o deseo, sin medir las consecuencias y/o 
resultados.
Manipular en 
vez de negociar y cooperar de forma efectiva:
Usar 
la expresión afectiva de forma encubierta o desplazada con el fin de hacerse la 
Víctima para conseguir manipular posibles Salvadores.
Usar 
los sentimientos de los otros, compitiendo con su capacidad de cuidarse o, lo 
que es lo mismo, ponerse en una posición de Salvador manipulando a posibles 
Víctimas o competir con otras personas en posición de Salvación 
alternativas.
Escalar 
emocionalmente con el fin de manipular posibles Víctimas desde una posición de 
Perseguidor.
Actuar 
descontando recursos propios o límites ajenos, consiguiendo así manipular a 
posibles Perseguidores implicados en la situación, quedando en posición de 
Víctima perseguida.
No 
aceptar la realidad en vez de satisfacer la necesidad y el deseo dentro de lo 
posible.
No 
aceptar y disfrutar el placer y la satisfacción conseguida con la acción 
efectiva.
No 
aceptar los límites ajenos o propios después de la acción más efectiva posible, 
lo que dificulta la aceptación de la frustración en caso de satisfacción parcial 
o diferida de la necesidad o del deseo.
No 
aceptar los límites de la realidad que dificulta disfrutar lo posible de las 
situaciones de la vida.
EL 
CUIDADO DE SÍ MISMO
La 
persona que sabe cuidarse es una persona que:
Se 
conoce a sí misma, sabe donde están sus dificultades, sabe sus habilidades, sus 
debilidades y sus carencias.
Tiene 
una serie variada de intereses y muchas fuentes de 
satisfacción.
Tiene 
una variedad de respuestas y reacciones frente al estrés, no una sola como comer 
mucho, o dormir, o irritarse o molestarse, etc.
Reconoce 
y acepta las diferencias individuales y ve que no todo el mundo es igual y que 
para ella esto está bien.
Es 
creativa, activa y productiva (asertiva) y se plantea. “¿Qué se puede hacer para 
manejar este estrés?”.
Se 
programa adecuadamente para:
Hacer 
ejercicio físico adecuado.
Cuidar 
su alimentación y su estado nutritivo.
Controla 
el estrés emocional mediante: relajación, meditación, contemplación, 
simbolización, terminar y resolver las situaciones emotivas no resueltas del 
pasado, perdona y se perdona.
Es 
consciente de sí mismo, de sus necesidades, deseos, idiosincrasia, y 
peculiaridades propias. O bien se siente cómodo con sus características o las 
cambia. Es decir es congruente y asertivo.
Planifica 
de manera autónoma su vida, sus actividades, su tiempo, hace sus elecciones 
vitales positivas.
Crea 
y mantiene unos adecuados sistemas de apoyo.
PISTAS 
PARA EL CRECIMIENTO
Estas 
son algunas preguntas clave para propiciar el crecimiento personal en relación 
con las necesidades:
¿Estoy 
informado sobre las necesidades?
¿Tengo 
permiso para tener y para satisfacer las necesidades?
¿Tengo 
algún problema de actitud con respecto a la satisfacción de 
necesidades?
¿Qué 
necesidades tengo?
¿Qué 
posibilidades tengo para satisfacerlas?
¿Sé 
lo que voy a hacer en relación con las necesidades?
¿Lo 
pongo en práctica?
NOTAS 
Y REFERENCIAS: 
Tomado 
de Richard Erskine. Métodos de una Psicoterapia Integrativa. 
T.A.J. 
26, 4. Octubre 1996.
Schiff, 
J.L. y otros. (1975) Catexis Reader: Transactional Analysis Treatment of 
PsychosisNew York. Harper & Row
Clarkson, 
P. Y Fish, S. (1988) 'Rechilding: Creating a new past in the present as a 
support for the future', Transacctional Anlysis Journal 18 (1) 
51-59.
Berne, 
E. (1966) Análisis Transaccional en psicoterapia. Buenos 
Aires. Ed Psique.
Goulding, 
M.M. y Goulding, R.L. (1977) Changin Lives Trough Redecision Therapy New York: 
Brunner Mazel Inc.
Steiner, 
C.M. (1992) Guiones que vivimos. Barcelona. Editorial 
Kairos.
