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lunes, 22 de agosto de 2022

La corriente objetiva y la corriente subjetiva

La corriente objetiva y la corriente subjetivaUn debate entre economía política y simplemente economía. Una perspectiva crítica

    1. [1] Universidad del Valle (Colombia) 
    2. [2] Universidad Libre
  • Localización: EntramadoISSN-e 1900-3803, Vol. 1, Nº. 2, 2005 (Ejemplar dedicado a: Entramado), págs. 48-66
  • Idioma: español
  • Resumen
    • Español

      En este ensayo, los autores buscan como telón de fondo, fomentar la discusión en torno a los principios esenciales de la disciplina económica. Esta es una discusión no exenta de matices políticos e ideológicos. La economía, como campo disciplinar social, es campo de batalla de las pasiones e intereses humanos y del pensamiento que consciente o inconscientemente da cuenta de ello. Quienes presentan este trabajo, encuentran necesario, oportuno y prudente para el programa de economía de la Universidad Libre y comunidad académica en general, proponer e insistir en este debate en un contexto en el que las ideas económicas y sus principios subyacente, son determinantes de las decisiones sociales, políticas y económicas; y cuyos resultados dejan en duda que se esté avanzando hacia la superación de las carencias humanas fundamentales. En consecuencia, se abordan en el trabajo, desde una perspectiva crítica y con la advertencia de lo inacabado de esta discusión, cinco preguntas sobre la disciplina, relacionadas con su objeto de estudio; su método; y los sustentos filosóficos, epistemológicos y teóricos con los que se edifican dos de sus enfoques principales: las teorías subjetiva y objetiva del valor. Además, se expone una reflexión respecto a la evolución futura de este campo cientíífico. Este trabajo pretende también, aportarle a quien se inicia en el estudio de la ciencia económica, un referente de análisis, estudio y confrontación conceptual.

    • English

      En este ensayo, los autores buscan como telón de fondo, fomentar la discusión en torno a los principios esenciales de la disciplina económica. Esta es una discusión no exenta de matices políticos e ideológicos. La economía, como campo disciplinar social, es campo de batalla de las pasiones e intereses humanos y del pensamiento que consciente o inconscientemente da cuenta de ello. Quienes presentan este trabajo, encuentran necesario, oportuno y prudente para el programa de economía de la Universidad Libre y comunidad académica en general, proponer e insistir en este debate en un contexto en el que las ideas económicas y sus principios subyacente, son determinantes de las decisiones sociales, políticas y económicas; y cuyos resultados dejan en duda que se esté avanzando hacia la superación de las carencias humanas fundamentales. En consecuencia, se abordan en el trabajo, desde una perspectiva crítica y con la advertencia de lo inacabado de esta discusión, cinco preguntas sobre la disciplina, relacionadas con su objeto de estudio; su método; y los sustentos filosóficos, epistemológicos y teóricos con los que se edifican dos de sus enfoques principales: las teorías subjetiva y objetiva del valor. Además, se expone una reflexión respecto a la evolución futura de este campo cientíífico. Este trabajo pretende también, aportarle a quien se inicia en el estudio de la ciencia económica, un referente de análisis, estudio y confrontación conceptualThis article pretends to discuss basic principles of economics. As discussion it might include certain political and ideological aspects. As social discipline, economy is based on human passions and interests and deals with the thought that consciously or unconsciously refers to those subjects. The authors of this article think it is necessary –for the School of Economics of the Universidad Libre and its whole academic community- not only to propose but to insist on the argument according to which economic ideas and their related principles determine social decisions, both economic and political ones, whose effects and results make clear that no clear response is given to basic human needs. Consequently, five questions are to be tackled critically in this essay, stating discussion is not over yet, concerning to the object of study of economic science, its methods, its theoretical, philosophical and epistemological supports, all of which have contributed to build the two main economic approaches: subjective and objective theories of vale. Besides there is an explanation regarding to the future evolution of this scientific subject. This article also looks forward to guide all those who have decided to study economics in an analytical and conceptual sense.

    • Introducción 

    • Una de las mayores dificultades del iniciado en Economía se relaciona con la discusión sobre los aspectos filosóficos, epistemológicos y de orden metodológico concernientes a la disciplina. En realidad, los elementos curriculares y formativos relativos a estos temas no tienen presencia significativa en la educación media y por lo tanto los estudiantes al llegar a la universidad carecen, en general, de nociones que faciliten adentrarse en este terreno. 

    • Las presentes notas tienen como finalidad propiciar, a nivel introductorio y de manera crítica, la comprensión de los aspectos y elementos metodológicos, filosóficos y epistemológicos que diferencian las corrientes objetiva y subjetiva de la teoría económica. 

    • Pero, ¿qué se entiende por filosofía, epistemología, y metodología? Es importante hacer una breve aproximación al significado de estos términos con el fin de abordar, con mayor claridad, la discusión que será planteada posteriormente. 

    • Dentro del alcance de este trabajo, lo filosófico identifica la esencia y el origen de la explicación en que se sustentan los objetos de estudio, la explicación de la realidad misma que interesa a la disciplina y su razón de ser. La filosofía como actividad del pensamiento y del conocimiento ha dado origen, a lo largo de la historia, a un debate importante, agrupado en escuelas filosóficas, sobre diversos aspectos tales como el origen del ser, su significado y la razón de su existencia; el significado del conocimiento y su relación con la realidad; las explicaciones sobre la existencia de la realidad misma, la materia y el universo; los conceptos de eternidad, movimiento, inmutabilidad, etc. Las respuestas a estos aspectos se traducen en generalidades sobre las cuales se edifican y apoyan las particularidades y especificidades de las diferentes ciencias. En otras palabras, mientras las matemáticas, la física, la biología, la sicología y demás ciencias estudian un área determinada de la realidad o exploran el mundo de las ideas (lo fáctico y lo formal), la filosofía estudia la realidad haciendo abstracción de las ideas en su totalidad y aborda el significado y el sentido de la realidad misma (Vélez, 1981). Por lo tanto, la filosofía puede imponer criterios a todas las ciencias sin que éstas puedan imponer criterios al saber filosófico. 

    • Respecto a lo epistemológico, sus raíces etimológicas conducen al griego episteme, que significa conocimiento, y logía que traduce estudio: la epistemología estudia la naturaleza y validez del conocimiento. También ha sido llamada teoría del conocimiento, o gnoseología y en las últimas décadas es conocida como filosofía de la ciencia. Por lo tanto, lo epistemológico reconoce la forma como se produce el conocimiento y los referentes conceptuales específicos mediante los cuales éste se valida y se expresa en teorías. El propósito de la epistemología es distinguir la ciencia auténtica de la seudociencia; la investigación profunda de lo superficial, la búsqueda de la verdad de sólo un modus vivendi. También debe ser capaz de criticar programas y aun resultados erróneos, así como de sugerir nuevos enfoques promisorios. 

    • El problema fundamental que ocupa a la epistemología es el de la relación sujeto-objeto. En esta teoría se le llama “sujeto” al ser cognoscente y “objeto” a todo proceso o fenómeno sobre el cual el sujeto desarrolla su actividad cognitiva. De este modo, el problema se presenta en la relación de quien conoce y lo que es cognoscible. En esencia, se trata de la naturaleza, carácter y las propiedades específicas de la relación cognoscitiva, así como de las particularidades de los elementos que intervienen en esta relación. 

    • Lo metodológico plantea el punto de partida para la determinación de los diferentes objetos de estudio en discusión en este artículo. El método se refiere al procedimiento ordenado y coherente que se sigue para establecer los aspectos significativos de los hechos y fenómenos estudiados, cuyo fin es hallar y enseñar lo que en materia de ciencia es la “verdad”. El primer paso relacionado con el método en cada ciencia es establecer el “¿qué se va a estudiar?”, es decir, es necesario definir previamente un objeto de estudio. La definición del objeto de estudio permite determinar el alcance del conocimiento abordado por cada disciplina científica. En segunda instancia se debe indagar por otro aspecto, el “cómo”. Todo esto en conjunto provoca los siguientes interrogantes: ¿cómo se pueden acceder al conocimiento del objeto estudiado? ¿Cómo se pueden descubrir sus propiedades y develar las relaciones que lo determinan? ¿Qué procesos del pensamiento y cuáles acciones o actividades cognitivas se deben desarrollar para contestar las preguntas anteriores? ¿Cuáles instrumentos o herramientas serían adecuados para ser utilizados con miras a abordar este proceso? Las tres últimas preguntas, estrechamente relacionadas con la primera, plantean claramente el sentido y el significado del método, y su respuesta para cada ciencia puede dar origen a diversos puntos de vista, tales como lo son aquellos que serán abordados con respecto a la ciencia económica en el presente trabajo, que en este aspecto específico, centra su interés en reconocer el punto de partida u objeto de estudio de las dos posiciones sobre las que se reflexiona.

    • Una vez expuestos los aspectos anteriores, es pertinente señalar que la clasificación de objetivistas y subjetivistas en la ciencia económica ha sido realizada con base en la existencia o no de determinados aspectos que forman parte del “método” particular con el cual se pretende acceder al objeto de conocimiento (los hechos económicos), proceso que está orientado y nutrido adicionalmente por una concepción filosófica determinada. Lo expuesto, a su vez, se concreta en una orientación epistemológica específica, temas sobre los cuales se ha generado una discusión bastante amplia en el tiempo. 

    • Estas notas no pretenden vislumbrar respuestas definitivas a las inquietudes que suelen estar relacionadas con los temas abordados, sino identificar y reconocer diversos elementos para facilitar y ampliar la comprensión de los ejes diferenciadores y orientar de forma organizada la discusión. Entre las preguntas que serán abordadas en este ensayo, están: ¿Cuáles son los elementos metodológicos que diferencian la corriente objetiva de la corriente subjetiva en economía? ¿Qué aspectos filosóficos se relacionan con estas orientaciones? ¿Cuáles son los principales fundamentos epistemológicos que subyacen en estas? ¿Cuáles son las principales implicaciones y consecuencias que se derivan de estos dos puntos de vista? ¿Qué significado tienen sus cuerpos teóricos en la explicación de los hechos económicos y la evolución futura de la disciplina? 

    • El objeto de estudio de la economía 

    • Toda ciencia tiene un objeto de estudio, es decir, un “algo” que hay que conocer, comprender y explicar. La identificación y definición de ese “algo” genera el espacio de trabajo de cada disciplina científica y señala los límites de su campo de conocimiento. De esta manera, la biología como ciencia trata de comprender y explicar aspectos de la realidad diferentes a los que pretende explicar otra disciplina científica como la física o la geología. Por ejemplo, podría plantearse que la biología estudia la dinámica de la vida así como los procesos que permiten su generación, desarrollo, funcionamiento, conservación y reproducción. La anterior definición automáticamente identifica el objeto de estudio de la biología, delimitando su espacio de acción, conocimiento e investigación, de tal manera que si alguien quisiera indagar sobre cómo se formó la cordillera de los Andes, tendría claro que esta pregunta no se relaciona con el objeto de estudio de la biología, por lo menos directamente. 

    • Resulta claro que la economía ha sido clasificada como una ciencia social, dado que su finalidad es estudiar ciertos aspectos relacionados con actividades, decisiones y conductas, individuales y colectivas, que tienen que ver con el funcionamiento económico de una sociedad. Si se identifican esos aspectos y actividades, se habrá determinado el objeto del estudio de la ciencia económica. Como se sabe, la estructura social es compleja y por tanto tiene otras facetas además de la económica, como la social, la individual, la histórica, la política, la cultural o la ambiental. Por lo tanto, existe una específica que delimita el campo de interés y acción de la ciencia económica. De este modo la sicología, la antropología, la sociología y las ciencias políticas tienen su propio espacio de estudio. Entonces, ¿qué tipo particular de actividades sociales conciernen a la economía? ¿Qué se entiende por lo económico? 

    • Fue a través de la búsqueda de respuesta a estas preguntas que fueron desarrolladas y construidas dos corrientes básicas, o dos puntos de vista del pensamiento económico: la corriente objetiva y la corriente subjetiva. En otras palabras, como toda ciencia, la economía también tiene un objeto de estudio, pero este puede estar definido de forma diferente, de acuerdo con la corriente que lo explique. Resulta claro que la intención fundamental es estudiar los aspectos económicos de la vida social, pero… ¿de dónde partir para explicarlos?: ¿del individuo, sus necesidades y comportamiento en las actividades económicas? o, ¿de la manera cómo socialmente se establecen relaciones en la sociedad para la producción de bienes y riqueza, es decir, desde las relaciones sociales de producción, para luego explicar cómo éstas determinan al individuo? 

    • Las dos opciones señaladas anteriormente constituyeron entonces, dos enfoques para responder las preguntas planteadas en este trabajo. [...]  

    • Sobre el método    La economía y la corriente objetiva 

    • Los seguidores de la corriente objetiva plantean que: 

    • La economía es la ciencia que estudia las leyes que rigen la producción, la distribución, cambio y consumo de los bienes materiales que satisfacen las necesidades humanas. (Engels, 1978: 123) 

    • La economía es la ciencia que estudia el desarrollo de las relaciones sociales de producción; es decir, de las relaciones económicas entre los hombres. Estudia la producción y distribución de los bienes materiales de la sociedad humana a lo largo de la historia”(Nikittin, 1977: 14) 

    • De estas definiciones es posible derivar algunas consecuencias importantes que permiten distinguir, con respecto al método, las concepciones denominadas objetivas de las denominadas subjetivas en la teoría económica. 

    • a) El individuo como sujeto económico no constituye el punto de partida para definir el foco de estudio o atención. Lo fundamental para definir el objeto es el conjunto de relaciones económico-sociales que se establecen entre las personas para resolver los problemas económicos. Estas relaciones sociales de producción constituyen el punto principal de atención de la corriente objetiva y desde esta concepción la economía se propone explicar sus causas, sus efectos e implicaciones en la distribución del producto y en el nivel de vida material de los hombres; y, adicionalmente, explicar la evolución de los modos de producción (comunismo primitivo, esclavismo, feudalismo, capitalismo, socialismo y comunismo) a través de la historia; es decir, la evolución de la organización económica de la sociedad y sus efectos políticos. 

    • b) Como los modos de producción corresponden con diferentes épocas del desarrollo de la sociedad, el estudio de las leyes que rigen la producción adquiere un carácter histórico y por lo tanto el sistema económico es cambiante y tiene un origen dado por las condiciones políticas, culturales y sociales de cada sociedad; es decir, por las características sociales objetivas. Las relaciones de producción entre las personas se van transformando y modificando en este proceso de cambio, también el medio en que éstas se desarrollan, lo cual a su vez genera cambios en las personas y la sociedad misma. 

    • c) El sistema económico no es algo dado, si no que es causado objetivamente por el tipo particular de relaciones de producción subyacentes y características de un estadio histórico y por el nivel de desarrollo particular de las fuerzas productivas. Como el sistema económico cambia y evoluciona, se plantea que la ciencia y el conocimiento debe propender permanentemente a la transformación del mundo y su evolución hacia un estado mejor. El conocimiento científico adquiere un papel dinámico, político y definitivo en el logro de las grandes transformaciones sociales, en las cuales el hombre es el actor principal. La búsqueda del bienestar material y los conflictos generados en la producción y la distribución de bienes materiales constituyen la causa de la transformación de la sociedad y no las ideas generadas por el ser humano como individuo omnipotente.

    • La economía y la corriente subjetiva 

    • Los seguidores de la corriente subjetiva plantean que “la economía es la ciencia que se encarga del estudio de la satisfacción de las necesidades humanas, mediante bienes que siendo escasos tienen usos alternativos (costo de oportunidad), por los cuales hay que optar” (Robbins, 1978: 18). 

    • Es muy conocida la definición de Alfred Marshall: “La economía es la ciencia que examina la parte de la actividad individual y social consagrada a alcanzar y a utilizar las condiciones materiales del bienestar” (Rossetti, 1994: 26). 

    • De estas definiciones también es posible derivar ciertas consecuencias: 

    • a) El punto de partida es el sujeto, el individuo con poder de decisión absoluto sin tener en cuenta las características del sistema económico. Este escoge entre alternativas con el objetivo racional de maximizar la satisfacción como consumidor; o la ganancia como productor. Su posibilidad de decidir no se ve afectada por la materia, o sea lo objetivo, representado por el sistema en su conjunto. Lo que prevalece es la mente humana, es decir, las ideas cuyo punto de partida es el hombre mismo. Como se ampliará más adelante, esto implica que la corriente subjetiva basa su orientación filosófica en el idealismo, en contravía a la corriente objetiva que se inspira en el materialismo. También conlleva la consideración del individuo como un homo económicus dadas sus características de comportamiento racional 

    • b) El sistema económico está dado, no se estudian los cambios generados por el desarrollo de las fuerzas productivas y se pierde la posibilidad de cualquier análisis histórico. 

    • Sobre lo filosófico 

    • Antecedentes de la corriente subjetiva 

    • La corriente subjetiva de la economía, como ya se expuso, obtiene sus bases filosóficas del idealismo que plantea que la esencia del mundo es la idea de la cual se desarrolla la materia y esta esencia se hace realidad a través de la relación idea–sujeto. 

    • Fue Leibniz quien empleó el término “idealismo” al referirse a Platón y a otros autores para quienes la realidad es la forma o la idea. Estos autores idealistas o formalistas, sostienen doctrinas diferentes de las ya propuestas por otros autores, como por ejemplo, Epicuro, calificado de materialista. La filosofía idealista de la época moderna se funda igualmente en las “ideas”, aunque el significado moderno de la idea no siempre es igual al del platonismo, pero no se puede escindir de su sentido antiguo. 

    • Algunos autores consideran que es un error atribuir a Platón la paternidad del idealismo, ya que aunque en Platón hay una teoría de las ideas, es un idealismo exageradamente realista. El idealismo como doctrina se contrapone al realismo y reduce el conocimiento a lo que podemos percibir por medio de los sentidos y que es accesible al mero pensamiento, ya que para esta corriente lo que aún no puede verse, puede ser comprendido. “El idealismo pretende reducir el mundo a una actividad del espíritu... pretende identificar lo real con lo racional, el objeto con el sujeto o conciencia” (Uribe, 1981:26) 

    • Juan Teófilo Fitche (1762 – 1814), representante alemán del idealismo, sostiene que el principio de la realidad es el “yo”, el cual construye la parte formal y material de conocimiento. Todo lo que se le oponga al yo es creado.

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A casi cuatro décadas del Consenso de Washington ¿Cuál es su legado en América Latina?

 Nearly four decades of Washington Consensus, what is his legacy in Latin America? 

Felipe Morandé L. * 

Resumen 

Treinta y siete años después de que John Williamson definiera el término, las economías de América Latina descansan hoy mayormente en los pilares establecidos en el Consenso de Washington. Este artículo describe el contexto en que dicho programa económico de estabilización y reforma fue implementado en los diversos países de la región, y extrae conclusiones en cuanto a qué ha funcionado, qué no ha funcionado y cuáles son los desafíos hacia el futuro. 

Palabras Clave: Consenso de Washington – América Latina – estabilización – reformas estructurales – liberalización de mercados – privatización de empresas públicas – inflación – crecimiento – crisis – vulnerabilidad financiera. 

* Profesor Titular de la Universidad de Chile. fmorande@gmail.com. Recibido el 13 de junio de 2016. Aprobado el 16 de agosto de 2016.

Abstract 

After thirty seven years of John Williamson’s creation, most of Latin American economies look today somewhat shaped by Washington Consensus. This article describes the context that framed the implementation of such a stabilization and reform program in various countries in the region. Conclusions are derived as to what has worked, what has not and what the challenges for the future are. 

Keywords: Washington Consensus – Latin America – stabilization – structural reforms – market liberalization – privatization of public firms – inflation – growth – crisis – financial vulnerability


Introducción 

Corría 1989, a punto de expirar la "década perdida" de América Latina, cuando el economista británico John Williamson planteó los diez componentes básicos de un programa económico aplicable a economías en desarrollo, que enfrentaban situaciones de crisis de pagos internacionales. Dicho programa fue bautizado por el mismo Williamson como el "Consenso de Washington", en el sentido que, en su opinión, representaba lo que los organismos financieros multilaterales (OFM) con asiento en Washington DC (el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial) más el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, exigían a los países en desarrollo como condición para otorgarles créditos y ayuda financiera. 

Aunque el programa estaba pensado para todos los países del mundo que circulaban en la esfera de acción de esos OFM, el caso de América Latina era muy cercano y rico en experiencias fallidas en cuanto a crecimiento económico, inflación, manejo de las políticas macroeconómicas, rol del Estado e integración a la economía mundial. Por tanto, no resultó extraño que fuera en esta región donde el debate sobre el programa resultara más intenso y donde, en vista de los desastrosos resultados económicos y sociales de la "década perdida"  de los ochenta, fueran más atingentes los créditos y ayuda de los OFM con la condicionalidad descrita en el Consenso de Washington. Sea obligados por alguna crisis o por convicción, lo cierto es que durante la década posterior −los noventa−, la mayoría de los países de América Latina aplicó, con distintos grados de intensidad, varias de estas prescripciones. Es interesante entonces ver hoy, y con la perspectiva del tiempo, qué significó el Consenso de Washington para América Latina, qué resultados económicos, buenos o malos, pueden ser atribuibles al programa, y cuál es su legado. 

Es importante consignar que existe toda una mitología en torno al concepto de Consenso de Washington, en cuanto a que se le ve por muchos como las tablas de la ley del neoliberalismo. Creo que es una imputación muy exagerada, pero a la vez muy extendida. Por esta razón, es bueno aclarar que el uso del término Consenso de Washington en este trabajo, es en su acepción original, tal como la planteó Williamson en un comienzo, y no como un sinónimo de neoliberalismo. Esto no es una disculpa, sino simplemente una aclaración para que el lector no haga una lectura equivocada del título.


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