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ENTRE MISES Y KEYNES: UNA ENTREVISTA CON ISRAEL M. KIRZNER
Por Jeffrey Tucker
Ninguno de los economistas contemporáneos está tan identificado con la Escuela Austríaca como Israel M. Kirzner, profesor de economía en la Universidad de Nueva York, un líder de la generación de Austríacos después de Mises y Hayek, y docente adjunto del Mises Institute. Escribió su disertación bajo la tutoría de Mises, más tarde publicada como The Economic Point of View (1960), e irrumpió en el campo teórico con su Competition and Entrepreneurship (1973). Kirzner es autor de otros siete libros, su más reciente sobre Capital and Interest de Edward Elgar (1997), y una docena de artículos, incluyendo varios en el Austrian Economics Newsletter y en The Review of Austrian Economics. Fue entrevistado en su oficina de la Universidad de Nueva York, después del Coloquio Austríaco semanal.
En 1954 no hubo movimiento Austríaco.
No hubo Escuela Austríaca.
Estaba Mises, y estaba Hayek.
Se los veía como a los últimos de su generación
y no representaban una amenaza.
AEN: ¿Fue usted asistente de Mises durante varios años?
Kirzner: Si, y además de concurrir a sus disertaciones semanales, trabajé un tiempo en su estudio de la ciudad ayudando sus alumnos. Él acostumbraba leer mis manuscritos y me honró al escribir la introducción para The Economic Point of View (1960).
Por otro lado, no comentaba mucho sobre mi trabajo, ni tampoco tuvimos extensas discusiones sobre los detalles. No era fácil discutir asuntos teóricos con Mises. Siempre fue gracioso, educado y amable, pero al mismo tiempo reservado. Existía también una pequeña barrera idiomática. Hablaba inglés a la perfección, pero creo que todavía pensaba en alemán. Nunca pediría que mis interpretaciones de Mises contaran con su aprobación. La mayor parte de lo que entendí de Mises, lo obtuve estudiando y pensando infatigablemente los párrafos de La Acción Humana una y otra vez. Israel M. Kirzner (1930- )
AEN: ¿Algún otro comentario sobre Mises, el hombre?
Kirzner: Era un hombre de gran integridad. Recuerdo un episodio después de completar mi master en 1955. Estaba estudiando bajo la fuerte influencia de Mises. Pero también me presenté para becas en otras universidades. Recibí un ofrecimiento de la Johns Hopkins. Fui a ver a Mises para pedirle su consejo sobre a cuál debería ir. Aunque él tenía muy pocos alumnos, me dijo que aceptara el ofrecimiento. Me señaló que Fritz Machlup enseñaba allí, y que la Johns Hopkins era una escuela prestigiosa. No seguí su consejo, pero esto habla de su preocupación por los intereses de sus alumnos. Fue un gran gesto de su parte.
AEN: ¿Cuándo fue la primera vez que se sintió impactado por las ideas de Mises?
Kirzner: Al principio, yo no sabía quién era. Pero cuando me puse a mirar los programas y los profesores, sucedió que me di cuenta que Mises parecía tener más libros que cualquier otro. Me impresionó mucho, por lo tanto, comencé mis estudios con él. Eventualmente, fui capturado.
AEN: ¿Se dio cuenta que se estaba involucrando en una escuela de pensamiento a la que muchos profesionales consideraban fuera de moda?
Kirzner: No al principio. Pero luego empecé a darme cuenta que el mainstream de la disciplina apuntaba en una dirección diferente. En 1954 no hubo movimiento Austríaco. No hubo Escuela Austríaca. Estaba Mises, y estaba Hayek. Se los veía como a los últimos de su generación y no representaban una amenaza.
Ahora, no considero que mi elección haya sido heroica de ninguna manera. En verdad, estaba aislado con respecto a la disciplina. Pero obtuve mi PhD, enseñé en la Universidad de Nueva York, hice mi trabajo y publiqué mis libros. Estaba contento con eso y no tenía grandes dificultades. Gradualmente, a medida que pasaban los años sesenta, empecé a pensar en una idea que podría tener un impacto en la profesión. Realmente, Competition and Entrepreneurship interesó a varios estudiosos de la University of Chicago Press, lo cual me agradó mucho.
AEN: Cuando usted mira a la Escuela Austríaca hoy, ¿qué piensa?
Kirzner: Ver su dimensión es muy placentero, por supuesto. Hasta cierto punto, el hecho de que la profesión finalmente haya avanzado más allá en la dirección teórico-matemática, produjo una apertura para la Escuela Austríaca entre los profesores más jóvenes. Comenzaron a ver la esterilidad y la aridez del camino que el mainstream había tomado. La Escuela Austríaca aparece como un acercamiento completamente diferente hacia la disciplina. Y en la actualidad, hay lugar allí para los Austríacos, aunque todavía no estén al tope de la misma. En verdad, estaba aislado con respecto a la disciplina. Pero obtuve mi PhD, enseñé en la Universidad de Nueva York, hice mi trabajo y publiqué mis libros. Estaba contento con eso y no tenía grandes dificultades. Gradualmente, a medida que pasaban los años sesenta, empecé a pensar en una idea que podría tener un impacto en la disciplina. Realmente, Competition and Entrepreneurship interesó a varios estudiosos de la University of Chicago Press, lo cual me agradó mucho.
AEN: En el coloquio de hoy y en sus escritos, usted parece estar ocupando cada vez más, el llamado “camino intermedio” Austríaco.
Kirzner: Sin duda. Esto ha sido así desde el momento en que la gente comenzó a tomar posiciones extremas sobre la cuestión de los usos del equilibrio en la economía. Cuando comenzaron a negar su relevancia por completo, comencé a darme cuenta que mi posición no era tan extrema como la de ellos. La frase “camino intermedio” fue usada por primera vez por Roger Garrison para describir una posición teórica que no rechaza completamente ni adopta totalmente una estructura como el equilibrio que está, más a menudo, asociado con el pensamiento económico neoclásico.
AEN: ¿Es el excesivo subjetivismo lo que lo perturba?
Kirzner: No diría eso. El argumento que dice que no podemos usar el equilibrio para nada, no es válido para el subjetivismo. Lleva a la teoría económica hacia una dirección completamente diferente.
AEN: ¿Qué es el camino intermedio en la cuestión del equilibrio?
Kirzner: Los dos extremos, formulados simplemente, son “equilibrio siempre” y “equilibrio nunca”. El punto de vista “equilibrio siempre” es la perspectiva estricta neoclásica de Chicago que nunca nos permite considerar un mundo en donde no todo está completamente ajustado. El otro extremo es aquel en donde no existe nada sistemático, anulando las tendencias que podrían guiarnos hacia la regularidad. Pienso que ningún economista Austríaco puede estar satisfecho con cualquiera de estas dos posiciones. La economía Austríaca no puede ser “equilibrio siempre”, pero tampoco puede ser “cualquier cosa va”. Como acostumbraba a decir Mises, fue la gran contribución de los economistas clásicos cuando anunciaron el concepto de ley económica. Existen, indudablemente, consecuencias sistemáticas por nuestras acciones. Si uno acepta que la economía es el estudio de esas consecuencias sistemáticas, no puede vivir con una perspectiva que ve el mundo tan abierto que todo es posible. Es por eso que yo estaría en desacuerdo con la caracterización de la economía como, esencialmente, el estudio de la apertura de un futuro incierto.
Hasta cierto punto, el hecho de que la disciplina finalmente haya avanzado más allá en la dirección teórico-matemática, produjo una apertura para la Escuela Austríaca entre los profesores más jóvenes. Comenzaron a ver la esterilidad y la aridez del camino que el mainstream había tomado. La Escuela Austríaca aparece como un acercamiento completamente diferente hacia la disciplina. Y en la actualidad, hay lugar allí para los Austríacos, aunque todavía no estén al tope de la misma.
AEN: ¿Es correcto lo que dice el Profesor Mario Rizzo de que los Austríacos deben pensar en términos de “tiempo real” del no-equilibrio como lo contrario a alguna variante estática? Kirzner: Creo que es altamente útil pensar en términos de no-equilibrio, para estar abierto a la posibilidad de cambio y sorpresa. Ciertamente no se puede hacer una buena economía sin entender el rol de la sorpresa. Pero si uno aspira a esto hasta el punto donde las sorpresas tienden a abrumar a las igualdades, entonces no creo que usted tenga una ciencia que refleje la realidad existente. Hasta cierto punto, el hecho de que la disciplina finalmente haya avanzado más allá en la dirección teórico-matemática, produjo una apertura para la Escuela Austríaca entre los profesores más jóvenes. Comenzaron a ver la esterilidad y la aridez del camino que el mainstream había tomado. La Escuela Austríaca aparece como un acercamiento completamente diferente hacia la disciplina. Y en la actualidad, hay lugar allí para los Austríacos, aunque todavía no estén al tope de la misma.
AEN: Existe la impresión de que usted cree que el entrepreneurship está siempre equilibrando. ¿Es esta una mala interpretación de su posición?
Kirzner: Si. El entrepreneurship no es siempre equilibrante. Las características equilibrantes del mundo real deben estar adscriptas al entrepreneurship; lo que no quiere decir que todos los entrepreneurships sean siempre equilibrantes. Los entrepreneuships producen pérdidas, y las pérdidas no son equilibrantes. La idea que yo rechazo es esta: hay entrepreneurships exitosos, hay entrepreneurships que fracasan y existe una de “lanzar una moneda” para decidir qué vale más al final. Esta era la posición de Frank Knight que, de paso, pienso que es errónea. Los fundamentos de Mises dentro de la acción humana es que abarca una tendencia de estar en lo correcto y no en lo equivocado. La gente tiene interés de estar en lo que es correcto, no en lo que no lo es. Definitivamente, esto mide la tendencia de la acción humana hacia lo correcto.
∗ Traducción al español de Hilda Walfisch a la entrevista aparecida en el número de la primavera de 1997, volumen 17, número 1, de la Austrian Economics Newsletter. Acceda aquí a la versión original del artículo. Permiso de traducción concedido a la Fundación F. A. von Hayek por el Ludwig von Mises Institute.
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