Perú
Existen lazos entre el crecimiento económico
y el desarrollo humano que corren en ambas
direcciones. Paramaximizarlas posibilidades de
este “círculo virtuoso”se requiere de políticas
que fortalezcan estos vínculos. Por un lado,
se necesita de medidas que aseguren que los
mayores ingresos derivados del crecimiento
económico se plasmen en gastos que generen
capital humano. Por otro lado,se requiere de
políticas que incentiven que esa capacidad
humana se traduzca en productividad efectiva a
través de un incremento en la inversión privada
y la generación de empleo.
Durante la década anterior, los principales
indicadores macroeconómicos del país
han mostrado una mejora significativa. En
particular, el dinamismo de las cifras de crecimiento
económico ha superado no solo al promedio de los
países de la región, sino también a los registrados por
el Perú en las últimas tres décadas.
Entre 2004 y 2010, el crecimiento económico (7,1
por ciento en promedio) ha contribuido significativamente en la reducción de la pobreza monetaria, la
cual ha pasado de niveles de 58,7 por ciento en 2004
a 30,8 por ciento en 2010.
Se estima1 que de los 27,9 puntos porcentuales que
ha descendido la pobreza, al menos 22,6 se deben al
crecimiento (81 por ciento de la reducción), en tanto
que el resto, obedece a mejoras en la distribución y al
efecto combinado de ambos (ver el Gráfico 1). Estos
resultados concuerdan con un crecimiento del gasto
de la población de los deciles más bajos por encima
del promedio. En este sentido el crecimiento económico de la década puede ser caracterizado como
“pro-pobre”.
No obstante, las mejoras en el nivel de ingreso
y gasto de la población solo constituyen una de
las facetas del bienestar y desarrollo humano. Éste
incluye el acceso a la educación, los servicios públicos
y la salud, entre otros.
Sobre el concepto de desarrollo Humano
La idea de que los ingresos de la población no son un objetivo en sí mismos, sino un medio para alcanzar otros objetivos relacionados directamente con el bienestar, puede rastrearse hasta Aristóteles2. En la actualidad el concepto de desarrollo humano ha estado profundamente influenciado por el pensamiento de Amartya Sen, conocido como el “enfoque de las capacidades”.
Sobre el concepto de desarrollo Humano
La idea de que los ingresos de la población no son un objetivo en sí mismos, sino un medio para alcanzar otros objetivos relacionados directamente con el bienestar, puede rastrearse hasta Aristóteles2. En la actualidad el concepto de desarrollo humano ha estado profundamente influenciado por el pensamiento de Amartya Sen, conocido como el “enfoque de las capacidades”.
Se entiende a las capacidades como las libertades
que tienen las personas para ser o hacer cosas que
estas valoren (o tengan razones para valorar), y
que contribuyen a su bienestar. En la terminología de Sen es la “libertad que una persona tiene en
términos de su elección de funcionamientos, dadas
sus características personales y su dominio sobre
los bienes”.
Estas ideas han sido recogidas en los Informes
Sobre Desarrollo Humano del Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). En
la edición del año 2010, el informe precisa que “El
desarrollo humano es la expansión de las libertades de
las personas para llevar una vida prolongada, saludable
ativa; conseguir las metas que consideran valiosas y
participar activamente en darle forma al desarrollo de
manera equitativa y sostenible en un planeta compartido. Las personas son a la vez beneficiarias y agentes
motivadores del desarrollo humano, como individuos
y colectivamente.”
Evidentemente, esta definición no implica que los
ingresos no sean importantes, pues estos permiten
reflejar el “grado de dominio de los recursos para
poder disfrutar de un nivel de vida decoroso”.
La relación entre crecimiento económico y desarrollo Humano
La edición 1996 del Informe sobre Desarrollo
Humano analizó las vinculaciones entre el crecimiento económico y el desarrollo humano,
observando relaciones importantes en ambas
direcciones, las cuales pueden ser reforzadas por
el comportamiento de las familias y por políticas
de gobierno (ver Figura 1). En principio, el crecimiento económico permite generar los recursos
para incrementar el desarrollo humano, en tanto
que el desarrollo humano, al mejorar el capital
humano, incrementa la productividad y las posibilidades de crecimiento económico.
Una serie de estudios posteriores realizados por
Ranis y otros (2000, 2002 y 2004),3 documentan
empíricamente las vinculaciones entre ambos conceptos, encontrando una relación de causalidad en
ambas direcciones.
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